Escándalo de las tarjetas

IU Madrid desoye otra vez la orden federal de depurar responsabilidades por el ‘caso Bankia’

Cayo Lara, el pasado 4 de diciembre de 2014 en un acto político en Bilbao.

Otra vez el escándalo de las tarjetas vuelve a Olimpo, la sede federal de Izquierda Unida. Un tema que lleva arrastrándose desde hace más de dos meses y que aún sigue abierto. Aunque este domingo, en la reunión de la Presidencia Federal puede llegar a su capítulo final, para bien o para mal. Pero antes se volvió a instar a la dirección madrileña a que proceda a depurar responsabilidades y exija el cargo, orgánico o institucional, a quienes tomaron decisiones clave sobre la participación de IU en Caja Madrid y Bankia. Fue el pasado miércoles, en el encuentro que mantuvieron Cayo Lara y los barones regionales. Pero Madrid ha vuelto a desoír el ultimátum. No ha cortado cabezas. 

En IU el caso ya quema en las manos de muchos dirigentes. La sensación extendida, más que de cabreo, que también, es de cansancio y de ganas de que el serial concluya ya, definitivamente. Comenzó después de que eclosionase el escándalo de las tarjetas opacas, que descubrió que José Antonio Moral Santín, exvicepresidente de la entidad, gastó 456.522,20 euros. Y destapó que los otros dos representantes en la caja nombrados a propuesta de Izquierda Unida-Comunidad de Madrid, Rubén Cruz y Juan Gómez Castañeda, también tiraron, y mucho, de su visa black (33.763,54 euros y 128.000,44 euros). Los dos primeros ya no tenían carné de militante desde hace años y el tercero nunca lo tuvo. La federación madrileña constituyó una comisión de investigación que, tras unos trabajos exprés, halló responsable al diputado autonómico Antero Ruiz, un cargo de segundo nivel.

Aquello soliviantó al resto de federaciones. Querían más responsables. Y el 10 de noviembre la Presidencia Federal aprobó pedir la dimisión o el cese de los coordinadores regionales que tomaron decisiones relevantes sobre Caja Madrid y Bankia, y dio un plazo de tres días a IU-CM para poner los nombres sobre la mesa. Aunque apenas hacía falta. Los tres marcados, implícitamente, fueron los tres exlíderes regionales que aún están en primera línea. Uno, Ángel Pérez, coordinador entre 1993 y 2000 y actual portavoz municipal, también señalado por la "inadecuada gestión" de Fundeste, la fundación de IU-CM que él presidió hasta 2013, y que durante dos décadas no presentó sus cuentas. Dos, su inmediato sucesor, Miguel Reneses (2000-2002), secretario federal de Organización de Lara desde 2008. Y tres, Gregorio Gordo (2009-2012), hoy portavoz en la Asamblea de Madrid. 

Acelerones y frenazos

La dirección madrileña desoyó el mandato, que consideró "inaceptable". Y a continuación pidió a la cúpula de Cayo Lara un aplazamiento, con la excusa de que estaba sumergida en pleno proceso de primarias para la elección de sus candidatos a la Comunidad y al Ayuntamiento. El Consejo Político Federal del 16 de noviembre lo aceptó. Congelaba la depuración de responsabilidades hasta pasada la votación, con la intención asimismo de esperar al informe de la comisión de transparencia federal, el órgano que componen cuatro miembros del equipo de Lara –Ramón Luque, Antonio Cortés, Lola Sánchez y Manuel Fuentes– y que ha ido entrevistando a dirigentes de IU-CM y recibiendo ingente documentación en las últimas semanas. 

Pasaron las primarias, que ganaron los candidatos identificados con el cambio, Tania Sánchez (para la Comunidad) y Mauricio Valiente (Ayuntamiento), tanto entre los militantes como entre los simpatizantes, arrollando al antiguo sector mayoritario, el conformado por la feligresía de Pérez (SomosIU). Eddy Sánchez, el coordinador regional, dimitió. Pero nadie dio un paso atrás. Nadie dimitió. Más aún: la vieja guardia se atrincheró y, apoyándose en la mayoría de la que goza en la dirección, se negó a disolver la ejecutiva de IU-CM. Eso ocurrió este pasado martes, 9 de diciembre. 

Al día siguiente, Lara reunió a sus barones para preparar la Presidencia Federal del domingo, convocada para resolver dos asuntos nucleares: zanjar las responsabilidades políticas por el caso Bankia y aprobar el reglamento de las primarias para la elección del candidato a la Moncloa. 

Por parte de Madrid, caído Eddy Sánchez, acudieron Pepa Merín y Carlos Paíno, responsables del Área Interna y de Organización. Ella, del sector de Tania Sánchez y Mauricio Valiente; él, del clan de Pérez. Y allí ambos pudieron escuchar, de nuevo, la posición mayoritaria de las federaciones. Querían dimisiones ya. "Fue el sentir mayoritario, seguían en la posición de pedir cabezas. Da igual lo que digamos. Ya hay objetivos prefijados", relataron fuentes de IU-CM a infoLibre. Al final, se lanzó un ultimátum: se pidió "un gesto" de generosidad, un "movimiento" de los excoordinadores señalados. Un paso atrás, como hicieron Willy Meyer, al estallar el escándalo de la sicav de los eurodiputados, y el propio Cayo Lara, al anunciar que no repetiría como aspirante presidencial. 

Una previsible resolución taxativa

Madrid se comprometió a "intentar buscar una fórmula de encuentro", una solución "negociada". Pero en las últimas horas, desde el miércoles, no se ha producido ningún gesto, ninguna dimisión. Y no es previsible que ocurra en las próximas horas, antes de que se abra la Presidencia Federal, a las 10.30 horas de mañana domingo. Tampoco se espera que se convoque ningún órgano regional de forma exprés. La siguiente convocatoria prevista es la de la Presidencia de IU-CM, el martes 16, en la que se tiene que elegir a una dirección colegiada que sustituya en sus funciones al dimisionario Eddy Sánchez. 

Fuentes de IU-CM señalaron que quien se "prestó a esa búsqueda de acuerdo" fue el coordinador de la Presidencia Federal y líder del PCE, José Luis Centella. Él negó a este periódico estar haciendo ningún tipo de mediación. De modo que, salvo que haya conversaciones a lo largo de este sábado, la suerte se decidirá en la reunión de mañana. En ella, los miembros de la comisión de transparencia leerán ante la setentena de dirigentes que conforman el órgano su informe de conclusiones que, según indican en la dirección de Lara –la ejecutiva lo escuchó el miércoles–, ratifica los estudios preliminares que sirvieron de base para la dura resolución del 10 de noviembre. 

Distintos coordinadores consultados componían un relato semejante. Existe una sensación de enfado, y también de hartazgo. La sensación generalizada es que la Presidencia del domingo debe liquidar este asunto, sin más demoras, porque ahora toca concentrar toda la atención en la campaña de las autonómicas y municipales y en las primarias federales. De modo que la previsión es que, si Madrid no mueve ficha, se apruebe una moción aún más contundente que la del 10 de noviembre, en la que (esta vez sí) se pongan nombres y apellidos sobre la mesa. Territorios de mucho peso como Andalucía o Valencia y medianos como Aragón, así como el amplio sector que más conecta con Alberto Garzón tienen una posición muy clara, de exigencia máxima, de modo que es muy complicado que las cosas se tornen. 

Lentos cambios en Madrid

¿Quién debe pagar? Aquí las lecturas no son tan unívocas. En principio, los más debilitados son Pérez y Gordo, no sólo por su papel como excoordinadores, sino por sus declaraciones recientes. En el primer caso, de apoyo a Moral Santín hasta que estalló el caso de las tarjetas, y aun después, subrayando que comparte un discurso con él. Y en el segundo, por su negativa a ceder el paso en la portavocía de la Asamblea a la vencedora de las primarias, Tania Sánchez. La implicación de Reneses con Caja Madrid y Bankia sería menos clara, ya que ocupó el cargo de líder regional en un periodo muy corto (de diciembre de 2000 a marzo de 2002). No obstante, dentro de IU se le ve ya tocado. Más ahora que emerge el liderazgo de Alberto Garzón, radicalmente enfrentado a él. 

"Hay que liquidar los asuntos, no podemos estar más con esto. Hay que tomar decisiones, eso está claro, por mucho que Madrid se resista", confiaba un coordinador territorial. "Pedir dimisiones es el sentir de la militancia. Y ellos debieran atender ese mensaje, cuanto antes. Lo que tengo claro es que la dinámica del sector de Pérez no va a prosperar", sentenciaba otro. La convicción es que, antes o después, habrá cambio en IU-CM, porque Sánchez Melero y Valiente ganaron con rotundidad las primarias, así que el grupo de SomosIU tendrá que asumir su derrota. Ni siquiera le valdrá esgrimir ante las federaciones las informaciones que han salpicado a la diputada por su gestión cuando era concejala. "Eso no cuela. Ella está empoderada por las bases y por los simpatizantes. Goza de un refrendo que no tiene nadie más en IU Madrid", reflexionaba un miembro de la cúpula de Lara. 

Lo cierto es que no hay señales de que la vieja guardia vaya a ceder el poder. Se negó a disolver la ejecutiva para acomodarla a "la nueva mayoría", como la definen los partidarios de los vencedores. Ambos, Sánchez y Valiente, lanzaron este viernes un comunicado en el que reclamaban una nueva dirección y la asunción de responsabilidades políticas por el caso Bankia.

Puede haber una resolución rotunda y taxativa este domingo, pero la duda que seguirá persiguiendo este culebrón es si se cumplirá la orden o no, si se arbitrarán mecanismos coercitivos para obligar a IU-CM a echar a los señalados por su participación en Caja Madrid y Bankia.

Se podrá votar online en las primarias

La Presidencia está llamada a aprobar el reglamento de las primarias. A falta de los últimos ajustes, hay varias cuestiones acordadas, según confirmaron varias fuentes a este diario: serán votaciones abiertas a militantes y simpatizantes mayores de 16 años, los candidatos deberán recoger avales de entre un 5% y un 20% del censo, y se podrá emitir el sufragio por tres vías: presencial, por correo y telemáticamente, a través de Internet. Un modelo más abierto que el de IU-CM, donde sólo se permitía emitir la papeleta en la urna, en las asambleas de base. Habrá al menos un debate entre los aspirantes. Además, se prevé aplazar la votación una semana sobre el calendario inicialmente programado, hasta el 15 de febrero. 

El proceso se solapa con otras primarias autonómicas. Asturias, por ejemplo, votará el 24 de enero, y en ellas se enfrentan el coordinador regional, Manuel González Orviz, y el diputado y exlíder federal Gaspar Llamazares. Castilla y León y Castilla-La Mancha las celebrarán a primeros de año también. Murcia elige este sábado entre tres candidatos: el barón autonómico, José Antonio Pujante, y los dirigente Candi Marín y Víctor Egío. Valencia ya designó al suyo: Ignacio Blanco

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Izquierda Abierta no se anima por ahora

A las primarias federales sólo hay, de momento, un corredor en pista: el diputado por Málaga Alberto Garzón, secretario de Proceso Constituyente y Convergencia. No está claro si tendrá rival, porque existe un consenso muy amplio y transversal en torno a él. Izquierda Abierta, el partido coliderado por Gaspar Llamazares y Montse Muñoz, no se anima. Considera que el reglamento es "claramente insuficiente" para poner en marcha un proceso que "genere el interés, el debate y la presencia mediática que necesita IU", aunque se felicita de que al menos haya primarias, cuando para las europeas se bloqueó esa posibilidad. "Esperamos asimismo que concurra más de un candidato y que haya calidad en esa concurrencia en base a la capacidad propositiva de quienes se presenten y a que tengan diferentes modelos que confrontar democráticamente", señalaba anoche el dirigente Tasio Oliver. Él se descarta de la carrera: "No estoy tan loco, aunque Alberto necesita demostrar lo que algunos ya sabemos que vale". 

La Presidencia, pues, espera cerrar una puerta, la del caso Bankia, y abrir otra, la de las primarias federales, en las que ha de consumarse el relevo generacional y el cambio de caras para poder combatir el fenómeno Podemos. Que, entre tanto, está en boga y no se ha desinflado. 

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