Novela, ensayo, poesía o memorias: las lecturas luminosas de la Redacción de infoLibre en Semana Santa

Llegan unas cortas vacaciones y pretendemos leer todo lo que no hemos podido leer el resto del curso por falta de tiempo. Somos así de incorregibles en infoLibre. Unos pocos días para intentar recuperar tantas lecturas atrasadas por el ritmo vertiginoso de esta actualidad que se empeña en no dejarnos un ratito de tranquilidad más que, si acaso, lo que aguantan los ojos el peso de los párpados al final de cada jornada (un momento de desconexión de duración variable, cada vez menor, persistentemente escaso).
Como si de una tormenta de ideas de Semana Santa se tratase, hemos agrupado una docena de títulos variopintos con total libertad de elección en cuanto a temáticas, autores o géneros. Nos encontramos así con una recomendación colectiva, aunque a su manera unitaria, en la que el lector puede encontrar novela, ensayo, poesía o memorias. Vamos allá sin más rodeos, que los días festivos corren que se las pelan como caballos sobre la colina.
El legado de la esclavitud, de Clint Smith (Capitán Swing, 2025)
En un viaje a Estados Unidos, alguien me contó que Thomas Jefferson, autor de la declaración de independencia, escribió muchas de las cartas en las que defendía la urgencia de alcanzar la libertad desde su plantación de Monticello, en Virginia, donde mantenía esclavizadas a más de 400 personas. En realidad, el autor de la frase "todos los hombres son creados iguales" llegó a ser 'dueño' de unos 600 esclavos. Esto me impactó de forma bastante considerable en su día, pero lo borré de mi memoria hasta toparme con el libro que edita ahora Capitán Swing: una investigación sobre cómo la esclavitud ha dado forma a la historia de Estados Unidos y un recorrido por el legado y la huella que ha dejado en los habitantes del país.
Sueños robados, de Juanan Hinojo (Editorial JC, 2020)
Hace unos años, cuando Svetislav Pesic era entrenador del FC Barcelona de baloncesto, dijo en una entrevista una frase que rápidamente se convirtió en viral: "Lo tengo todo, pero hay dos cosas que me faltan en la vida: mis padres y mi Yugoslavia. Me emociona pensar en ello". Más allá de los debates políticos, el baloncesto en la extinta república era prácticamente una religión. No sólo todo el mundo lo jugaba, sino que lo hacía de una forma particular. Su elegancia, finura, pero también su agresividad se convirtieron en seña de identidad y en el temor de sus rivales.
Yugoslavia dio así a algunos de los mejores jugadores de la historia del baloncesto europeo: desde Kresimir Cosic hasta el icónico Drazen Petrovic. Unidos llegaron a cotas increíbles, pero las divisiones políticas y los rencores hicieron que esa poderosa selección acabara enfrentada y, en mayor o menor medida, repitiendo todo lo que estaba pasando a nivel político. Es todo lo que cuenta Sueños robados, una historia de lo que pudo ser y no fue y que esta Semana Santa intentaré devorar. Porque esos sueños robados continúan en la actualidad, y si no me creéis plantearos quién podría parar a una selección donde Nikola Jokic y Luka Doncic jugaran juntos. Esto, y mucho más, es lo que pasaría si Yugoslavia siguiera estando unida.
Facendera, de Óscar García Sierra (Anagrama, 2022)
Facendera es la primera novela de Óscar García Sierra y, a su vez, un tipo de trabajo comunitario que moviliza a todo un pueblo con un mismo fin. A través de una narración en forma de relato dentro de otro relato, y enmarcado en un pueblo leonés donde las minas han sido cerradas y la central térmica está a punto de ser demolida, el narrador le cuenta a Aguedita, en mitad de una fiesta, la historia del hijo de la farmacéutica y la hija de "El de los piensos". Una historia sobre lo que es ser joven en un pueblo olvidado, el reflejo de una España desolada y sin futuro para sus jóvenes, sobre gente que consume "ladrillos" y, sobre todo, una historia sobre quienes cuentan historias para manipular y seducir. Un libro que, en general, incomoda, pero que a su vez atrapa por la realidad que plantea y por las interrupciones de Adelita a lo largo de toda la narración.
Cartografías del deseo amoroso, de Andrea Proenza Zoroquiain (Ediciones En el Mar, 2025)
Andrea Proenza ha escrito un libro sobre el amor. Pero Cartografías del deseo amoroso no es solamente un libro sobre el amor. Se trata del primer ensayo de la periodista, quien toma la mano de escritoras como Carmen Martín Gaite, Brigitte Vasallo y Annie Ernaux para desentrañar el amor no sólo como el gran pilar de las relaciones sociales, sino también como el resultado de una construcción cultural y política capaz de moldear nuestra identidad y nuestra forma de habitar el mundo. Proenza analiza cómo las normas sociales y los mandatos culturales en torno al amor dirigen la mirada ajena y propia, configuran nuestros vínculos y condicionan nuestras expectativas vitales, desde el mismo patio del colegio. Para más pistas, aquí están todas sus colaboraciones en infoLibre.
Todo empieza por un hueco, de Óscar Cavadas (Olé Libros, 2025)
En estos frenéticos días es más necesario que nunca detenerse y sumergirse durante unas horas entre poemas. El nuevo libro de Cavadas es tan profundo como sencillo. Sin artificios, sin pedanterías. Pero va como un tiro directo al corazón. Miedos, obsesiones... pero también esperanza. Te lleva directamente a la tierra, a las raíces, a los relámpagos de una casa. Los huecos que todos tenemos.
Una luz tímida, de África Alonso (Seix Barral, 2025)
La novela de África Alonso es un homenaje a la memoria de todas las mujeres que, de una forma u otra, se dejaron la vida y la salud en un intento de amar libremente. Basada en hechos reales, la autora cuenta la historia de Isabel y Carmen, dos profesoras interinas durante los últimos años de la dictadura franquista.
Isabel es una joven que por trabajo se muda a un pueblecito de Valencia. Ella es alegre, curiosa y muy despistada, todo lo contrario a su compañera, Carmen, mucho más seria y cuadriculada. Los paseos a la orilla del río, las conversaciones largas, las preguntas profundas… Todo eso acaban siendo los ladrillos que más adelante se convertirían en los cimientos de una historia de amor, en la que a priori ellas deberían ser las protagonistas, hasta que la familia de Carmen, profundamente conservadora, trata de imponerse hasta las últimas consecuencias.
El café frío, la cerveza caliente, de Paola Roig (Bruguera, 2025)
Es la primera novela de Paola Roig, divulgadora, psicóloga perinatal y co-creadora del podcast La vida secreta de las madres. El libro trata sobre el choque entre lo que se espera de la vida y lo que realmente se vive poniendo el foco en la realidad de Mariona, una madre millennial que tiene todo con lo que siempre había soñado: un trabajo estable, un piso, dos hijos y un perro, pero se siente insatisfecha y agotada. Echa de menos su vida de antes: la cerveza fría y el café caliente.
Me apetece mucho leer la primera ficción que escribe Roig, todo un referente para las madres de mi generación. Pone en el centro de su novela la maternidad, el vértigo y el miedo que da escucharse a una misma en esta etapa, a través de una protagonista que se lanza a romper con lo que una pensaba que iba a ser la vida.
Hijas del hormigón, de Aida Dos Santos (Debate, 2025)
Son periferia, extrarradio. Las hijas de los bloques de ladrillo que se erigen como colmenas a las afueras de las grandes ciudades. Las que están en los márgenes. Las que se machacan limpiando las habitaciones en los hoteles de lujo, cuidan a los ancianos o se pasan doce horas de pie sirviendo comidas en un restaurante. Las que no pueden romper el techo de cristal porque caminan en un suelo pegajoso. Atrapadas en la precariedad, no salen en las estadísticas oficiales. Son el proletariado invisible, el que no se ve, pero sostiene el mundo. Un centenar de estas ‘hijas del hormigón’ le ha contado a Aida Dos Santos su relatos de precariedad y con ellos, la politóloga ha confeccionado un mapa con las violencias machistas, sexistas y clasistas que sufren las mujeres de estos barrios. El libro es un grito de denuncia, pero sobre todo de resistencia. Si no lo habéis leído, corred a por él, es de lo mejor que he leído en los últimos meses.
Valle inquietante, de Anna Wiener (Libros del Asteroide, 2021)
Este libro de Anna Wiener que llegó a España en 2021, aunque está más que vigente, cayó en mis manos este mes de enero preparando un tema sobre libros para entender qué es la tecnocasta tras la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca. Tres meses después, no ha sido hasta este periodo estival cuando he podido sentarme con calma a sumergirme en esta experiencia escrita en primera persona sobre el lado oscuro de Silicon Valley.
En 2013, y con veinticinco años, Wiener dejó su precario empleo de asistente editorial en Nueva York y se mudó a San Francisco, "la ciudad de los Peter Pan", atraída por las promesas tecnológicas. Tirando de eufemismos y sin citar expresamente nombres —trabajó, por ejemplo, en "la startup de libros digitales"—, desgrana en poco más de 300 páginas la cara más oculta de Silicon Valley. Más allá de cómo se dejan pulular los bulos y la explotación en el sector, relata también detalles más desconocidos: desde los egos y excesos de los directivos hasta la toxicidad de un ambiente laboral marcado por un machismo endémico de una industria controlada por "un club de machos".
El Reino de Celama, de Luis Mateo Díez (Cátedra, 2015)
Una trilogía que habla sobre una comarca imaginaria, Celama, que sirve como metáfora de la España rural. El territorio, y las condiciones que les impone a los personajes que pasan por la novela, es el protagonista. Habla de la resignación, “porque la costumbre de la pobreza lima cualquier ambición”; del conformismo, “porque al fin, lo que se suda es lo que se quiere, cuando no queda otra cosa”; de los límites que impone la falta de horizontes. “Celama es el universo mundo, porque los hay que jamás salieron de ella”. Pero también de la felicidad, que surge en lo cotidiano de los personajes y del apego a la tierra.
El buen mal, de Samanta Schweblin (Seix Barral, 2025)
Hace años leí una entrevista con una tal Samanta Schweblin bajo este título: “Lo que llamamos normalidad es un malentendido”. Y de eso va la obra de esta autora argentina que ha firmado algunos de los relatos más perturbadores de los últimos tiempos. Ahora publica El buen mal, cinco cuentos que algunos insisten en situar, como toda su obra, en el género fantástico, incluso en el de terror. En realidad es solo literatura clásica de una desnudez pasmosa en la que el lector va metiéndose poco a poco en la piel de los protagonistas, mujeres u hombres, hasta acabar sintiendo, entre línea y línea, un escalofrío tras otro. Si por ahora no quieres gastarte un euro en conocer a Schweblin, puedes leer aquí uno de sus relatos más conocidos completamente gratis: Un hombre sin suerte. Si no sientes nada al acabar de leer la última frase, debes barajar seriamente la idea de que puedes llevas muerto un tiempo y no te has dado cuenta.
Las 865 cartas entre Albert Camus y María Casares: "Es una de las grandes historias de amor del siglo XX"
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La soledad de Perico, de Pedro Delgado (Espasa, 2023)
Uno se convierte en adulto cuando ya no tiene tiempo en vacaciones para ver enteras aquellas interminables etapas de cinco o seis horas entre montañas imposibles de las grandes vueltas ciclistas. Pedro Delgado protagonizaba muchas de ellas, en veranos infinitos, sin prisa pero sin pausa y con muchos pedales, con el astro sol como único reloj y toda España puntualmente plantada delante de la televisión o colgada del transistor. Con el paso de los años, uno termina por no tener tiempo para nada, o al menos esa es la sensación que lleva constantemente dentro, por eso el libro de Perico –escrito con ayuda de Ainara Hernando Nieva– lleva esperando su turno en la mesilla desde hace ya tanto que ni me acuerdo. Estos días de asueto que vienen son pocos, cortos, habrán pasado en un abrir y cerrar de ojos, como el héroe segoviano cuando demarraba cuesta arriba (o cuesta abajo, que es aún más complicado y por ello legendario), pero tengo la firme determinación de adentrarme en los recuerdos del gran campeón, surgidos de tantas y tantas horas de soledad sobre el sillín, aferrado firme al manillar, siguiendo la línea continua o discontinua de la carretera. Es como el pánico del escritor a la página en blanco, pero avanzando por encima de miles de kilómetros de extenuante asfalto. Como la vida misma, vaya.