La Policía 'ajusta las cuentas' al crimen organizado en la Costa del Sol

Cocaína y armas halladas bajo tierra.

La Costa del Sol es la zona cero del crimen organizado en España y, por extensión, a nivel internacional. Allí se reúnen integrantes de las mafias delictivas más poderosas del mundo y desde allí controlan su negocio más lucrativo, el del tráfico de drogas, y no dudan en emplear la violencia extrema cuando se trata de protegerlo. Allí también hacen negocios legales para blanquear. La Policía Nacional, consciente de la magnitud del reto al que se enfrenta, tiene un amplísimo despliegue de medios en la provincia de Málaga. He aquí los últimos resultados.

En el último mes, agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Málaga han realizado diversas operaciones con un objetivo común: debilitar al crimen organizado que opera en la Costa del Sol. De este modo se han desarticulado siete organizaciones criminales y se ha llevado a cabo la detención de 55 personas. Los investigados, asentados a lo largo de toda la costa malagueña, eran muy violentos y con un alto grado de especialización. Los arrestos se corresponden con diversos operativos explotados en las últimas semanas, entre los que destaca la resolución de un secuestro en Marbella y dos tiroteos, sucedidos uno en Benalmádena y el otro en Málaga capital.

En los sucesivos registros realizados se han incautado 37 armas de fuego y munición, armamento que estaba a disposición para ser utilizado por los entramados criminales. Además, destaca la gran cantidad de droga incautada, 8.984 kilogramos entre hachís y cocaína, los más de 150.000 euros en efectivo decomisados y la intervención de 40 vehículos. Todo ello es fruto de la tarea de los investigadores de la Comisaría Provincial de Málaga, en coordinación con otras plantillas policiales.

Una de las acciones más relevantes fue la operación Lobezno, en la que se detuvo a diez ciudadanos de nacionalidad francesa cuyo centro de operaciones era la Costa del Sol, en relación con los presuntos delitos de secuestro y lesiones.

Gracias a la labor investigativa, la Policía ha podido atribuirles su participación, por encargo, en la detención ilegal de un ciudadano marroquí, asaltado en un aparcamiento de un restaurante en Marbella, en octubre de 2024. La víctima y un acompañante salían del local y, al dirigirse a su vehículo, fueron abordados por varios sujetos. Uno de ellos fue introducido a la fuerza en otro turismo y privado de libertad durante varios días. Finalmente, fue puesto en libertad en la localidad malagueña de Torre de Benagalbón.

En una segunda operación, dos ciudadanos franceses eran detenidos en Mijas Costa y Estepona, en relación con la tentativa de homicidio a dos ciudadanos suecos en el término municipal de Benalmádena, ocurrida el pasado mes de diciembre. Ocurrió cuando las víctimas tomaban un vehículo de transporte con conductor (VTC), y fueron interceptadas en la calle Poseidón por unos hombres a bordo de otro vehículo, provistos de un subfusil y una pistola.

Las víctimas, amenazadas en su país en relación con el crimen organizado, lograron salir del VTC y salvaron su vida al arrojarse por un talud de 30 metros, siendo finalmente rescatadas por los bomberos. Estos hechos dan cuenta de la peligrosidad de los detenidos y del alto grado de violencia que utilizaban. En el marco de esta investigación se intervinieron 21 armas de fuego que la organización tenía almacenadas en una vivienda de Estepona.

En la siguiente operación, bautizada como Barbas, fueron arrestadas otras cinco personas, también de nacionalidad francesa, y emitida una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) a otro ciudadano galo como presuntos autores de delitos de tráfico de drogas, falsificación documental, sustracción de vehículo a motor, tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal.

A raíz de la investigación en el marco de la operación Lobezno, las investigaciones desvelaron cómo dos miembros de la organización alquilaron una nave industrial en Antequera con identidades falsas. A finales de mayo se supo que usaban dicha nave para la carga de una furgoneta con hachís. Dicho vehículo tenía las placas dobladas y la carga quedó oculta en un camión-furgón de alquiler con placas de matrículas polacas que se dirigía a Madrid. Finalmente fue interceptado por una patrulla en Jaén. De la operación, además de las detenciones, destacan entre lo incautado 374 kilos de hachís.

Muy especializados y violentos

Los distintos investigadores, a raíz de las pesquisas de las tres operaciones referidas, constataron que los investigados pertenecían a una misma organización y se dedicaban a llevar a cabo distintos delitos –secuestros, ajustes de cuentas y tráfico de drogas–. A medida que fueron desarrollando sus averiguaciones, los agentes se percataron de que algunos autores eran coincidentes en las distintas operaciones, las cuales confluyeron en un punto de la investigación, confirmándose la más que constatada versatilidad delictiva de la red. Destaca su elevada peligrosidad y forma de actuar altamente especializada y violenta.

En fechas recientes también se cerró la operación Bolero, una investigación que logró esclarecer la tentativa de homicidio sucedida el pasado mayo, a plena luz del día, en el parking de un supermercado sito en la calle San Salvador, en Málaga capital. Un hombre recibió dos disparos por parte de un grupo de cinco individuos que pretendían sustraerle una bolsa de gran tamaño que contenía fajos de billetes. Fueron arrestados dos de los investigados, uno de ellos –presunto autor material de los disparos– en Marbella y otro en Málaga capital, y se emitieron requisitorias internacionales de búsqueda y detención respecto al resto de los sospechosos.

Por otra parte, y tras un año de investigación, se cerró la operación Kuni, en la que los componentes de la Udyco-Costa del Sol han logrado la desarticulación de otra organización criminal de origen francés que se había asentado en Estepona. En el transcurso de las diligencias policiales se realizaron 11 registros en domicilios de Marbella, Estepona y El Saucejo (Sevilla). Los investigadores detuvieron a nueve individuos por delitos de depósito de armas, tráfico de drogas, robo de vehículos, falsedad documental y pertenencia a organización criminal. Entre los efectos intervenidos es reseñable la aprehensión de 14 armas de fuego, incluidos tres fusiles de asalto con su munición. También fueron incautados 600 kilos de hachís que la organización tenía almacenados en una vivienda particular en Estepona.

Para desplazar las armas de fuego y no levantar sospechas, lejos de un vehículo de alta gama o grandes dimensiones, usaban un pequeño automóvil utilitario con un doble fondo a modo de 'armero móvil', con el que pasaban desapercibidos y acudían a los lugares para llevar a cabo los vuelcos a narcotraficantes. Tras revisar su interior, se halló un compartimento oculto y mecanizado que contenía un fusil de asalto, cuatro pistolas y un revólver junto a abundante munición.

Además, realizaban dos operativas claramente diferenciadas para ejecutar los asaltos, de un lado usando matrículas falsas 'dobladas' en vehículos sustraídos y, por otro lado, automóviles titularizados de manera fraudulenta a nombre de terceros ajenos a la trama. Empleaban distintivos policiales para suplantar a los agentes.

Tras la labor investigativa, se extrajo que los detenidos acudían a realizar los vuelcos a localidades de la Costa del Sol, pero además a otras ciudades como Cádiz, Sevilla y Madrid. Su labor principal era el asalto violento y con armas de guerra a otras organizaciones criminales. Se han podido intervenir 14 armas de fuego –tres fusiles de asalto y 11 armas cortas–. Se han aprehendido, además, 2.515 kilogramos de hachís, 120.000 euros en efectivo y 27 vehículos. Tras este operativo, desarrollado en varias fases por su complejidad, los detenidos han ingresado en prisión provisional.

Nave industrial dedicada al reciclaje textil

La operación Marisma partió de la colaboración de los mismos agentes adscritos a la Udyco-Costa del Sol junto con sus homólogos en Udyco-Barcelona, para lograr la incautación de 1.680 kilogramos de hachís y la detención de cinco personas, localizadas en esta ocasión en Cataluña. Con ello se consiguió la desarticulación de una organización criminal asentada en la provincia de Málaga, que operaba haciendo acopio de grandes cantidades de cannabis en el Campo de Gibraltar para luego trasladarlas a Barcelona.

En la Ciudad Condal contaban con la infraestructura para almacenar esas partidas de droga y ocultarlas entre mercancía legal. Para ello, habían habilitado una nave industrial dedicada al reciclaje textil donde la droga era almacenada antes de su transporte a terceros países de la Unión Europea.

La operación Tomato partió de diversas informaciones sobre la venta de cocaína en viviendas de la barriada malagueña de Bailén-Miraflores, que llevaron a los agentes a varias vigilancias en las que constataron el elevado tránsito de compradores y movimientos, y en los que el máximo investigado hacía entrega de bolsas o mochilas en las que se portaban hasta cinco kilogramos de cocaína. Se logró así la identificación de cada uno de los miembros de la red.

Posteriormente, centrados los agentes en conocer de dónde partía la droga, localizaron varias 'guarderías' –como se conoce en el argot los lugares de almacenamiento de los estupefacientes– en la capital. De este modo se descubrieron dos zulos bajo tierra en una propiedad en el barrio de Campanillas, en cuyo registro se incautaron de 170 kilos de cocaína, dos pistolas semiautomáticas y 129.515 euros.

Nueve personas resultaron detenidas, entre ellas el máximo responsable de la organización, cuyo arresto tuvo lugar en la localidad malagueña de Ronda. Para los detenidos fue decretada prisión provisional sin fianza.

Droga en vehículos de gran cilindrada

La siguiente operación, llamada Mosk, sirvió para descubrir a una red criminal que empleaba vehículos de alta cilindrada para transportar droga. En ella se investigó la existencia de un grupo criminal, asentado en las localidades malagueñas de Alhaurín El Grande y Cártama, presuntamente dedicado al tráfico internacional de droga.

Tras las vigilancias policiales, se detectó un inmueble en este último municipio del que se extraían fardos de color azul para ser introducidos en un todoterreno que iniciaba la marcha auxiliado por una furgoneta y un turismo. Tras comprobar que las placas no correspondían con dicho vehículo, y en colaboración con Udyco-Granada, se logró interceptar a dichos vehículos con 600 kilogramos de hachís en su interior y se detuvo a los implicados. Se detuvo a tres personas, a dos de las cuales se les imputó un delito contra la seguridad vial al carecer de carné de conducir, y a todas ellas delitos de tráfico de drogas, falsedad documental y pertenencia a grupo criminal.

A continuación se realizaron, como parte del operativo, dos entradas y registros domiciliarios en Alhaurín el Grande y Cártama, interviniéndose más de 2.500 kilogramos de hachís y cuatro vehículos. A uno de los detenidos le constaba una OEDE por las autoridades francesas por su implicación en un delito de homicidio y agresión con lesiones graves. La autoridad judicial decretó para todos ellos ingreso en prisión.

En la operación Chef, por otra parte, se investigaba a otro grupo criminal integrado por ciudadanos franceses y especializado en el tráfico de drogas por el método gofast, todo ello con vehículos robados. La operación ha sido desarrollada en dos fases.

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En su operativa, esta organización había realizado al menos cinco transportes internacionales. Queda constatado mediante la labor investigativa el cambio de los modelos de los vehículos de carga y las placas de matrícula. Tras las pesquisas se comprobó la existencia de una nave industrial en la localidad de Mollina (Málaga) donde guardaban los coches con los que posteriormente transportaban la droga.

Ya a finales del mes de septiembre, los agentes presenciaron una importante carga de hachís en un paraje rural situado entre las Sierras de Grazalema y los Alcornocales, cuya intervención policial frustró el transporte internacional previsto al detener la carga en Cijuela (Granada). La furgoneta con 33 bultos quedó intervenida: contenía 1.045 kilos de hachís. Se realizaron cuatro registros y fueron detenidas cuatro personas por su implicación en los hechos en las localidades de Mollina, Mijas y Estepona. Se intervinieron seis vehículos.

Por último, a finales del mes de octubre, se llevó a cabo la segunda fase de explotación del operativo, con dos detenciones más y un registro en una finca en Churriana (Málaga), donde se guardaban los vehículos empleados por la organización. Se intervinieron otros seis vehículos.

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