La mediadora en la segunda estafa a Almeida dice haber perdido todos sus correos y que no cobró comisión

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.

Continúa avanzando la investigación en relación con la segunda gran estafa al Ayuntamiento de Madrid durante la pandemia. El titular del Juzgado de Instrucción número 30 de Madrid, Jorge Bartolomé, ha tomado este viernes declaración en sede judicial a la empresaria que medió entre la consultora estadounidense Sinclair&Wilde y el equipo de Almeida para la compra por 2,5 millones de euros de una remesa de 500.000 mascarillas que nunca pudieron llegar a utilizarse. Durante su comparecencia, la administradora única de Aifos Servicios Legales y Consultoría, Araceli Vida, ha señalado que nunca cobró comisión por sus labores de intermediación y ha resaltado que su relación con la firma extranjera, que le generó confianza por su posicionamiento en el comercio internacional, fue a través de otra compañía. Además, ha señalado que hace unos meses perdió todos sus mails.

La abogada y economista ha sido desde el principio una pieza clave en el caso. Al fin y al cabo, ella es el nexo de conexión entre la Administración madrileña y la firma dirigida por el empresario franco-israelí Philippe Solomon. Su nombre llegó a dependencias municipales a través del abogado Carlos Fernández-Pita González. El 21 de marzo de 2020, el letrado reenvió un correo a Borja Fanjul Fernández-Pita, presidente del Pleno del Ayuntamiento de Madrid, en el que la administradora única de Aifos se presentaba y ofrecía sus servicios para "buscar la mejor oferta de suministro" entre las fábricas con las que trabajaba. Un mail que el concejal reenvió a su vez a la presidenta de la funeraria municipal, Inmaculada Sanz Otero. Por aquel entonces, todas las contrataciones se hacían a través de la Empresa Municipal de Servicios Funerarios.

Durante su declaración ante el juez, según señalan fuentes jurídicas, la testigo ha reconocido que en los momentos duros de la pandemia ofreció la posibilidad de conseguir suministro de material sanitario "a diferentes empresas y administraciones", aunque de este último grupo solo consiguió "fraguar contratos" con el Ayuntamiento de Madrid. En relación con esto, ha sostenido que se puso en contacto con un tal "Charlie" –las acusaciones sospechan que se refiere a Fernández-Pita– por recomendación de una periodista y que, tras ese correo, se pusieron en contacto con ella desde el consistorio de la capital. A partir de entonces, comenzó su interlocución con la jefa de compras, Elena Collado, si bien recuerda haber intercambiado algún correo también con Engracia Hidalgo, delegada de Hacienda.

"Mera transmisora de documentación"

Vida se ha identificado durante su declaración, según las mismas fuentes, como "mera transmisora de documentación", al tiempo que ha asegurado que le "mereció confianza" Sinclair por ser una empresa "posicionada en el comercio internacional". Esto último es algo que se desprende de los emails, desvelados por infoLibre, que intercambió con Collado durante las apresuradas negociaciones para la adquisición de los tapabocas. "Como ves es tremendamente serio (....), nos está dando todo tipo de garantías para que nos fiemos de él. Para mí es absolutamente confiable", señala en uno de sus mensajes tras explicar a la jefa de compras del consistorio que el proveedor les estaba ofreciendo la posibilidad de pagar por cuenta escrow, lo que permitía que la mitad del dinero no se liberase hasta la comprobación de que la mercancía embarcada era la que se había encargado.

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La empresaria ha apuntado que llegó hasta Sinclair&Wilde a través de otra compañía: Delphos. Sobre esta empresa, consta en el sumario del caso un correo electrónico que un tal Christian Garcia, quien se presenta como CEO de Delphos Inversiones Europeas, envía a Collado después de que el Ayuntamiento de Madrid se sintiera estafado con las mascarillas recibidas. En el mail, sostiene que Solomon defiende que nunca se le ha contactado "directamente" desde el consistorio "para expresarle la no conformidad de las mascarillas" y resalta que desde Sinclar no reconocen como "válidas" las conversaciones con Delphos porque él no es "el cliente". Por eso, desde esta última firma recomiendan escribir formalmente a Sinclair reclamando "la no conformidad con el producto" y que se abra una vía de comunicación con la consejera de Asuntos Económicos de la Embajada de Estados Unidos para ver cómo proceder.

En este sentido, y siempre según las mismas fuentes, Vida ha reconocido haber mantenido contactos tanto con la gente de Delphos como con el propio Solomon "en algunas ocasiones", aunque ha señalado que a él no le ha visto nunca en persona. Además, ha asegurado al juez que ella no cobró comisión por intermediación "alegando que, por ética profesional y dado que la operación no salió bien, no quiso hacerlo". Y ha apuntado que "todos los correos de su cuenta" se borraron "accidentalmente" hace algunos meses.

La compraventa está siendo investigada en el Juzgado de Instrucción número 30 de Madrid por un presunto delito de estafa agravada. De hecho, su titular ya ha decidido librar una comisión rogatoria a Reino Unido para localizar y citar al empresario, al que se le puede encontrar bajo dos identidades –Philippe Haim Solomon o Philippe Víctor Chaim Hababou– y que puede operar con tres pasaportes diferentes: uno israelí, otro de Guinea Bissau y un último de Francia. "No se tiene constancia que el investigado haya residido en España, o se le pueda localizar aquí", aseveraba a mediados de mes el juez, quien también dejaba constancia de que una de las partes en el proceso había aportado un posible teléfono de contacto. Una vez localizado, el instructor dice que deberá comparecer en el juzgado "el próximo 26 de mayo a las 10 de la mañana". De no hacerlo, se podrá cursar una "orden de detención nacional o internacional".

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