LA ULTRADERECHA EN LA CASA BLANCA

Trump despliega su agenda ultra desde el minuto cero: "Perforar y perforar", leyes tránsfobas y blindar las fronteras

Donald Trump jura su cargo como el 47º presidente de los EEUU.

USA! USA! Entre vítores y aplausos, refugiado del frío invernal de Washington entre las paredes del Capitolio, Donald Trump ha tomado posesión este lunes como 47º presidente de los Estados Unidos. Una nueva era Trump. Apenas cuatro años después de abandonar el cargo, el magnate estadounidense regresa a la Casa Blanca blindado por el Tribunal Supremo y con mayoría tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado. Una legislatura, a priori, libre de contrapesos para devolver a Estados Unidos al lugar que le corresponde: el de primera potencia del mundo. Make America Great Again.

"La edad de oro de Estados Unidos empieza en este instante". Estas han sido sus primeras palabras como presidente, tan solo unos minutos después de jurar el cargo sobre la Biblia y una hora escasa más tarde del recibimiento oficial en la Casa Blanca —esta vez sí— por parte del ya expresidente, Joe Biden. "Desde este día en adelante nuestro país va a florecer, va a volver a ser respetado en todo el mundo. Nuestra prioridad será crear una nación orgullosa, prospera y libre", ha insistido, en un discurso inaugural con un marcado tono nacionalista. El declive de Estados Unidos ha terminado. America First.

Entre los asistentes, muchos de los principales líderes de la extrema derecha internacional. Javier Milei, Giorgia Meloni, Viktor Orbán, Nayib Bukele o Santiago Abascal. En primera fila, y acompañando a la propia familia de Trump, se ha colocado el dueño de X, Elon Musk. Pero no era el único. Jeff Bezos, Mark Zuckerberg, Sundar Pichai, Shou Chew... Los hombres más ricos del mundo también han hecho acto de presencia.

"Han intentado acabar con mi vida", recordaba en relación a los dos intentos de asesinato de los que ha sido víctima durante la campaña. "Hace unos meses, en un campo de Pensilvania, una bala voló por mi oreja. Lo sentí. Ahora creo más que nunca que hay una razón por la que sigo vivo: Dios me ha permitido volver a convertir a Estados Unidos en una gran nación".

Tampoco ha escatimado en las críticas a la administración demócrata saliente. "Nuestro gobierno enfrenta una crisis de confianza. Tenemos un gobierno que no es capaz de gestionar una crisis sencilla ni en casa ni fuera. Un gobierno que ha dado fondos ilimitados a la defensa de fronteras extranjeras pero que se niega a defender sus fronteras, o lo que es más importante, a su propio pueblo", ha criticado con dureza en referencia a otro de los temas que ha marcado el grueso de su campaña electoral: la crisis migratoria.

Como parte de su "revolución del sentido común", Trump ha anunciado la declaración de "emergencia nacional" en la frontera sur del país, la frontera con México. "Se detendrá inmediatamente toda entrada ilegal, y comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron. Enviaré soldados y tropas a la frontera sur para repeler la vergonzante invasión de nuestro país", ha proclamado. Una medida que no se ha hecho esperar. En el momento mismo que el acto de investidura llegaba a su fin, CBP One, el sistema de solicitud de asilo estadounidense, ha cerrado, dejando sin cita a miles de solicitantes. Tampoco se libra la concesión de ciudadanía por derecho de nacimiento, que se le retirará a los hijos de inmigrantes en situación de irregularidad.

Amenazas expansionistas, negacionismo climático y transfobia. Trump ha retomado algunas de las propuestas que han hecho saltar las alarmas internacionales en las últimas semanas. El magnate ha reiterado su intención de “retomar” el canal de Panamá, tras acusar al país centroamericano de incumplir los tratados con Estados Unidos. "China está operando el Canal de Panamá y no se lo dimos a China, se lo dimos a Panamá. Lo vamos a recuperar". Un cambio más: el Golfo de México pasará a llamarse el Golfo de América.

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Las políticas climáticas sufrirán igualmente un enorme revés durante su mandato. "Estados Unidos va a volver a ser un país industrial y, para ello, tenemos algo que ninguna otra nación industrial tiene: la mayor cantidad de petróleo y de gas del mundo", ha subrayado. "Vamos a perforar, baby, vamos a perforar". Pero no sólo eso. Trump volverá a sacar a Estados Unidos del Acuerdo Climático de París y eliminará los subsidios para la compra de vehículos eléctricos.

También ha prometido la emisión de una orden ejecutiva para que el gobierno federal solo reconozca dos sexos: "Masculino y femenino". "Acabaré con la política del Gobierno para utilizar el género como arma de ingeniería social", ha advertido poco antes de anunciar la exclusión de las personas trans de instituciones públicas como la escuela o el ejército.

"Mi legado más orgulloso será el de ser un pacificador, alguien que unifica". Trump no se ha olvidado de la política exterior, uno de los temas que lastró a la administración de su predecesor. "Desde ayer, un día antes de asumir el cargo, los rehenes en Oriente Próximo vuelven a casa con sus familias", ha presumido en relación el alto al fuego alcanzado entre Gaza e Israel. "Soñemos con audacia y nada se interpondrá en nuestro camino. Somos estadounidenses. El futuro es nuestro", ha sentenciado.

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