GALICIA

La Xunta se movilizó en verano para que Feijóo construyese su antiguo chalé de Moaña en la vía pública

Vista general del muro de la casa de Feijóo en Moaña.

Hace unas semanas Praza.gal reveló que Feijóo ocupó “por seguridad” con un muro de su antiguo chalé en Moaña parte de una vía pública que ahora está recuperando el Ayuntamiento, después de que el líder popular vendiese esa segunda residencia en 2021. La ocupación del terreno público se produjo al amparo de un decreto de 2007 que permite a los expresidentes del Gobierno gallego “las medidas de seguridad que se consideren adecuadas”.

Pero varios departamentos de la Xunta tuvieron que movilizarse en pleno verano de 2017 para, en unos pocos días, desbloquear la construcción del chalé ante las objeciones que formulaba el Ayuntamiento de Moaña. Así lo revela un informe de la Dirección Xeral de Urbanismo al que acaba de tener acceso este diario.

Cuando Feijóo recibió en 2015 la licencia de obras del Ayuntamiento de Moaña para construir su chalé tuvo que ceder, como establece el plan de urbanismo municipal, una franja de unos 30 metros de largo por 3 de ancho, unos 90 metros cuadrados, con la que ensanchar el camino colindante. Así lo hizo y el terreno pasó a ser público, pero en 2017 la Policía Nacional consideró que, para la seguridad del presidente de la Xunta, el cierre de la parcela no podía tener ángulos muertos, lo que impedía el retranqueo del muro. Así lo reflejó un informe del 19 de junio de 2017 de la unidad de la Policía Nacional adscrita a la Xunta de Galicia, la conocida como policía autonómica.

Ese informe fue remitido a la Dirección Xeral de Emerxencias e Interior de la Xunta y una semana más tarde, el 27 de junio, Feijóo lo presentaba ante el Ayuntamiento de Moaña junto con una comunicación previa de obras menores para cambiar la ubicación del muro autorizado dos años antes. Pero el arquitecto técnico municipal discrepó del cambio y el Ayuntamiento comunicó a Feijóo el martes 18 de julio la “ineficacia” de su comunicación previa de obras menores para semejante cambio.

Solo cinco días hábiles después de la comunicación a Feijóo de esas objeciones del Ayuntamiento, y con un fin de semana y el festivo del 25 de julio por medio, con sus habituales exigencias de seguridad, el miércoles 26 de julio la jefatura de la policía autonómica pedía a la Dirección Xeral de Urbanismo de la Xunta un pronunciamiento sobre la situación y la aplicación al caso del decreto de 2007 que garantiza a los expresidentes “las medidas de seguridad que se consideren adecuadas”.

Ese pronunciamiento de la directora xeral de Urbanismo, Encarnación Rivas, está firmado ocho días hábiles después, el lunes 7 de agosto, un mes en el que buena parte de la Xunta está de vacaciones. Un informe en el que la responsable autonómica de Urbanismo no solo justificó que el muro no se retranquease por motivos de seguridad sino que comparó el caso con otros supuestos en los que también se puede ocupar suelo público para favorecer a una propiedad privada.

Rivas justifica que “las ocupaciones puntuales del dominio público viario, o incluso del sistema de zonas verdes y espacios libres públicos, son habituales” en casos como “la construcción de rampas de acceso a portales inaccesibles, o para la instalación de ascensores exteriores en edificaciones carentes de los mismos”. Unas excepciones al planeamiento urbanístico general, como en el caso de Moaña, que se amparan en la “prevalencia de la normativa en materia de accesibilidad y supresión de barreras y no discriminación de las personas con discapacidad”.

La instalación de escaleras de evacuación exigidas por la normativa de incendios es otro de los casos en los que la directora de Urbanismo recuerda que se pueden ocupar espacios públicos en beneficio de una propiedad privada. Por ello, dice Rivas, “de modo análogo” debían prevalecer en el caso del chalé de Feijóo en Moaña las medidas excepcionales de protección dictadas por la policía sobre lo que exigía el planeamiento municipal.

El informe, por el contrario, nada dice de que el decreto de 2007 en el que se basa la excepcionalidad estuviese dirigido a garantizar la seguridad de expresidentes, mientras que Feijóo en 2017 era presidente y como tal tenía a su disposición la residencia oficial de Monte Pío, con mayores medidas de seguridad.

Pese a las demoras que suelen experimentar todo tipo de trámites de la administración, menos de un mes después de conocerse las objeciones del Ayuntamiento de Moaña y en pleno verano este ya tenía sobre su mesa el informe de la Xunta y el 21 de agosto acababa aceptando que el muro no se retranqueara por seguridad. Pero fue un permiso para mantener ese muro de modo “excepcional” como “medida de seguridad” que fue otorgado con la condición expresa de que “no se podrá transmitir y exclusivamente tendrá vigencia y se mantendrá” mientras Feijóo fuese el dueño de la finca y del chalé.

Feijóo acabó vendiendo el chalé en 2021 y su nuevo propietario intentó sin éxito mantener el muro, pero un juzgado de Pontevedra acaba de dar la razón al Ayuntamiento en su intención de recuperar los 90 metros cuadrados de terreno público. La venta se produjo después de que en 2019 la pareja de Feijóo comprase otro chalé en el mismo ayuntamiento de Moaña pero a varios kilómetros, en la playa do Con, junto al centro de la villa. Otro chalé que también es polémico porque Costas, como adelantó también en exclusiva Praza.gal, quiere recuperar 210 metros cuadrados de suelo igualmente público que están cerrados conjuntamente con la propiedad privada.

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