La agencia de detectives Alp hizo creer a Emiratos que el yihadismo ha reemplazado a ETA en el País Vasco

Iñigo Urkullu durante un acto de entrega de condecoraciones a la labor de la Ertzaintza.

El 6 de octubre de 2017, los detectives de Alp Services presentan a su cliente, el agente de los servicios de inteligencia de Emiratos Árabes Unidos llamado Matar, un informe completo sobre el primero de los proyectos que ha contratado con los suizos. Lleva por título Árnica –una planta medicinal– y su objetivo es “obtener pruebas de que Catar no sólo financia a los Hermanos Musulmanes y a sus organizaciones terroristas en Europa, sino también a otros individuos y grupos terroristas”. Para empezar, explican en el documento, se han centrado en dos objetivos localizados en Suiza, “históricamente un núcleo clave para la Hermandad y sus estructuras financieras clandestinas”. Pero al mismo tiempo ofrecen a los emiratíes, “sin ningún coste extra”, otros ocho focos de atención. “Nuestros resultados pueden utilizarse para informar sutilmente a los medios y la opinión pública europeos sobre los peligros de los Hermanos Musulmanes y de Catar”, presumen. Con “informar sutilmente” quieren decir “filtrar a los medios de comunicación europeos información perjudicial sobre la Hermandad y Catar”. Los detectives suizos venden a su cliente que esa exposición de los Hermanos “como lo que realmente es, un peligroso grupo terrorista”, servirá además de presión sobre “los ingenuos y complacientes funcionarios europeos y les obligará a actuar contra la Hermandad y Catar”.

Uno de esos proyectos de investigación adicionales tiene por escenario España. Así aparece en los documentos obtenidos por Mediapart y compartidos con infoLibre y el resto de los medios del consorcio European Investigative Collaborations (EIC). También han formado parte de la investigación los medios suizos Heidi News y RSI Television, así como Domani (Italia) y Daraj Media (Líbano). De hecho, los detectives suizos prepararon para los emiratíes al menos cinco casos de estudio sobre los Hermanos Musulmanes en España. Con sus correspondientes mapas de relaciones.

Sólo dos meses antes de la presentación de Árnica, los días 17 y 18 de agosto, un grupo yihadista había matado a 16 personas y herido a otras 140 en un atropello múltiple en Las Ramblas de Barcelona, que fue seguido de otro en Cambrils (Tarragona) durante la huida de los terroristas. El ataque fue, en realidad, una consecuencia imprevista del golpe planeado por la célula, que se frustró por la explosión accidental del arsenal con que sus miembros pretendían perpetrar un gran atentado con bombas en Barcelona. Los detectives de Alp aprovechan la matanza para buscar “posibles vínculos entre esos terroristas, los Hermanos Musulmanes y Catar”, explican a sus clientes emiratíes.

Para entender el momento en que se produce la oferta de los suizos, hay que recordar que poco antes, en junio, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto habían decretado el boicot contra Catar. Le exigían que cerrara la cadena Al Yazira y cesara en su apoyo a los Hermanos Musulmanes. La rivalidad entre los regímenes del Golfo Pérsico había llegado a su cénit.

El primer paso de Alp será, según dicen, recurrir a personas “cercanas a los servicios de inteligencia españoles”, cuya identidad no precisan. Mencionan al Centro Nacional de Inteligencia (CNI), pero eso no significa que hablaran con ningún espía español. En lo que califican como “visión preliminar”, los detectives suizos se limitan a reproducir tres párrafos de otro informe que Alp encargó antes a Livingstone & Company, una empresa de inteligencia empresarial con sede en Londres. De las 32 páginas del documento, 12 corresponden al estudio que la Cámara de los Comunes británica elaboró en 2015 sobre los Hermanos Musulmanes. A su vez, esos únicos tres párrafos que Livingstone dedica a España tienen como única fuente una noticia de El País que remite a un informe, esta vez sí, del CNI.

Tanto Livingstone como Alp mencionan los fondos con los que Catar financia instituciones musulmanas en España, pero omiten que el informe del CNI citado por El País detalla también las ayudas enviadas por Arabia Saudí, Kuwait, Libia, Marruecos…y los propios Emiratos Árabes Unidos.

A continuación, Alp cita como segunda fuente al Servicio de Información de la Guardia Civil (SIGC). En los documentos a los que ha tenido acceso este periódico se incluye, en efecto, la referencia a una fuente del SIGC. A su nombre figura la provisión de tres pagos, de 1.000 euros cada uno, por otras tantas investigaciones en España, con fecha de septiembre de 2017. También aparece un comentario: “No muy bueno, demasiado especulativo”.

En todo caso, los suizos lamentan “la falta de interés” del Gobierno español en investigar los vínculos entre Catar y los Hermanos Musulmanes, una indiferencia que atribuyen al hecho de que los cataríes ayudaron al CNI a liberar a los tres periodistas españoles secuestrados en Siria en julio de 2015: Antonio Pampliega, José Manuel López y Ángel Sastre.

“HM, la nueva ETA”

Por el contrario, Alp se dedica intensamente a desentrañar la supuesta penetración de la hermandad en España. Por ejemplo, de la media docena de casos de estudio preparados, uno intenta demostrar que los Hermanos Musulmanes están sustituyendo en el País Vasco a la banda terrorista ETA. Ese es su título: “HM, la nueva ETA”. Para construir el caso, los suizos encargan de nuevo un informe a la agencia Castor & Polux. En junio de 2018, los detectives de Barcelona les envían una due dilligence sobre Ahmed El Hanafy Mesalem, presidente de la Unión de Comunidades Islámicas (Ucide) del País Vasco, a quien consideran miembro de los Hermanos Musulmanes y promotor de comunidades islámicas en ese territorio. Nacido en Egipto pero con la nacionalidad española desde 1995, El Hanafy lleva desde 2006 como figura visible de la comunidad musulmana en el País Vasco e interlocutor ante las administraciones. También era imán de la mezquita Assalam, en Bilbao.

Los detectives sólo pueden informar sobre sus multas de tráfico y dos ayudas para la promoción del trabajo autónomo que le concedió el Gobierno vasco en 2013. Al tiempo, revisan sus redes sociales y las entrevistas que concedió a los medios. Por ejemplo, resaltan que negoció y consiguió en 2008 que el Ayuntamiento de Bilbao abriera un cementerio islámico en Derio. O que se reunió con la entonces viceconsejera de Justicia Idoia Mendia en 2011 y con el lehendakari Íñigo Urkullu en 2015. Incluso grabó un vídeo donde expresaba su apoyo al entonces candidato a la alcaldía de Bilbao por el PNV, Juan Mari Aburto. Ese mismo año, publicó un comunicado contra los ataques terroristas en París. Nada incriminatorio.

Sin embargo, según argumenta Castor & Polux, el cada vez mayor número de musulmanes en el País Vasco “ha despertado la alarma sobre posibles atentados terroristas”. Alp Services, en su informe posterior a los emiratíes, va más allá y asegura que debido al creciente número de yihadistas identificados en el País Vasco, estos se han convertido en la “principal amenaza terrorista tras el desmantelamiento de ETA”. Lo cierto es que, desde 2012 y según cifras oficiales, en el País Vasco han sido detenidos 28 radicales islámicos, mientras que en Madrid han ido arrestados 86 y en Cataluña 137. Los musulmanes residentes en el País Vasco representan el 3,3% de la población, por debajo de la media nacional, el 4% y muy por debajo del 8,25% que representan en Cataluña.

Es más, en su esfuerzo por armar el caso, Alp destaca que la “apertura acelerada de nuevos centros islámicos” en el País Vasco ha “coincidido” con una serie de hechos dispares y sin relación entre sí: la desaparición de ETA; una reunión del exlehendakari Patxi López con el jeque propietario del Málaga FC, miembro de la familia real catarí; la compra por parte del fondo soberano de Catar de una participación del 6,16% de Iberdrola y la “creciente presencia de salafistas” en territorio vasco.

Como fuentes de información, Alp utiliza un blog que combina el negacionismo climático, la islamofobia y el ultraliberalismo, o diarios de la extrema derecha como alertadigital.com, que le ayudan a sostener que los radicales islámicos se han aliado con Podemos, Amaiur, Bildu y los independentistas catalanes. Por su parte, Castor & Polux critica el “acercamiento” entre el Gobierno vasco, la Ertzaintza –de la que señala su supuesta “mala reputación”– y la comunidad musulmana, después de que El Hanafy se sentara “a la misma mesa” con miembros de la Policía autónoma “a petición” del propio Ejecutivo.

Preguntado por infoLibre, El Hanafy niega pertenecer a los Hermanos Musulmanes, aunque expresa sin problemas su apoyo al Gobierno que encabezó Mohamed Morsi en Egipto tras la primavera árabe. “Por fin”, añade, “un país árabe tenía el gobierno democrático que anhelamos todos”. Lo contrapone con los regímenes del Golfo: “Son contrarios a nuestra línea”. El Hanafy enmarca sus reuniones con el Ejecutivo vasco o con el Ayuntamiento de Bilbao en su voluntad por mantener “buenas relaciones” con las instituciones. “Somos españoles, lo hemos dicho siempre”, concluye.

Aumentan su influencia con cada ataque terrorista

Entre los informes a los que ha tenido acceso infoLibre se encuentra otro redactado después de que Alp elaborara el suyo sobre la amenaza terrorista en el País Vasco. Es del 4 de septiembre de 2018. Reproduce los argumentos incluidos en los documentos de las agencias española y suiza, pero carga mucho más las tintas: “La gradual sustitución del nacionalismo etarra por el islamismo parece ser el regalo envenenado de las inversiones cataríes en el País Vasco”. Incluso menciona una “alianza” entre los Hermanos Musulmanes y el nacionalismo vasco, que, a juicio del autor, muestra “una peligrosa sustitución de un terrorismo antiespañol por uno anticristiano y antioccidental. Hasta Sabino Arana debe de estar revolviéndose en su tumba”. A continuación, recuerda que los etarras se entrenaron con milicias islámicas en el Magreb, además de atribuir la colaboración de las organizaciones musulmanas con la Ertzaintza a “la estrategia de los Hermanos de jugar entre los dos bandos”.

El informe concluye comparando a los Hermanos Musulmanes con la mafia. “Como las organizaciones mafiosas, están organizados en familias […] y niegan la pertenencia al grupo”, resume. Un símil que también utiliza Alp Services en los mapas de relaciones enviados a Emiratos. “Su discurso ha sido bien estudiado para parecer lo suficiente moderado en relación al salafismo como para ganar subvenciones en Europa, y lo suficientemente identitario, antiliberal antijudío y antioccidental para ganar una base de votos cautivos entre los inmigrantes musulmanes y la izquierda antiliberal. Con esta estrategia, aumentan su influencia con cada ataque terrorista islámico, cada barco de refugiados y cada manifestación de la extrema derecha europea, criminalizando cualquier crítica a su creciente influencia como acto de islamofobia o de racismo”, se lee en el informe.

Después entra en consideraciones incluso económicas, destacando que el mercado de productos halal, “mezcla de superstición y comercio”, supera ya en volumen al de los alimentos bio, mientras que la banca halal es despachada como un “negocio que oculta el cobro de intereses tras artimañas disfrazadas de preceptos”.

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Sólo unos días después, el 9 de septiembre, Okdiario publica una información sobre el miembro de la Comisión ADOS del Gobierno vasco que “lanza mensajes de apoyo a los terroristas de ETA” y critica a Ajuria Enea por “multiplicar sus gestos” hacia la comunidad musulmana. El texto repite parte del currículo de actividades de Ahmed El Hanafy recopilado por los detectives al servicio de Alp. Estos, como ha publicado infoLibre, se felicitan enseguida ante su cliente de Emiratos porque el digital de Eduardo Inda ha publicado este y otros cuatro reportajes preparados por ellos.

A preguntas de este periódico, un portavoz de la Comisión ADOS asegura que ni ellos ni el Gobierno vasco “en ningún momento ha tenido relación alguna con los Hermanos Musulmanes”. Según explica, las relaciones con la comunidad musulmana en Euskadi se establecen “a través de personas y entidades representativas de su diversidad”. Sus miembros, añade, “asumen explícitamente una cultura de convivencia y derechos humanos frente al terrorismo, la violencia o la radicalización en cualquiera de sus formas o expresiones, así como frente al racismo, la xenofobia y la islamofobia”.

Creada en abril de 2018, la comisión está integrada por un total de 16 personas, entre representantes del Gobierno vasco, las diputaciones foreales, la federación de municipios vascos y miembros de la comunidad musulmana. Es una comisión meramente asesora, sin presupuesto ni personal propio, que se reúne cuatro o cinco veces al año. Hasta ahora, según consta en su plan de trabajo para los próximos tres años, se ha dedicado a habilitar en los cementerios de diferentes municipios espacios donde enterrar a los ciudadanos musulmanes. También han constituido un Consejo de Imames e iniciado un programa piloto de formación dirigido a estos guías religiosos. Incorporar menús escolares adaptados, la apertura de nuevos centros de culto o cómo celebrar la Fiesta del Cordero en plena pandemia son algunos de los asuntos de los que se ha ocupado la comisión en sus cinco años de funcionamiento. Su objetivo, “promover un islam enraizado en la sociedad vasca”, destacan.

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