Facebook incluye como terroristas a extremistas religiosos, separatistas violentos, supremacistas blancos y activistas medioambientales
Después de 14 años, Facebook ha hecho pública por primera vez su definición de "terrorismo" tras su fundación en 2004. La red social define terrorismo como "cualquier organización no gubernamental que participe en actos de violencia premeditados contra personas o propiedades para intimidar a una población civil, gobierno u organización internacional con el fin de lograr un objetivo político, religioso o ideológico". "En Facebook, reconocemos la importancia de mantener a las personas a salvo, y usamos la tecnología y nuestro equipo de contraterrorismo para hacerlo", aseguran desde la empresa para explicar por qué la tecnología es importante para mantener a los terroristas fuera de la plataforma.
La compañía californiana creada por Mark Zuckerberg explica que esta definición de "terrorismo" es "independiente" de la ideología o los objetivos políticos de un grupo. Por tanto, Facebook incluye como terroristas a extremistas religiosos, separatistas violentos, supremacistas blancos y activistas medioambientales. "Se trata de si usan la violencia para alcanzar esos objetivos", apostillan los encargados de firmar este comunicado: la vicepresidenta de gestión de política global, Monika Bickert, y el director de política global antiterrorista, Brian Fishman.
La red social también explica en el comunicado que esta política antiterrorista no se aplica a los gobiernos: "Esto refleja un consenso general académico y legal de que los estados-nación pueden usar legítimamente la violencia en ciertas circunstancias". Eso sí, Facebook asegura que "cierto contenido sobre la violencia patrocinada por el estado" podría ser eliminado en función de otras de sus políticas como su "política de violencia gráfica".
Facebook recuerda que su política "prohíbe a los terroristas usar nuestro servicio" pero que "no es suficiente con solo tener una política". Asimismo, también admite que, ahora mismo, están centrados en detectar contenido de Estado Islámico, Al Qaeda y sus afiliados: "los grupos que actualmente representan la amenaza global más amplia".
La plataforma también recuerda que, en junio de 2017, ya anunció que estaba comenzando a implementar un algoritmo de Inteligencia Artificial para combatir el terrorismo. Según explicó Facebook, en aquel momento, además de contar con un equipo de expertos, el algoritmo analiza imágenes y textos antes de que se publiquen. "Hemos logrado grandes avances al encontrar y eliminar su propaganda de manera rápida. La tecnología de detección ha sido fundamental para nuestro progreso, al igual que nuestro equipo de contraterrorismo de 200 personas, en comparación con 150 en junio pasado. Ese equipo continuará creciendo", asegura ahora la empresa.
Retira más de un millón de contenidos relacionados con Al Qaeda y Estado Islámico
Facebook también aprovecha el mismo comunicado para anunciar la retirada de más de un millón de contenidos relacionados con los grupos terroristas Estado Islámico y Al Qaeda durante los primeros tres meses de 2018, el doble que en el mismo periodo del año anterior, según recoge Europa Press. "No nos hacemos ilusiones de que el trabajo está hecho o que el progreso que hemos logrado es suficiente. Los grupos terroristas siempre intentan eludir nuestros sistemas, por lo que debemos mejorar constantemente. Los investigadores y nuestros propios equipos de revisores encuentran regularmente material en los que nuestra tecnología falla. Pero aprendemos de cada paso en falso, experimentamos con nuevos métodos de detección y trabajamos para expandir los grupos terroristas a los que apuntamos", explica la plataforma que también ha hecho hincapié asimismo en su intención de adquirir una postura más abierta a la hora de hacer frente a las operaciones de la red social a nivel interno.
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La mayoría del contenido extremista ha sido retirado, mientras que otros materiales presentan ahora información de advertencia sobre su contenido, según ha explicado Facebook. La medida responde a la presión ejercida por las autoridades europeas contra la red social en un intento por lograr retirar todo el contenido extremista.
