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La batalla de las elecciones

El PSOE activa la maquinaria de las primarias para el 'superdomingo' electoral de 2019

Susana Díaz y Pedro Sánchez en la feria de Sevilla.

Fernando Varela

Será el 26 de mayo de 2019. Elecciones municipales, elecciones autonómicas en trece comunidades y elecciones europeas. Un superdomingo electoral como antesala de las elecciones generales que, como muy tarde, habrá que celebrar al año siguiente, en junio de 2020, pero que muchos sitúan en el otoño de 2019. Y para llegar a la cita con los deberes hechos, el PSOE ya ha empezado a poner en marcha la compleja maquinaria de elecciones primarias impulsada por Pedro Sánchez y los suyos y que deja en manos de los militantes la designación de los candidatos autonómicos y locales allí donde los socialistas no gobiernan.

Las municipales siguen siendo para muchos, también para Sánchez, la llave que abre las puertas de la Moncloa. Por eso se ha puesto como objetivo que el PSOE sea primera fuerza en esa convocatoria. Para ello cuenta con que Ciudadanos, todavía en fase de expansión y con el reto de presentar candidaturas en la inmensa mayoría de los municipios, se quede por detrás de los socialistas, aunque robando suficientes votos al PP como para que el partido de Rajoy también se vea desplazado por detrás del PSOE. Hace tres años los socialistas fueron segunda fuerza en votos y en concejales, a dos puntos del PP, y los más votado sólo en Asturias, Andalucía, Extremadura y Canarias.

Ese día las urnas también decidirán la composición de los parlamentos de trece comunidades, en seis de las cuales hay un presidente socialista: Extremadura (Guillermo Fernández Vara), Castilla-La Mancha (Emiliano García Page), Aragón (Javier Lambán), Comunitat Valenciana (Ximo Puig), Illes Balears (Francina Armengol) y Asturias (Javier Fernández). Todos repetirán como candidatos excepto el asturiano lo que, unido a la existencia de un marcado disenso interno, abre la celebración de las primarias en el Principado a la presentación de más de un candidato.

Conservar estas plazas será un objetivo clave para los socialistas, pero también intentar el asalto de las restantes: Navarra, Cantabria, La Rioja. Murcia, Canarias, Castilla y León y sobre todo Madrid, que es donde el PSOE ha puesto todas sus esperanzas, especialmente después de que la gestión del escándalo del máster de Cristina Cifuentes haya minado la credibilidad del PP en la Comunidad.

Claro que el superdomingo electoral del año que viene tendremos otro termómetro con el que medir el estado real de las expectativas de los partidos: las elecciones europeas. La elección de diputados para Estrasburgo en circunscripción única y sin la distorsión de la gestión local de los alcaldes, dará una imagen probablemente mucho más fiel del potencial de cada partido de cara a las elecciones generales. La elección del cabeza de lista en estas elecciones (en este caso no se convocan primarias) se demorará probablemente hasta el año que viene. En 2014, con Elena Valenciano a la cabeza, los socialistas fueron claramente derrotados en las urnas (sumaron apenas un 23% de los votos).

La decisiva jornada electoral de mayo tendrá, sin embargo, un prólogo cargado de significado que, si no hay adelanto, se producirá en marzo: las elecciones andaluzas. Susana Díaz será la primera presidenta autonómica en testar en carne propia cuánto hay en Ciudadanos de amenaza real para el tradicional bipartidismo y cuánto de globo demoscópico alimentado por los medios de comunicación.

Los socialistas han empezado a desperezar su maquinaria electoral precisamente por Andalucía, aunque sólo de cara a las elecciones municipales. El PSOE andaluz quiere dar tiempo suficiente a los candidatos a las alcaldías que no tiene (Almería, Málaga, Jaén, Cádiz) para que se rueden, se den a conocer y se enfrenten a la convocatoria electoral con posibilidades de triunfar. Y, al mismo tiempo, permitir a los alcaldes de Sevilla, Córdoba, Huelva y Granada dejar a un lado cualquier incertidumbre sobre su continuidad al frente de las listas.

Blindaje reglamentario

El reglamento del partido blinda a los alcaldes y a los presidentes autonómicos de cualquier intento de asalto interno —hacen falta demasiados requisitos para forzar unas primarias en los municipios y las comunidades donde el PSOE gobierna—. Así que el 17 de junio los socialistas andaluces, en primarias sólo para militantes, decidirán los cabezas de lista de las 33 localidades de más de 20.000 habitantes en las que no gobiernan —la votación será a dos vueltas allí donde no haya un vencedor claro ese día—.

Para ahogar de paso el debate recurrente sobre un hipotético adelanto electoral, el partido dejará para más adelante el trámite de las primarias autonómicas, que con toda probabilidad no se resolverá hasta los últimos meses del año. El sanchismo no tiene intención de impulsar ninguna alternativa a Díaz, que por otra parte tendría muy difícil forzar siquiera una votación, y eso garantiza a la dirigente andaluza una proclamación casi automática como candidata a la Presidencia de la Junta.

Después del fracaso que cosechó en su intento de hace un año de convertirse en la primera secretaria general del PSOE, Díaz necesita ahora demostrar fortaleza en su territorio y mejorar resultados tanto en las municipales, incrementando alcaldías y reduciendo su dependencia de Ciudadanos, como en las autonómicas. Paradójicamente, de su éxito dependerá en buena medida el de Pedro Sánchez en las locales, autonómicas y europeas.

Además de Andalucía, los más madrugadores a la hora de iniciar el proceso han sido los socialistas de Navarra y los de Castilla y León, dos comunidades en las que el PSOE está en la oposición y, por tanto, donde también deben elegir al candidato a la Presidencia, además de los cabeza de lista de los municipios de más de 20.000 habitantes.

En el caso de Navarra sólo hay una candidata a las primarias para aspirar a la Presidencia de la comunidad, lo que garantiza su proclamación: será la secretaria general, María Chivite. Será su segundo asalto al puesto: hace tres años dejó al PSN en quinto lugar con poco más del 13% de los votos, por detrás de UPN, Geroa Bai, EH Bildu y Podemos.

En Castilla-León tienen más esperanzas electorales. El secretario general, Luis Tudanca, ha fijado para el 9 de junio la fecha de las primarias para elegir a su candidato a la Junta, puesto para el que previsiblemente no tendrá rival. El 23 de junio será el turno de las primarias para las alcaldías de más de 20.000 habitantes. Tudanca ya ha proclamado su fe en un “descalabro histórico” del PP, en una comunidad que la derecha gobierna ininterrumpidamente desde hace 31 años.

En el ámbito local, los socialistas aspiran a retener y reforzar las alcaldías de Soria, Segovia y Valladolid (esta última en poder del portavoz del PSOE, Óscar Puente) e intentar el asalto de alguna de las otras seis (cinco son del PP y la última, Zamora, de IU).

Ceuta completa la lista de territorios que ya han concretado su calendario. En este caso, el secretario general del PSOE de Ceuta, Manuel Hernández, competirá con el antiguo líder de UGT en la ciudad autónoma, Antonio Gil, y con otro militante socialista con una larga trayectoria en cargos públicos e internos, Enrique Moya, por el puesto de candidato del partido a la Presidencia del Gobierno autonómico en las elecciones del año próximo.

Las batallas de Asturias y Cantabria

Los socialistas murcianos, por su parte, planean elegir en la primera quincena de junio a su candidato a la Presidencia de la Región, según anunció hace unos días su secretario de Organización, Jordi Arce. El secretario general del PSRM-PSOE, Diego Conesa, aspira a hacerse con el puesto.

La ejecutiva federal del PSOE, que es quien formalmente aprueba los calendarios de primarias que le proponen las direcciones autonómicas, cree que en los próximos días tendrá ocasión de autorizar el de Extremadura, en este caso sólo para municipales (los de Fernández Vara gobiernan Mérida pero hace años que no tocan el bastón de mando de las capitales provinciales, Badajoz y Cáceres).

Y es muy probable que este fin de semana los comités regionales de Asturias y Cantabria también pongan en marcha sus propios mecanismos. En las dos comunidades uniprovinciales del cantábrico sí es previsible un cruento proceso de primarias después de que Pedro Sánchez haya señalado personalmente que sus candidatos son los actuales secretarios generales (Adrián Barbón en el Principado y Pablo Zuloaga en Cantabria).

Los críticos con Barbón discuten todavía si presentan a alguien y manejan, sobre todo, los nombres de dos consejeros del presidente Javier Fernández: Guillermo Martínez (Presidencia) y Fernando Lastra (Infraestructuras). Los adversarios de Zuloaga, liderados por la vicepresidenta de la comunidad, Eva Díaz Tezanos, también se preparan para la batalla. La guerra en ambos territorios parece garantizada.

El reto del PSOE es conservar Asturias y mejorar posiciones en Cantabria, donde hace tres años los socialistas fueron terceros con un 14% de los votos. Y también, por supuesto, conservar los gobiernos municipales de Oviedo (Wenceslao López) y Avilés (Mariví Monteserín).

Para después del verano quedarán, con toda probabilidad, los calendarios de primarias municipales de cuatro comunidades con Gobierno socialista (Aragón, Illes Balears, Comunitat Valenciana y Castilla-La Mancha), de otras tres que no celebran elecciones el año que viene (Cataluña, Galicia y País Vasco) y de otras tres autonomías en las que, además de elegir a los cabeza de lista de las localidades de más de 20.000 habitantes, los militantes también tendrán en su mano decidir quién aspira a la Presidencia de la comunidad: La Rioja, Canarias y Madrid.

En busca de una candidata para Madrid

Todas las miradas se vuelven hacia la comunidad madrileña, que protagonizará una de las batallas más interesantes. En primer lugar por lo que ocurra a escala autonómica (Ángel Gabilondo superará con toda seguridad el proceso de primarias) tras el escándalo del máster de la actual presidenta, Cristina Cifuentes, y las guerras intestinas que ha evidenciado Podemos. Y en segundo lugar, por el Ayuntamiento de Madrid.

En este caso, el PSOE quiere presentar el nombre de una mujer pero se resiste a tomar una decisión definitiva a la espera de conocer si la alcaldesa, Manuel Carmena, repite o no como candidata de Ahora Madrid, la agrupación electoral impulsada hace tres años por Podemos. Y de saber, naturalmente, a quién presenta el PP.

En Cataluña la atención se centra en Barcelona. En este caso, el PSC ya ha puesto en marcha su proceso de primarias —abiertas a toda la ciudadanía—. Hace tres años fueron quintos con menos del 10% de los votos (por detrás de la Barcelona en Comú de Ada Colau, CiU, Cs y ERC) y ahora, tras la ruptura con la alcaldesa, afrontan el reto de dar la vuelta a esa situación. Su portavoz municipal, Jaume Collboni, tiene todas las papeletas para hacerse con la candidatura en un ayuntamiento en el que la posibilidad de que el exprimer ministro francés Manuel Valls se presente por Ciudadanos ha revolucionado las quinielas.

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Sánchez apoya a Alegria para Zaragoza

Aunque no habrá primarias municipales hasta otoño —no necesitan convocar primarias autonómicas porque el presidente es del PSOE—, las especulaciones ya han prendido entre los socialistas aragoneses y prometen una dura batalla en Zaragoza. Pilar Alegría, consejera del Gobierno de Javier Lambán, aspirará a la candidatura. Tiene el apoyo del barón regional, pero también de los socialistas oscenses e incluso de Pedro Sánchez, a pesar de que fue la cara visible del susanismo en Aragónsusanismo en su batalla por el control del PSOE. En teoría, este triple apoyo la convierte en favorita, pero las desavenencias internas de las agrupaciones de la capital y la decisión de Florencio García Madrigal, vicepresidente de las Cortes, de disputarle el puesto, añaden incertidumbre a la situación. La postura que acabe adoptando Carmen Dueso, que lideró la batalla contra Lambán en las primarias del partido y adversaria natural de Alegría, puede acabar resultando decisiva.

En Canarias, donde el PSOE sí tiene que decidir a su aspirante a la Presidencia, es el secretario general, el sanchista Ángel Víctor Torres, el mejor situado para hacerse con la candidatura, aunque los críticos, a la espera de que se fijen las fechas de las primarias, no han descartado hacerle frente.

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