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26M | 'Superdomingo' electoral

El PSOE sitúa en Madrid su única esperanza de ampliar los gobiernos autonómicos en las elecciones de mayo

Reunión del Comité Electoral del PSOE. De izquierda a derecha, la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, el secretario de Organización, José Luis Ábalos, la presidenta del partido, Cristina Narbona, y el jefe de gabinete de Pedro Sánchez, Iván Redondo.

Fernando Varela

El PSOE lanzará oficialmente este sábado a sus trece candidatos a la Presidencia de las comunidades autonómicas que el próximo 26 de mayo celebran elecciones. Será en un Comité Federal que el PSOE celebrará en Fuenlabrada (Madrid) apenas una semana antes de que comience oficialmente la campaña electoral andaluza, que aunque examinará la gestión de la presidenta Susana Díaz supone al mismo tiempo el primer gran test del PSOE después de la moción de censura que el pasado mayo llevó a la Moncloa a Pedro Sánchez.

A la maquinaria del partido en cada territorio, que trabaja ya a pleno rendimiento desde hace meses, se sumó hace unos días el comité que, bajo la dirección del secretario de Organización, José Luis Ábalos, coordinará el esfuerzo electoral con el que los socialistas preparan la convocatoria a las urnas, que incluye además la renovación de los ayuntamientos y la elección de la representación española en el Parlamento Europeo.

De los trece candidatos, sólo uno, el cántabro Pablo Zuloaga, ha tenido que pasar por las urnas para ganar la candidatura. El resto se han beneficiado de la ventaja de ser ya presidentes —el reglamento de primarias hace prácticamente imposible que nadie les discuta el puesto— o se han beneficiado del respaldo de Pedro Sánchez y, simplemente, no han tenido rival.

En el primer grupo están los presidentes de Aragón (Javier Lambán), Castilla-La Mancha (Emiliano García-Page), Comunitat Valenciana (Ximo Puig), Extremadura (Guillermo Fernández Vara) e Illes Balears (Francina Armengol), y . En el segundo, además de Zuloaga, se cuentan Adrián Barbón —el candidato asturiano que sustituye al actual presidente del Principado, Javier Fernández—, Víctor Torres (Canarias), Luis Tudanca (Castilla y León), Concha Andreu (La Rioja), Ángel Gabilondo (Madrid), Diego Conesa (Murcia) y María Chivite (Navarra).

Todos repiten como cabezas de cartel excepto dos (Zuloaga y Torres) y todos, con la única excepción de la riojana Andreu y el madrileño Gabilondo, comparten esa responsabilidad con la secretaría general autonómica del partido.

La dirección socialista aspira a mejorar los resultados que obtuvo en las elecciones de 2015 y que, con la ayuda otros partidos, le ha permitido ocupar la Presidencia de seis de las trece comunidades que comparten calendario electoral —Cataluña, Euskadi, Galicia y Andalucía convocan por su cuenta—. Pero la dirección del PSOE es consciente de las dificultades a las que se enfrenta en algunos de los territorios en disputa. Y aunque este sábado los dirigentes del partido aplaudirán por igual a todos los candidatos, en la sala de máquinas de la calle Ferraz darían por bueno un resultado que les permitiese retener las Presidencias de Aragón, Asturias, Castilla-La Mancha, Comunitat Valenciana, Extremadura e Illes Balears.

De las otras siete, Ferraz da por perdidas seis —Castilla y León, Canarias, Murcia, Navarra, Cantabria y La Rioja— y sólo alberga esperanzas de que, al finalizar el recuento, haya escaños suficientes para alcanzar el Gobierno en la Comunidad de Madrid.

Para conseguir este último objetivo, la candidatura liderada por el exministro Ángel Gabilondo y la que encabezará por Unidos Podemos Íñigo Errejón, en la actualidad diputado en el Congreso, deberán sumar más diputados que PP y Ciudadanos. En las elecciones de 2015 se quedaron a un escaño de conseguirlo y ahora, gracias al desgaste sufrido por el PP tras la dimisión de Cristina Cifuentes, creen tener posibilidades de cambiar el Gobierno de la Comunidad de Madrid por primera vez desde 1995.

Cuatro coaliciones

En cuatro de las comunidades que renovarán en mayo sus parlamentos, el PSOE gobierna en coalición con otras fuerzas políticas. Así que parte de su reto no es sólo ganar sino rentabilizar la acción de gobierno mejorando posiciones en relación con sus socios, especialmente allí donde el resultado de 2015 fue más apretado.

Es, por ejemplo, el reto de Ximo Puig, que gobierna la Comunitat Valenciana con Compromís. En 2015 los socialistas le sacaron menos de dos puntos a la coalición nacionalista y de izquierdas liderada por Mònica Oltra. O de Javier Lambán en Aragón, que logró la investidura con ayuda de Podemos —la formación de Pablo Iglesias se quedó a menos de un punto de distancia del PSOE— y gobierna desde 2015 en coalición con Chunta Aragonesista.

También en Illes Balears los socialistas, con menos del 19% de los votos, se vieron obligados a pactar con Podemos y con Més para hacer presidenta a su candidata, Francina Armengol, que desde entonces gobierna en coalición con la formación nacionalista.

El cuarto barón socialista que comparte tareas de gobierno es Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha, cuya Presidencia alcanzó con ayuda de Podemos, pero con quien no llegó a un acuerdo de coalición hasta hace poco más de un año.

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En solitario, en cambio, han gobernado desde 2015 los presidentes socialistas de Extremadura y Asturias. El primero, Guillermo Fernández Vara, consiguió ser el más votado, pero tuvo que recibir el apoyo de Podemos para ser investido. El segundo, Javier Fernández, también ganó las elecciones, pero la fragmentación de la Junta General del Principado —en la asamblea legislativa autonómica asturiana hay seis partidos que se reparten 45 escaños— complicó mucho su investidura. Desde entonces ha gobernado en solitario y sin las ventajas de un acuerdo estable. Fernández, que como presidente de la gestora del PSOE se significó mucho en la batalla contra Pedro Sánchez, es el único presidente autonómico socialista que no repetirá candidatura en las elecciones de mayo. Su lugar será ocupado por Adrián Barbón, reconocido sanchista.

La proclamación de los trece candidatos autonómicos este sábado tendrá como telón de fondo la asignatura pendiente de la candidatura al Ayuntamiento de Madrid. El PSOE sigue sin poner fecha a la elección del rival —o la rival— socialista de la alcaldesa Manuel Carmena, que alcanzó el cargo en 2015 apoyada por una heterogénea plataforma impulsada por Podemos.

La proximidad de las elecciones —faltan apenas medio año— obliga al PSOE a optar por alguien conocido, lo que en las últimas semanas ha multiplicado las quinielas que ponen en circulación nombres de ministros del Gobierno de Pedro Sánchez como el de Interior, Fernando Grande-Marlaska —que según fuentes consultadas por infoLibre ha declinado esa posibilidad— , o la de Justicia, Dolores Delgado. La presencia habitual de esta última en actos de partido en la capital ha disparado las especulaciones en torno a una candidatura que, de confirmarse, ofrecería a la ministra, muy tocada por las grabaciones del ex comisario José Manuel Villarejo, una oportunidad única de abandonar el Gobierno sin que parezca una cesión a las presiones de quienes piden su destitución: Partido Popular, Ciudadanos y Unidos Podemos.

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