Lecciones de Mamdani para la izquierda española

Ángel Viviente Core

Hace unos días, leí un interesante artículo en este diario en el que cinco jóvenes, políticos del espacio de la izquierda, opinaban sobre las lecciones que más les habían llamado la atención de Mamdani y su triunfo en Nueva York. También respondían a la pregunta de qué cuestiones consideraban exportables a nuestro país, cara a las próximas elecciones.

He estado comparando las respuestas de los cinco y he constatado (sin ninguna sorpresa por mi parte) que lo que han extraído de los mensajes de Mandami es bastante similar.

Citaré algunos de ellos que son compartidos por la casi totalidad de las respuestas con algún matiz o en muchos casos sin ninguno.

Estos son los siguientes y tal vez me deje alguno en el camino:

  • La juventud de los “mensajeros”, empezando por Mamdani mismo y sus colaboradores. El objetivo de dirigirse a la juventud y a sus problemas.
  • Los mensajes claros, empáticos y directos.
  • La posición clara antirracista y muy ligada a las condiciones de los inmigrantes.
  • El apoyo a los movimientos LGTBI.
  • El gran problema de la Vivienda y el control de los precios del alquiler.
  • El apoyo a los servicios públicos, el comercio, el transporte.
  • La subida de impuestos a los de más poder económico para potenciar estos servicios.
  • Los salarios de los trabajadores.
  • El acceso directo a la gente en un proceso de puerta a puerta.
  • La emergencia climática.

Repito que estos mensajes fueron compartidos por los cinco políticos en prácticamente su totalidad.

Ahora bien, a ninguno se le ocurrió tomar la, para mí, principal lección de lo que ha significado el triunfo de Mamdani. Y esta es que todos los votantes progresistas de Nueva York votaron esta opción como la común y única. A ninguno de ellos se les pasó por la cabeza esa lección.

No se me ocurre pensar qué hubiera ocurrido si el votante progresista neoyorquino se hubiera encontrado con la tesitura de elegir entre cinco propuestas diferentes, pero similares en sus contenidos. ¿Alguien piensa que hubiera ganado como lo ha hecho?

Me ha parecido ver en las respuestas de nuestros jóvenes políticos que les ha parecido perfecto extrapolar estas lecciones que han mencionado a sus programas y a su forma de afrontar unas elecciones. Tal vez se imaginen que lo harán mucho mejor que sus oponentes y que, por tanto, su respectivo líder se convertiría en el Mamdani español. Sin embargo, la palabra "Unidad" brilla por su ausencia. Craso error.

La estrategia del “puerta a puerta” de Mamdani, cuando es utilizada por cinco diferentes propuestas, tan solo va a conducir al hartazgo más terrible de los posibles votantes de izquierdas. El segundo, o como mucho el tercero que golpee una puerta para contar algo muy similar a lo que le han contado el día anterior, con lo que se va a encontrar es con un portazo en sus narices. Y lo de la puerta tómese como metáfora, porque todo lo que escuchen repetido en redes, actos, presentaciones, a estos votantes les va a sonar igual, excepto a los muy convencidos militantes de cada partido, que no forman la gran masa de los electores.

Fijémonos en que las propuestas esbozadas con anterioridad son el embrión de un programa político. Programa que, aumentado con cuatro cosas más, puede servir de base para un Programa de Mínimos que claramente puede ser aceptado por todos esos partidos. 

Pero, ah, amigos, acordar unos mínimos para un programa común no es el gran problema. Eso se puede solucionar en unas pocas reuniones. El problema enorme y muy difícil de resolver es el del reparto de poder al constituir las listas electorales. Ahí hemos topado. Y eso porque, además, los que discuten su composición son los que luego estarán colocados o no en posiciones de “salida”. Y con estas batallitas entre ellos, lo que querrían es obtener un poder que simplemente significa que dos o tres personas de cada partido figuren en el Parlamento, sin ninguna opción para ejercer una mínima influencia para aplicar políticas que se opongan a este futuro tan desesperanzador.

Entonces, me pregunto, ¿estos líderes miran por el bien general de la población, por el de sus partidos o, más allá, por su futuro personal? La cuestión es triste y trae consigo consecuencias muy funestas para la izquierda.

La situación global en estos momentos es muy peligrosa, con el abandono de los Derechos Humanos por doquier, la degradación de la Justicia, la limitación de las libertades, la caída de derechos ciudadanos, el imperio de los más poderosos y todo ello con un incremento de los movimientos fascistas, no solo en nuestro país, que han arrastrado a las derechas, temblorosas por perder su poder. 

Una Unidad basada en el respeto y la escucha, en una búsqueda por encontrar los lugares comunes que consigan aglutinar a los que quieren enfrentarse a esa degradación

Y en estas circunstancias, con una izquierda desnortada y que ha perdido sus referencias y se debate en disputas por conseguir tan solo una mínima parte del pastel, la única opción, en mi opinión, que pudiera hacer frente a esta situación es la de la UNIDAD.

Una Unidad basada en el respeto y la escucha, en una búsqueda por encontrar los lugares comunes que consigan aglutinar a los que quieren enfrentarse a esa degradación. Con un planteamiento generoso y en el que los viejos rencores desaparezcan (tal vez echándose a un lado los que están llenos de ellos). Dejando que sean los jóvenes los que encuentren ese camino, libres de toda contaminación del pasado.

Creo que sería posible encontrar puntos de acuerdo que sirvan para entusiasmar y aglutinar a los votantes a los que lo que se les viene encima da pavor. Con una opción clara, nítida y única, con unos puntos con los que todos los que formen ese espacio se comprometan a lo largo de la legislatura. Sin batallas de poder, en el entendimiento, la empatía y la comprensión. Algo que nos aglutine igual que Mamdani aglutinó a todas esas personas en New York.

Ojalá que nuestros partidos de izquierda se lo piensen y reaccionen. Aún hay tiempo.

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Ángel Viviente Core es miembro de la Sociedad de Amigos de infoLibre.

Ángel Viviente Core

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