García Ortiz no contesta a las acusaciones y mantiene su inocencia: "La verdad no se filtra, se defiende"
El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha rechazado responder a las acusaciones personadas en su juicio, incluida la que ejerce el abogado de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, a quien le ha reprochado tener una actuación "desleal" no con él, sino con el tribunal. Además, se ha ratificado en su inocencia, sosteniendo que en ningún momento filtró nada, para acabar con un alegato final en el que ha afirmado que "la verdad no se filtra, la verdad se defiende".
En la penúltima jornada de su juicio por presunta revelación de secretos, pasadas las 16:10 horas, García Ortiz se ha quitado la toga con la que ha seguido la vista oral desde estrados al lado de sus abogados y se ha sentado en la mesa frente al tribunal para tomar la palabra este miércoles en el Supremo.
A preguntas del presidente del tribunal, ha explicado su decisión de no contestar a ninguna de las siete acusaciones personadas, que le piden entre 4 y 6 años de prisión y hasta 12 de inhabilitación por presunta revelación de secretos. La razón es que considera que, principalmente por parte de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, no ha habido "lealtad procesal en la búsqueda de la verdad" por varios motivos.
El fiscal general, que se ha ratificado en la declaración en la que negó haber filtrado ninguna información sobre la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, ha explicado que en su querella, el empresario Alberto González Amador omitió "un dato fundamental": el correo en el que su abogado propuso un pacto al fiscal que le investigaba también se envió a otra institución. Se refiere a que el letrado también se lo mandó a un abogado del Estado y que sin esta información la investigación se dirigió directamente hacia la Fiscalía.
Pero además ha recordado que la pareja de la presidenta madrileña envió un correo del fiscal que le investigaba al jefe de gabinete de la Comunidad, Miguel Ángel Rodríguez, para que hiciese "un uso político del mismo". Ese correo salió más tarde reproducido en un medio de comunicación.
Tanto eso como que después habló con el autor de la noticia de El Mundo que atribuyó la iniciativa del pacto a la Fiscalía y no al abogado se han descubierto por la investigación, no porque lo manifestase la pareja de Ayuso, ha subrayado el fiscal general.
Y tampoco ha visto lealtad procesal en la petición del abogado de González Amador de la responsabilidad civil que le reclama, casi como una "pena anticipada", renunciando a la responsabilidad subsidiaria del Estado porque, en su opinión, eso significa que "no le interesa" asegurar su resarcimiento, sino simplemente dirigirse contra él, "contra Álvaro García Ortiz".
Sobre Rodríguez, el fiscal ha tildado de "insidia" y "calumnia" los mensajes que el jefe de gabinete de la Comunidad de Madrid publicó y envió "contra la Fiscalía española" y "contra los superiores" del caso de la pareja de la presidenta madrileña.
García Ortiz ha relatado cómo a las 20.50 del 13 de marzo, la fiscal superior de la Comunidad de Madrid, Almudena Lastra, le llamó - "la primera ve que me llama desde que soy fiscal general, y más al teléfono personal y a esas horas"- para manifestarle "una inquietud importante" que le había llegado por su director de comunicación.
Y es "que el jefe de gabinete de la Comunidad de Madrid está distribuyendo whatsapps en el que dice que la Fiscalía ha ofrecido un pacto a la pareja de la presidenta, que ese pacto ha sido retirado 'por ordenes de arriba', y añade, 'todo turbio'".
Al respecto, García Ortiz ha dicho que Lastra, con esta llamada, "le está dando credibilidad a que este bulo es importante y por eso me llama", sobre todo porque "la fuente es muy importante, es el jefe de gabinete de la presidenta, es una fuente oficial y relevante"; por tanto, "si está diciendo esto, tenemos que estar alerta".
Minutos más tarde es cuando El Mundo publicó que la Fiscalía ofrece un pacto de conformidad a González Amador, una noticia que después rebatió la Sexta diciendo que había sido al contrario.
Fue entonces, ha continuado, cuando se enteró de que el jefe de gabinete de Ayuso estaba "mandando a dos chats, donde hay 100 periodistas, una transcripción del correo del fiscal del 12 de marzo -que publicó El Mundo- y una coletilla" con el mismo mensaje de las "órdenes de arriba", que había estado enviando ya horas antes, un mensaje que más tarde hizo público en un tuit. "Eso nos alerta más todavía", ha explicado el fiscal general, quien aún estaba recopilando los correos para saber lo ocurrido.
García Ortiz no ha dudado en tildar esta actuación de "insidia y "calumnia contra los fiscales de la Fiscalía española". "Nadie ha retirado u ordenado nada, no hay órdenes de ningún tipo para que así se haga. Es una calumnia contra los superiores del caso".
La fiscal Lastra no le informó de la oferta de González Amador
En cuanto a Lastra, García Ortiz, ha afirmado que no le informó de la oferta de conformidad que hizo el abogado de Alberto González Amador y ha dejado claro que debió hacerlo "directa e inmediatamente".
El fiscal dice que conoció la denuncia el 7 de marzo de 2024, el día después de que el periodista de eldiario.es Jose Precedo llamase a la directora de Comunicación de la Fiscalía interesándose por una investigación relacionada con la empresa Maxwell Cremona que tenía que ver con la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Cuando tuvo conocimiento, advirtió al teniente fiscal de la Secretaría Técnica, Diego Villafañe, y con eso dio por iniciado el procedimiento de dación de cuentas, regulado en el artículo 25 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, que establece que deben ser comunicados al fiscal general los asuntos trascendentes o importantes.
En su relato cronológico de los hechos acaecidos hasta que en la tarde del día 12 y la mañana del día 13 salieron a la luz los correos electrónicos de la negociación entre el abogado de González Amador y el fiscal del caso, ha explicado que no fue informado en ningún momento de que ese fiscal había comunicado a su superior, Almudena Lastra, la oferta de pacto que había realizado el letrado. "Desde luego tendrían que haberme informado directa e inmediatamente", ha recalcado García Ortiz.
Borrado del móvil
Sobre el borrado de su móvil, ha negado que tratase de ocultar nada, algo que hace de forma habitual y que es "preceptivo" dado el volumen de información sobre terceros que alberga y que, de serle sustraída, pondría "en peligro" a personas de este país.
"No hay ningún ánimo de ocultación", ha dejado claro el fiscal general sobre uno de los aspectos que fueron tomados por el juez que le investigó como indicios en su contra: el borrado de su móvil y el cierre de su cuenta de correo electrónico. En este sentido, ha vuelto a recordar que todas las guías en materia de protección de datos aconsejan una "máxima": eliminar los datos personales que no son objeto de tratamiento.
"Por eso tengo borrados automáticos. Tengo borrados de 24 horas, evidentemente con muchos chat, pero sistemáticamente repito, sistemáticamente, yo no hago o no permito que permanezca más de un mes en mi Whatsapp la información que pueda tener información profesional o relaciones profesionales, no lo permito", ha asegurado.
Porque, ha continuado, los datos que almacena en su terminal no son suyos, sino de terceras personas y abarcan multitud de procesos judiciales, secretos o no. Él solo los custodia y utiliza.
García Ortiz ha subrayado por ello que ni en el mes anterior al 16 de octubre de 2024 -fecha en la que la UCO detectó el borrado de su móvil-, "ni el anterior, ni el anterior" existían ya los mensajes que "se supone que son objeto de esa causa", que se remite a marzo de ese año.
El delegado de protección de datos de la Fiscalía confirma que el fiscal general acertó al borrar sus datos
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"Eso que dicen que yo tengo y debería haber enseñado para exculparme", ha subrayado el fiscal, que ha recalcado que él proporcionó todas sus contraseñas a los agentes que registraron su despacho.
Un registro "particularmente grave y doloroso" para la Fiscalía en la que -ha continuado- entregó también las contraseñas de su cuenta de correo privado en la que recibió los correos que se cruzó el abogado de la pareja de Díaz Ayuso con el fiscal que le investigaba en busca de un pacto.
Esa cuenta también la cerró, ha explicado el fiscal general, pero lo hizo en diciembre -dos meses después de que la UCO entrase en su despacho, ha recalcado-, debido a los mensajes "amenazantes y feos, muy feos" que empezó a recibir cuando se filtró uno de los informes de la Guardia Civil sin anonimizar.