Más allá de lo binario: Cómo la Generación Z redefine el género y la sexualidad

Andrea Mezquida

De unos años a esta parte, empiezan a ser cada vez más habituales los espacios diversos y los discursos en las redes sobre la importancia de la diversidad y del lenguaje inclusivo, entre otros. Lo mismo ocurre con los discursos feministas y con los altavoces utilizados por personas influyentes para hablar de temas relacionados con la diversidad sexual y de género.

La Generación Z aparece, según algunos estudios publicados, como una de las generaciones más inclusivas y abiertas en cuanto a la diversidad sexual y de género. Habiendo crecido en un mundo digitalmente interconectado y con la posibilidad de ver debates sobre todos estos temas, tanto en las redes como en las series y películas de las plataformas, desde edades tempranas, han desarrollado una comprensión más amplia de la identidad y la orientación sexual en comparación con generaciones anteriores.

Para muchos jóvenes de la Generación Z, la diversidad no es algo a esconder ni de lo que avergonzarse, sino una realidad de su día a día. Ven la identidad de género y la orientación sexual como aspectos fluidos y personales, evitando las etiquetas rígidas o binarismos impuestos. Esto se observa de manera clara en cómo utilizan el lenguaje inclusivo y defienden espacios seguros para todas, todos y todes.

En el terreno político y social, la mayoría de jóvenes de la Generación Z se han convertido en un motor de cambio. Son los primeros en denunciar discriminaciones, agresiones y en reivindicar derechos, así como en exigir representación diversa en los medios y en desafiar normas establecidas hasta ahora. Las redes sociales han sido su plataforma para amplificar voces antes ignoradas, permitiendo que personas de la comunidad LGBTQA+ encuentren apoyo y validación en espacios virtuales.

En el terreno político y social, la mayoría de jóvenes de la Generación Z se han convertido en un motor de cambio. Son los primeros en denunciar discriminaciones, agresiones y en reivindicar derechos, así como en exigir representación diversa en los medios y en desafiar normas establecidas

Sin embargo, esta apertura también se encuentra con resistencias. A pesar de su mentalidad progresista, la Generación Z sigue creciendo en un mundo donde se mantienen los prejuicios y violencias hacia la diversidad sexual y de género. El reto para ellos se encuentra en trasladar su activismo de las redes hacia cambios sociales y estructurales y en conseguir ser escuchados y tenidos en cuenta por las Instituciones, a pesar de las barreras que se encuentran y que aún perpetúan las desigualdades sociales.

Lo que está claro es que la Generación Z está dándonos una lección a las generaciones anteriores y marcando una diferencia muy importante y me atrevo a decir que histórica. Su compromiso con la inclusión y la diversidad redefine lo que significa ser una sociedad justa. El futuro está en sus manos y es probable que sea un futuro donde la diversidad no sea solo tolerada y visibilizada, sino aceptada, abrazada y normalizada, a pesar de tener un duro reto por delante, al encontrarse de frente con una parte de la Generación Z reaccionaria y con tendencias a volver al modelo tradicional de familia y pareja.

Como mujer milenial y psicóloga de gente joven, tengo grandes esperanzas puestas en esta nueva generación y en sus ideales sociales y políticos y en los principios que defienden. Confío en que el progreso siempre termina ganando y que seguirán dándonos lecciones poco a poco a las personas que ya no somos tan jóvenes.

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Andrea Mezquida Ortega es psicóloga especializada en Psicología Afirmativa y enfoque feminista.

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