Comparecencia de Carlos Mazón
Mazón dice ahora que tenía el movil "en la mochila" cuando le llamó Pradas y que renunció a sus escoltas
Carlos Mazón sigue dando versiones de lo que ocurrió el 29 de octubre de 2024 más de un año después de la tragedia que arrasó l’Horta sud valenciana y que provocó 229 muertes a su paso. Esta vez, en la comisión de investigación del Congreso, en la que el jefe del Consell en funciones ha perdido en más de una ocasión los nervios, a diferencia de lo que ocurrió la pasada semana en la de Les Corts, en la que optó por no responder a las preguntas de la oposición. En esta ocasión el formato era distinto y a Mazón le tocó responder a algunas preguntas incómodas y, aunque intentó zafarse de la mayoría de ellas, en otras no le quedó más escapatoria. Pese a no estar acompañado por ningún miembro de la dirección nacional del PP, los diputados allí presentes le aplaudieron al finalizar la comisión, en lo que será con toda probabilidad su último examen en una cámara institucional.
Es lo que ocurrió, por ejemplo, durante el turno de preguntas de la diputada de Compromís, Àgueda Mico. Después de que Micó le preguntase insistentemente sobre su paradero tras salir del restaurante El Ventorro —en una comida que duró casi cuatro horas— y el motivo por el que no le cogió el teléfono a l’exconsellera de Interior, Salomé Pradas, a las 19.10, Mazón dio una nueva explicación al afirmar que "tenía el móvil en la mochila" mientras se dirigía al Palau de la Generalitat andando. "No sé si estaba andando y tenía el móvil en la mochila", respondió el aún jefe del Consell. Según el registro que entregó Mazón, entre las 18.57 y las 19.34 no contactó con nadie. Más allá de la explicación sobre que no tenía el móvil en la mano, no supo contestar a por qué no atendió las demás llamadas, pese a presumir de estar comunicado toda la tarde. Tampoco quiso enseñar sus WhatsApps.
También le ocurrió durante el turno del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que protagonizó la comparecencia más dura de la jornada, con múltiples protestas de los diputados del Partido Popular presentes en la comisión, a los que Rufián acusó de ser "cómplices" del president de la Generalitat. El republicano le preguntó a Mazón si los escoltas le acompañaron al restaurante El Ventorro cuando comenzó la comida y también cuando salió, entrada ya la tarde. El valenciano admitió que sí le escoltaron hasta la entrada al restaurante, sobre las 15 horas, pero que no lo hicieron a la salida, cuando él acompañó a la periodista Maribel Vilaplana a un parking cercano. Así, cabe deducir que tenía prevista acabar su jornada cuando entró a la comida.
Según el relato de Mazón, la máxima autoridad valenciana fue sin escoltas hasta un parking ubicado en el centro de la ciudad, en dirección contraria al Palau, sobre las siete de la tarde y después regresó caminando por la calle sin seguridad alguna. Mazón justificó después la presencia de los escoltas por los "escraches" que, según él, organiza el PSOE y la izquierda contra él, pero tampoco supo responder por qué no estaban por la tarde.
En los veinte minutos que duró la comparecencia de Rufián, este narró las historias de algunas de las víctimas que murieron ese fatídico 29 de octubre y le enseñó al president sus fotografías. El portavoz de ERC le recriminó que siguiera de comida cuando "la mayoría de las víctimas" ya se habían ahogado. Un dato que Mazón ha cuestionado, insistiendo en que no tuvieron conocimiento de los fallecimientos hasta la madrugada. Sin embargo, esa información aparece en los autos judiciales de la jueza de Catarroja, Nuria Ruiz Tobarra, como le ha recordado el propio Rufián.
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El jefe del Consell en funciones, al igual que lleva haciendo desde hace un año, volvió a justificar su actuación excusándose en el falso “apagón informativo" de las agencias meteorológicas. "En base a la información de la que se disponía, no se podía actuar de otra manera", llegó a afirmar en respuesta a las preguntas del diputado de EH Bildu, Óscar Matute. “Nada hubiera cambiado si yo hubiera llegado antes al Cecopi porque la información no había llegado. Decían que iba a ser una reunión corta porque la AEMET aseguró que la tempestad acababa a las seis de la tarde", añadió.
Lo cierto es que la Aemet llamó a Emergencias de la Generalitat para advertirle de que lo peor llegaría entre las 15.00 y las 18 horas, pero no afirman, como sostiene Mazón, que iba a irse hacia la serranía de Cuenca. También es falso que la Aemet dijera que iba a llover 180 litros por metro cuadrado, como sostuvo de nuevo el jefe del Consell. En un momento determinado, el president valenciano afirmó que no "tenía previsto ir al Cecopi" porque "nadie le esperaba" allí. "Lo que pasó ese día no fue un problema de decisiones, fue un problema de falta de información", insistió.
También es falso que no exista un protocolo para enviar el mensaje ES Alert de emergencia, tal y como le dijo Mazón a la diputada de Podemos, Ione Belarra. Se trata de un sistema de envíos automático a los móviles que otorga a los centros de protección civil de las comunidades autónomas una "disponibilidad continua" para avisar a la población situada "en zonas afectadas o que se prevea que pueden verse afectadas por situaciones de emergencia o catástrofe" y que sí cuenta con un protocolo específico, aunque la exconsellera Pradas lo desconocía en ese momento.