CRISIS ENERGÉTICA

¿Hay riesgo inminente de otro apagón? Expertos lo descartan a pesar de las alertas por picos de tensión

Centro de Control de Red Eléctrica, en una imagen de Archivo.

Esta semana se han vuelto a revivir los temores a un apagón en España, un capítulo que en teoría quedó cerrado tras el cero eléctrico del 28 de abril. El Gobierno prometió que no volvería a ocurrir, y por ahora no hay indicios de ello, pero todo el mundo está de acuerdo en que el problema no se ha solucionado. Red Eléctrica (REE) ha reconocido que se han repetido en las últimas semanas los picos de tensión de la red que provocaron el apagón peninsular, aunque con menor intensidad, y las alarmas se han vuelto a activar en el sector.

La compañía semipública, que tiene el monopolio de la operación de la red eléctrica, insiste en que en este momento "no existe riesgo de apagón ni inminente ni generalizado". Pero al mismo tiempo, ordenó este martes a la CNMC reescribir de urgencia varios procedimientos de operación –los requisitos que deben cumplir los participantes de la red– para garantizar el suministro y evitar nuevos sustos. El regulador tramitó la petición en menos de 24 horas y abrió un periodo de alegaciones de solo cinco días, a sabiendas de no hay margen para alargar el riesgo en el tiempo.

Los expertos consultados coinciden en que en este momento no hay una probabilidad real de un fundido a negro, pero también están de acuerdo en que REE está tratando de cubrirse las espaldas de cara a la próxima primavera. En esos meses, la red será más vulnerable porque bajará la demanda de energía y subirá la producción de las plantas renovables, dos circunstancias que pueden desajustar la frecuencia y la tensión de la red, abriendo la puerta a desconexiones de plantas que puedan iniciar una caída en cadena, como ocurrió el 28 de abril.

La CNMC publicó este miércoles más detalles sobre las "rápidas variaciones" de tensión registrados a finales de septiembre. "Aun estando siempre las tensiones dentro de los márgenes establecidos, potencialmente pueden desencadenar desconexiones de demanda y/o generación que terminen desestabilizando el sistema", aclara el regulador.

Sin embargo, nadie aclara hasta qué punto llegaron esos picos de tensión. infoLibre ha preguntado tanto a Red Eléctrica como a la patronal de las principales compañías energéticas (Aelec), pero no ha obtenido respuesta. José Luis Domínguez, experto en redes del Instituto de Investigación en Energía de Catalunya (IREC), explica que conocer esa cifra es importante, porque dentro de la operación normal puede haber subidas y bajadas de un 5% de la tensión, o incluso del 10%, que no deberían ser preocupantes. "Creo que los avisos de esta semana han sido alarmistas, probablemente porque REE quiere que la situación suene a urgente y la CNMC desarrolle rápidamente los cambios normativos", opina.

Héctor de Lama, director técnico de Unef, la patronal fotovoltaica, también señala que se ha dado demasiado bombo a las sobretensiones estos días, pero no hay riesgo de cero eléctrico en España. "Creo que REE está en un momento complicado porque estamos en una investigación judicial sobre el apagón y va con pies de plomo. También se ha exagerado mediáticamente el mensaje de los picos de tensión", valora. 

Según De Lama, ni ahora ni en la próxima primavera habrá peligro de apagón en España. Dentro de unos meses, la red será más vulnerable por la meteorología, pero para entonces ya se habrá introducido el que probablemente será el mayor cambio que introdujo el Gobierno tras el cero: que las centrales renovables puedan aportar regulación de tensión al sistema eléctrico.

El problema que hubo el 28 de abril es que las oscilaciones de tensión y de frecuencia –originadas por el mal funcionamiento de alguna instalación– provocaron el apagón de una serie de plantas renovables. La caída en cadena de diferentes instalaciones de generación provocó un pico de tensión, y las once plantas de gas, nuclear y carbón que debían frenar esa subida del voltaje no cumplieron correctamente con su obligación, pese a que reciben millones de euros para actuar en caso de emergencia.

El Ministerio de Transición Ecológica cambió la normativa tras el incidente para que también las plantas solares y eólicas puedan controlar la tensión. Todavía no han comenzado a hacerlo porque están en proceso de pruebas, pero se espera que empiecen a partir de enero. En 2026 también se empezará a multar a las plantas térmicas que incumplan con la obligación de regular la tensión, por lo que las probabilidades de que se descontrole la red será mucho menor.

Francisco Cordón, experto en energía, también subraya el riesgo de tener más de 8.000 MW de autoconsumos en España, equivalentes al 6% del parque total de generación. REE no tiene ninguna información sobre estas miles de instalaciones –solo de las que superan los 100kV de potencia–, ni de cuándo se conectan, ni de cuándo se desconectan, por lo que casar la oferta y la demanda de energía en el país es extremadamente complejo. Y estos desajustes son uno de los motivos que explicarían las oscilaciones de la red.

"El problema que tiene REE es que tiene una enorme zona gris en la que no sabe qué está pasando. Hay autoconsumos industriales de 200kV que ni están registrados. Hace falta auditar masivamente estas instalaciones", opina Cordón. 

Si el sistema está en modo seguro, ¿por qué hay picos de tensión?

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Al día siguiente del apagón de abril, Red Eléctrica inició lo que hasta hoy se ha denominado la operación en modo seguro. Consiste en remunerar a más plantas térmicas para que estén preparadas para actuar en caso de desajustes de tensión, porque cuantas más haya y más repartidas estén por el territorio, menor será el riesgo de que los parámetros de la red se descontrolen. Por supuesto, este cambio también encarece ligeramente la factura de la luz

Hasta ahora, parecía que este modo seguro había contenido los riesgos de apagón, pero de nuevo se han detectado picos de tensión. Luis Rouco, investigador eléctrico de la Universidad Pontificia Comillas, explica que las dos condiciones pueden convivir, porque no están relacionadas.

Los picos de tensión se producen por la complejidad de trabajar a la vez con cientos de plantas renovables que se conectan y desconectan continuamente por cuestiones técnicas o climáticas. La diferencia respecto a abril, es que ahora hay suficientes plantas térmicas listas para corregir esa sobretensión, por eso los picos se han mantenido hasta ahora en rangos admisibles y el problema no ha ido a más. "La operación reforzada da margen y ayuda a que si hay desconexiones de generación, el sistema aguante", afirma Rouco.

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