De nuevo su 12 de octubre

Aviones nos atruenan desde el cielo de Madrid.

Y es que se acerca (en dos días) el Día de la Fiesta Nacional.

Por cierto, ¿es el descubrimiento de América el hecho esencial que nos define como nación? ¿No sería más acorde con la sociedad actual que la fiesta nacional coincidiera con el día de la Constitución, que expresa el acuerdo de los españoles para convivir en paz y libertad?

Paseos, desfiles, contaminación (atmosférica y acústica), vivas al Jefe de Estado no elegido y a una idea de nación representada por la Corona y el ejército.

Y lo que aquí nos interesa, horas de insultos al Presidente del Gobierno –este sí, elegido por nosotros a través de la mayoría de los representantes de la soberanía popular– y a los miembros del Consejo de Ministros (¡qué ganas!) que acudan.

Siempre pienso: ¿por qué irá Sánchez, por qué estar quieto durante horas recibiendo insultos, quizá cada año peores, de quienes hacen gala de tan peculiar idea de nación?

Por supuesto es una pregunta retórica. Es el Presidente del Gobierno y "tiene" que ir, claro. (En el Partido Socialista, me imagino que ya acostumbrados, se autoconvencerán llamándolo "responsabilidad institucional"... Ya se sabe, hacer de tripas corazón)

Como en nuestro sistema político hay de facto muchas cosas pactadas antes del juego democrático (esto es, Franco dejó no todo pero sí muchas cosas atadas y bien atadas), en nuestro país siempre es "Hay que", "Tiene que", "No puede ser de otra forma".

En todo caso se pondrá en escena como cada año la fotografía socio-político-institucional de España:

1. Un jefe del Ejecutivo y unos ministros de izquierdas. De todos los que allí estarán, los únicos a quienes hemos votado.

2. Una Jefatura del Estado y un monarca designado por Franco (da igual que sea el hijo, el origen es ese).

3. Unos símbolos nacionales y una idea nacional, en fin, ligada a dos instituciones no electas.

4. Una representación de la sociedad civil pequeña pero concentrada, siempre militante, y que hasta hace unos años podíamos decir que prácticamente ni disminuía ni aumentaba con el tiempo.

La suma de la entrada de Vox en escena, la derechización del Partido Popular que ésta ha traído, sobre todo en las Comunidades Autónomas donde gobiernan, y la ola reaccionaria global desgraciadamente han parecido derechizar a la sociedad española y hacer crecer el bloque conservador-reaccionario.

La suma de la entrada de Vox en escena, la derechización del Partido Popular que ésta ha traído, y la ola reaccionaria global desgraciadamente han parecido derechizar a la sociedad española y hacer crecer el bloque conservador-reaccionario

En cualquier caso, un núcleo sociopolítico fuerte y agresivo a partes iguales con las otras Españas (a quienes niega tal condición) y con quienes quieren poder votar si quieren seguir siendo España o no.

Los insultos al Presidente del Gobierno, nos caiga en gracia más o menos, lo son a todos los y las españolas demócratas que hemos elegido a este Gobierno. Y lo son, en fin, a la soberanía popular. Al derecho del pueblo español y de los demás pueblos de España a gobernarse.

Año tras año, la mayoría de la sociedad española tiene que asistir –callada, en casa, casi como si no fuera nuestro país– a este día de reivindicación militante y agresiva de una idea de nación por una pequeña parte de ella que se cree sin embargo su totalidad.

¿Hasta cuándo este día ajeno a la gran mayoría de la sociedad española?

¿Para cuándo la constitucionalización de la fiesta nacional?

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Guillermo Errejón Galván es sociólogo.

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