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204 millones menos de recaudación para alegría de los más ricos

Los números de Juanma Moreno (y VIII)

Una de las principales bazas electorales de Juan Manuel Moreno es la misma que emplea su jefe de filas, Alberto Núñez Feijóo: la presunción de haber bajado los impuestos y la promesa de bajarlos aún más. Veremos que ni una cosa ni la otra son como ellos las pintan, pero vayamos por partes. 

Por un lado, se trata de una cuestión clave desde el punto de vista ideológico: las derechas, los liberales –sean ordo, neo, ultra o simplemente liberales sin prefijos o apellidos– no se cansan de insistir en que hay que quitar recursos al Estado para "ponerlos en el bolsillo de los ciudadanos". Y siguen defendiendo la famosa Curva de Laffer, esa que sostiene que cuanto más bajan los impuestos más sube la recaudación. Algún día (ya debería haber ocurrido) esa curva será considerada tan fiable como la teoría terraplanista (ver aquí), pero ya se sabe que hay gente impermeable a la realidad y, sobre todo, mucho interesado en seguir vendiendo crecepelos.

Vayamos a los datos: sólo por la rebaja en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, Andalucía ha dejado de ingresar en los últimos tres años 204,79 millones de euros, una media de 68,26 cada año (ver aquí). Y además, esa rebaja ha beneficiado fundamentalmente a las rentas más altas, aquellas que heredan "más de un millón de euros" (ver aquí). Fuera caretas: hay quien representa los intereses de quienes no llegan a fin de mes y quienes se esfuerzan en evitar la más mínima "molestia" a quienes viven de las rentas o reciben herencias millonarias. Suelen ser estos los mismos que defienden con uñas y dientes la "meritocracia" (ver aquí). 

Si uno sigue creyendo que la Tierra es plana, puede perfectamente seguir confiando en la ya desmentida Curva de Laffer: eso de que bajando impuestos aumenta la recaudación sólo se produce en situaciones muy (pero que muy) singulares, porque influyen otros muchos factores en el resultado real de la medida. Por ceñirnos a Andalucía, incluso en referencia a las rebajas en el IRPF (mucho más beneficiosas para quienes más ganan), ¿cuánto se podría/debería haber recaudado en un ciclo económico de crecimiento o sólidamente fortalecido por las transferencias milmillonarias desde el Gobierno de Estado y desde la Unión Europea? ¿Cuánto o cómo influye esa rebaja de impuestos en el hecho de que Andalucía siga estando a la cola de España en inversión por alumno en la educación pública o en gasto sanitario por habitante?

Debería ser sencillo ponerse de acuerdo en que la mejor fórmula para sostener un Estado del bienestar es una fiscalidad justa y progresiva (como mandata, por cierto, el artículo 31 de la Constitución). Pero no, una parte considerable de la población sigue comprando el crecepelo de esas presuntas "bajadas de impuestos" que favorecen sobre todo a quienes menos impuestos pagan y que, en el caso de comunidades autónomas como Andalucía, Galicia o Madrid, claramente reducen la recaudación y debilitan los servicios públicos (ver aquí). 

Voten, por mucho calor que haga, y no permitan que les engañen: repasen y contrasten los datos antes de votar. 

(Aquí puedes leer las entregas anteriores).

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