La Comisión advierte de que España incumplirá en 2025 el objetivo de reciclaje pese a la nueva ley de residuos

Varios técnicos junto al robot de triaje en la planta de tratamiento de basura de Loeches, Madrid, en 2022.

La Comisión Europea ha advertido a España este jueves de que no cumplirá con sus objetivos de reciclaje urbano a los que se comprometió en la directiva comunitaria de 2008 de tratamiento de residuos, una situación que denuncian desde hace años las organizaciones sociales. Bruselas también teme que el país no alcance la meta de 2035 que establece que como máximo se manden a vertedero el 10% de los desperdicios municipales, ya que ahora se envían más de la mitad. "En 2020, la tasa de reciclado de residuos municipales en España fue del 36,4% (18,6 puntos porcentuales por debajo del objetivo de 2025), mientras que la tasa de vertido a vertederos fue del 52,0% (más del doble de la media de la UE)", destacan desde la Comisión.  

Los técnicos añaden que el incumplimiento del objetivo de reciclaje en 2025 podría ser incluso mayor, ya que desde el año pasado los criterios para considerar que una tonelada de basura ha sido reciclada son más estrictos. "La aplicación de las nuevas normas de cálculo para el reciclado de residuos municipales podría dar lugar a una tasa de reciclado inferior", se lee en la carta a la que ha tenido acceso infoLibre. Ecoembes, la compañía encargada del reciclaje de envases en España, reconoció el mes pasado que el nuevo sistema de conteo supuso reducir sus toneladas recicladas un 12% en 2022. 

"El comunicado de la Comisión refrenda lo que denunciamos desde hace tiempo. O se ponen sistemas de auditoría y control con sanciones para quienes no cumplen, o solo iremos a peor. Sin un plan estructural, tampoco llegaremos al objetivo de reciclaje de 2030, que ya no será del 55%, sino del 60%", opina César Sánchez, portavoz de Retorna, una ONG especializada en residuos. Precisamente esta organización, junto a otras asociaciones ecologistas, denunció en marzo al Estado español ante Bruselas por incumplir el objetivo de reciclaje de 2020.  

El principal problema de España en el tratamiento de basuras, según la Comisión, es la "limitada" recogida selectiva de residuos orgánicos, los que normalmente se depositan en el contenedor marrón, ya que solo el 11% de estos se deposita en el contenedor correcto. Esto se debe a que son la clase de basura más común (40-45% del total), pero no hay un hábito de reciclaje de los restos de comida porque generan malos olores y los hogares los tiran junto a otros residuos para deshacerse rápido de ellos, según explica Francisco Peula, presidente del observatorio de residuos Rethinking. 

Esta situación provoca el segundo gran problema que señala Bruselas: que España tiene "tasas demasiado bajas de compostaje y digestión anaeróbica", que son los tratamientos que se da a la basura orgánica tras su recogida selectiva y que permiten transformar estos restos en compost para la agricultura o en biogás que sirve de combustible en la industria. 

La Comisión también apunta a niveles muy bajos de recogida selectiva en otros productos: solo el 30% del papel, el cartón y los metales y el 20% del plástico van a su contenedor correspondiente. Los técnicos critican además que la población tiene muy poco acceso a contenedores exclusivos para el resto orgánico y que los ayuntamientos tienen muchas facilidades para enviar la basura a vertederos. 

Bruselas ha tenido en cuenta a la hora de realizar el análisis que en abril del año pasado el Gobierno sacó un real decreto para impulsar el reciclaje en ciudades, pero los técnicos creen que no llega a tiempo para cumplir con el hito. "Dado que algunas medidas requieren un plazo más largo antes de que sus efectos sean plenamente visibles, es poco probable que puedan alcanzarse todos los objetivos de 2025", recoge el texto. 

La advertencia no fue la única que envió este jueves la Comisión, ni tampoco la más dura. España se encuentra en el grupo de ocho países de la UE que no cumplirán con el objetivo de reciclar el 55% de los residuos urbanos, junto a Francia y Portugal. Pero hay otros diez que además no lograrán alcanzar el 65% de reciclaje de envases de aquí a dos años. Solo nueve países de 27 van camino de cumplir ambas metas en 2025: Austria, Bélgica, República Checa, Dinamarca, Alemania, Italia, Luxemburgo y Países Bajos. 

En este sentido, Bruselas reconoce a España que el tratamiento de envases, que está en manos de la compañía Ecoembes, funciona bastante mejor que en el resto de la UE. "La tasa total de reciclaje de residuos de envases [en España] fue del 69,6% en 2019, lo que ya supera el objetivo del 65% para 2025. Todos los materiales de residuos de envases han superado los objetivos de reciclaje, excepto el papel y el cartón, el aluminio y el plástico", se lee en la misiva. Aunque los cambios en la fórmula para contabilizar los residuos reciclados también reducirá este porcentaje.

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Para reconducir los bajos niveles de reciclaje en España, la Comisión propone que se impulsen políticas que incentiven la reutilización de envases para reducir el volumen total de basura en el país. Francisco Peula habla, por ejemplo, de introducir envases retornables a supermercados, como tienen países como Bélgica, donde los cascos de la cerveza se pueden depositar en máquinas que están en las tiendas a cambio de dinero. Otra fórmula es incrementar los impuestos sobre los envases de plástico para desincentivar su uso. 

Como las competencias de reciclaje son locales, hay zonas de España donde la recogida de basura es mucho más selectiva y eficaz. La Comisión pone de ejemplo en su informe a Zaldivia (Guipúzcoa), Esporles (Mallorca) y Argentona (Barcelona) como municipios con buenas prácticas. La clave está en que los tres tienen un sistema de recogida de basura puerta a puerta: cada día los operarios recogen un tipo de basura diferente y los vecinos dejan sus desperdicios en la puerta de casa, en lugar de echarlos a un cubo comunitario. Este mecanismo funciona en cientos de municipios catalanes y vascos desde hace más de dos décadas y permite que los residuos sean de alta calidad y sin impurezas para reciclarlos fácilmente. 

La Comisión envió un informe similar en 2018 al Gobierno español donde avisaba de que el país iba directo a incumplir sus objetivos de la directiva de reciclaje en 2020, como terminó ocurriendo. En este escrito, Bruselas dio a España ocho recomendaciones de mejora: cinco de ellas ya se han implementado y tres de manera parcial, según el Gobierno.

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