EN CLAVE DE FA

¿Batalla política?

‘Todos a una’ podría ser el titular que resumiera lo sucedido el domingo con la Vuelta, cuando una masa pacífica de ciudadanas y ciudadanos logró que se suspendiera la última etapa de esta competición deportiva con sus protestas contra la participación de un equipo financiado por Israel y propiedad de un gran amigo y aliado de Netanyahu, Israel Pro Tech.

Podría ser, pero no. ‘Todos a una’ es el titular de lo sucedido un día después, un lunes de septiembre que podría haber sido, por ejemplo, un jueves de cualquier año desde junio de 2018, cuando Pedro Sánchez ganó la moción de censura que sacó a Mariano Rajoy del Gobierno. Porque de ese tiempo a esta parte cualquier día es bueno para darle la vuelta a la realidad y convertirla en ‘su’ realidad, la que ellos prefieran. 

Lo llamativo es que la realidad acomodaticia (“hechos alternativos”, los bautizó en 2017 una consejera de Trump, Kellyanne Conway) de este 15 de septiembre de 2025 es exactamente la misma para PP, Vox, el ministro de Exteriores de Israel y el grueso de los sindicatos policiales.

Todos ellos han copado informativos de radio y televisión acusando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de alentar la “violencia” (dos detenidos tras semejante turba violenta –100.000 manifestantes–, 22 agentes con contusiones de distinta consideración). Así, tal cual.

“Sánchez y sus ministros comunistas incitan a la violencia. La normalización de la violencia política del Gobierno español y sus ministros amenaza todo lo que defendemos”. 

“El presidente y el Gobierno están detrás de los altercados (...). Es violencia política impedir que una competición deportiva termine”.

El primer entrecomillado es de Gideon Saar, ministro de Exteriores de Israel. El segundo, del ínclito líder de la oposición política en España, Alberto Núñez Feijóo. Podrían haberse intercambiado los papeles y nadie se habría percatado (salvo por el inglés que, recuerden, el propio Feijóo admitió no saber hablar).

A ellos, en un coro perfectamente orquestado, se han sumado algunos de los principales sindicatos policiales. El Canal 24 Horas de la televisión pública ha dado voz al menos cuatro veces, que yo haya contado, a los portavoces del SUP (Sindicato Unificado de Policía) y de Jucil (Asociación Profesional Justicia Guardia Civil) cargando contra el ministro de Interior, el delegado del Gobierno en Madrid (calificado como “infame” por la presidenta Ayuso) y contra el Ejecutivo.

Les refrescaré la memoria. El SUP fue el sindicato que firmó el acuerdo con la organización ultra Desokupa para formar en defensa personal a 30.000 agentes de policía

Qué decirles de Jucil. Si se dan una vuelta por su perfil de X (Twitter), se harán una pequeña idea al ver quiénes son sus seguidores y cuáles son sus medios de referencia: OkDiario, ElDebate, CrónicaGlobal… 

Les dejo aquí un pantallazo para ahorrarles la sal de frutas, pero sí les diré que este sindicato de agentes que supuestamente están para protegernos a todas y a todos se dedica a señalar en sus cuentas sociales a periodistas que no son de su agrado, algunos de este medio que dirijo

También ha saltado al ruedo mediático (aunque no al de RTVE) Jupol, el sindicato mayoritario de la Policía Nacional que nació en el seno de Jusapol, la organización que en su día tuvo como portavoz a aquel personaje llamado Jandro Lion que pedía el voto a Vox desde su canal de YouTube, entre otras lindezas. 

“Hemos visto lanzamiento de vallas, lanzamiento de objetos y ocupación del trazado por el que iba a transitar La Vuelta en Madrid, algo absolutamente inadmisible y que evidentemente afecta a la propia Vuelta a España, pero también a la imagen de España y de Madrid internacionalmente”, ha afirmado su portavoz.  

Un comentario perfectamente alineado con otro de Feijóo: "La marca España no puede servir a los problemas de corrupción del Gobierno y del presidente del Gobierno"). Y, por supuesto, con las palabras de Ayuso –"Esto va contra La Vuelta ciclista, va contra Madrid, va contra España, con un presidente del Gobierno que ha dicho vosotros tendréis los votos pero yo tengo las antorchas"–, de quien es difícil escoger un solo exabrupto de la ensaladilla de barbaridades que lleva días regurgitando.

Este lunes cualquiera de septiembre sólo ha faltado Trump señalando a Sánchez como terrorista. Y denle tiempo: cuando termino de escribir este artículo es justo esa hora bruja en la que el ocupante de la Casa Blanca empieza a amenizarnos la tarde con sus boutades. Así que, quién sabe, quizá cuando lean esto el presidente español también habrá recibido lo suyo por el del tupé amarillo.

Las casualidades no existen. La derecha reaccionaria, que es la que tenemos –y pueden incluir ahí a todos los anteriormente mencionados aunque me quede corta–, no puede soportar que una protesta cívica acabe consiguiendo su objetivo, sobre todo si este les retrata. Ocurrió con el 15M; “perroflautas”, “piojosos”, “populistas”, “antisistema”, “vagos”, “radicales” es solo una selección de algunos de los adjetivos que usaron para calificar a quienes protestaron en la Puerta del Sol. ¿Cómo no iba a suceder con una acción contra la participación de Israel en una competición deportiva, si el lobby sionista tiene conexiones con más de medio PP y Vox?

Las casualidades no existen. La derecha reaccionaria, que es la que tenemos, no puede soportar que una protesta cívica acabe consiguiendo su objetivo, sobre todo si este les retrata

Esto que les relato aquí es lo que durante todo el día ha sido denominado como “batalla política” por la mayoría de medios. En su primera acepción, la RAE define “batalla” como: “Combate o serie de combates de un ejército con otro, o de una armada naval con otra”. Queda claro, pues, que es la segunda acepción a la que debían de referirse: “Acción o conjunto de acciones ofensivas encaminadas a la obtención de un objetivo”. Porque esta “batalla”, una vez más, ha sido unidireccional y procedía de un solo flanco. El objetivo no hace falta que se lo explique.

Eso sí, la victoria cívica de este domingo no va a acallarla esta pretendida “batalla”, por mucho que se empeñen. Los ciudadanos y ciudadanas españoles lo han dejado claro: los derechos humanos no se pisotean. El domingo 14 de septiembre de 2025 prendió una semilla. Que brote fuerte y sana solo está en manos de las personas que la sembraron.

*La relatora de la ONU sobre los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, aseguró este lunes que los palestinos muertos en la guerra de Gaza son muchos más de los 65.000 estimados y que el número real puede ser más de diez veces mayor.

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