Pensiones

"No somos una marea, somos un tsunami": jubilados claman por unas "pensiones dignas"

Manifestantes contra la denominada 'ley mordaza' y otros apoyando la convocada por la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones han coincidido en la calle Alcalá, en Madrid.

Horas después de que los pensionistas marcharan por las calles de Madrid en una manifestación convocada por la Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones (MERP) y a la que se sumaron CCOO y UGT, decenas de miles de jubilados volvían a concentrarse en la Puerta del Sol. Esta vez, acudieron a la cita de la Coordinadora Estatal en Defensa del Sistema Público de Pensiones, la plataforma que ha tenido mayor poder de convocatoria en todas las movilizaciones que ha habido hasta ahora. Los primeros manifestantes comenzaron a llegar a las 17.00 horas de la tarde a la céntrica plaza, donde el tiempo dio un respiro y, al contrario de lo que ocurrió por la mañana, salió el sol. 

Aunque eran marchas distintas y con convocantes diferentes –con divisiones en los objetivos de su lucha–, los ánimos de los pensionistas eran los mismos: indignación, enfado y rabia. Unos sentimientos que canalizaron a través las consignas dirigidas al Partido Popular, al que acusaron de "ladrón". "Que se vayan" era el comentario más escuchado entre los corrillos de personas que, con sus pancartas, iban llenando poco a poco el lugar desde el que partiría una columna en dirección a la Plaza de Neptuno. 

Con dificultades y más tarde de lo previsto los jubilados comenzaron su camino. El motivo del retraso y las complicaciones fue que, a la misma hora y en el mismo lugar, la plataforma No Somos Delito –que agrupa a decenas de colectivos– había convocado una manifestación para reclamar la derogación de la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, conocida como ley mordaza. Los participantes de una y otra protesta se mezclaron en una marea única que intentaba atravesar la Calle de Alcalá. 

"Estamos aquí para garantizar las pensiones. Las nuestras y las de nuestros hijos", comentó María del Mar. "Con el 0,25% no tenemos ni para pipas", criticó Fernando. "Tenemos que salir a la calle, de otra manera no podemos conseguir nada", añadió, a la vez que aseguró que seguirán en las calles. María Dolores, que le acompañó a la concentración, afirma que tenía que estar en la marcha "como futura pensionista". "Estoy aquí para que, cuando llegue ese momento, pueda cobrar una pensión", afirmó. A su lado, tres amigos, asentían cada palabra de lo que decían. 

 

Contra el 0,25% y el factor de sostenibilidad

"Hay muchos motivos para estar aquí", aseguró José Manuel Martín, portavoz de la Coordinadora. El mayor, y el que más ha movilizado a la gente, es el de la "subida miserable del 0,25%". La crítica a esta revalorización –"de mierda", según califican– ha sido y continúa siendo piedra angular de las manifestaciones que, desde el pasado 22 de febrero, han protagonizado decenas de miles de pensionistas a lo largo de toda España. Por ello, la derogación de la reforma del sistema que el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó en solitario en 2013 y que desligó del IPC el índice de revalorización de las pensiones, es una de sus demandas principales. Desde entonces, las pensiones sólo han subido, al año, ese porcentaje, el mínimo legal mientras persista el déficit de la Seguridad Social. 

A partir del 1 de enero de 2019, además, se aplicará a las nuevas pensiones el factor de sostenibilidad, un coeficiente que reduce su cuantía en función de la esperanza de vida. Y esto también ha aumentado el enfado de los pensionistas. "Este es otro de los motivos por los que estamos aquí", dijo Martín. "La asocian a la solidaridad intergeneracional pero, en definitiva, es la ruina de las pensiones. Como ejemplo diré que, en el año 2045, una persona que ahora cobra una pensión de 1.000 euros, pasará a ganar 840, un 16% menos", criticó. 

El principal argumento con el que el Gobierno justifica estas medidas, "la falta de dinero", no les convence. "Hay dinero para lo que quieren", criticaban los congregados. Y así lo explicó también Martín, quien criticó que, mientras se adoptan estas reformas, el Ejecutivo "sigue aportando dinero a la Iglesia y rescatando autopistas". 

Al igual que en la marcha que tuvo lugar por la mañana, el Pleno monográfico que celebró el pasado miércoles el Congreso, ha dado más motivos a los jubilados para llenar las calles de toda España. "No sirvió para nada lo que se estuvo debatiendo. Nos están dando una serie de migajas con las que no estamos de acuerdo", criticó Martín. Durante el debate, Rajoy tan sólo ofreció subir las pensiones mínimas y las de viudedad, pero sin concretar en qué cuantía. Además, prefirió plantear deducciones fiscales a los pensionistas antes que aumentarles las prestaciones. "Eso no nos va a resolver absolutamente nada", aseguró. Y, por ello, se seguirán movilizando. 

Esta indignación por lo debatido en la Cámara fue compartido por los participantes en la marcha convocada por la MERP y a la que se sumaron los sindicatos. Sin embargo, marcharon divididos. ¿Por qué? CCOO y UGT reclaman que se vuelva a vincular la subida de las pensiones al IPC y, además, exigen la derogación de la reforma del sistema de pensiones aprobada en 2013 por la mayoría absoluta del PP. Además de desvincular la revalorización de las prestaciones de la subida de los precios –provocando la pérdida de poder adquisitivo–, esta reforma supuso la creación de un ajuste automático llamado factor de sostenibilidad, que recorta las pensiones según aumente la esperanza de vida y que limita al 0,25% la subida de las pensiones mientra tenga déficit la Seguridad Social. Por eso, desde hace cinco años, las pensiones sólo han subido un 0,25% anual. 

La Coordinadora, por su parte, además de compartir estos objetivos, pone en cuestión el Pacto de Toledo y pide dar marcha atrás a la reforma que aprobó en 2011 el Ejecutivo presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, que contó con la aprobación de CCOO y UGT. "No llegamos a ningún tipo de acuerdo con ellos", lamentó Martín, que explicó que, para su plataforma, las manifestaciones "tienen que ser de las personas y no de las banderas"

Representantes políticos de Podemos, como su secretario general, Pablo Iglesias, o su homólogo en la Comunidad de Madrid, Ramón Espinar, acudieron a la marcha para acompañar a los jubilados. "Nos vamos a dejar la piel defendiendo vuestros derechos", dijo el partido en su cuenta de Twitter.

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El líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, como ya anunció este viernes, también estuvo presente. "Un clima reivindicativo y de esperanza por un país mejor", escribió. 

 

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