Los contratos parciales o el paro estructural, los “agujeros” de un mercado laboral de récord

Dos camareros trabajan en una terraza de Madrid.

El mercado laboral sigue siendo una fuente de buenas noticias para la economía española. En los últimos datos que se han conocido este jueves, relativos al mes de septiembre, España sumó 31.500 trabajadores más y 4.900 parados menos. El número de desempleados está en mínimos desde 2007, con un dato de 2,4 millones, en un mes que tradicionalmente ha sido malo para el empleo por el fin de la temporada turística. Sin embargo, este fenómeno se ha visto compensado por el repunte de la afiliación en educación, actividades administrativas y agricultura, que han contrarrestado el freno en hostelería y comercio. Son los buenos datos los que, precisamente, llevan a los sindicatos a pedir más en aquellos puntos donde identifican "agujeros" que no se terminan de corregir. De hecho, insisten en que el buen recorrido aún tiene camino por andar en cuestiones como el paro estructural o los contratos a tiempo parcial.

“Los datos demuestran el buen estado de salud y el dinamismo del sistema”, señala Javier Pacheco, secretario de Acción Sindical y Transiciones Estratégicas de Comisiones Obreras, pero también apunta que justo por eso queda margen de mejora. “Este buen estado de salud tiene aún algunos agujeros que debemos corregir, como es el paro estructural”. Un concepto, este último, que hace referencia al nivel de desempleo que persiste aun cuando la economía funciona de manera adecuada. Además, apunta, “hay más de 2,4 millones de personas que están en situación de paro y de ellas el 60% son mujeres”, concluye. 

Justo en el dato global de paro es donde pone el acento UGT, que señala que España sigue registrando una de las tasas de paro más altas de la Unión Europea (10,4%, frente al 5,9% de la media comunitaria) e insiste también en el de larga duración como uno de los grandes problemas. "El paro estructural es uno de los problemas del mercado laboral español", explica Josep Ginesta, economista de la escuela de negocios OBS, quien resalta que "nos hemos acostumbrado a tener un porcentaje elevado" que no termina de corregirse con la mejora del empleo. Para él, la formación o el peso de sectores muy sujetos a estacionalidad como el turismo complican la evolución.

En el gráfico se puede ver la evolución del paro registrado desde 2001. La curva, que se dispara con el estallido de la crisis inmobiliaria, ha ido descendiendo, aunque lo hace de manera mucho más paulatina, con un repunte en la crisis del coronavirus que se corrige posteriormente con la figura de los ERTE.

En el desglose por género, el desempleo masculino se sitúa en 952.761 al descender en 2.019 personas (-0,2%) y el desempleo femenino en 1.468.904 disminuye en 2.827 (-0,19%) con relación al mes de agosto. Si lo comparamos con septiembre de 2024, el paro masculino baja en 68.786 (-6,7%) y el femenino cae en 84.834 (-5,4%). A ellas les cuesta más salir de las listas del paro y en general, señalan desde CCOO, “es un abuso estructural” que se debe corregir con una normativa estatal que garantice “la contratación sin sesgos” desde las oficinas públicas de empleo e independientemente de la comunidad en la que estén. 

En la parcialidad es donde ellas vuelven a salir perdiendo. “Otra grieta que se está abriendo en el mercado de trabajo es que el 30% de los contratos que se han realizado en el mes de septiembre han sido por jornada a tiempo parcial”, explica Javier Pacheco, quien insiste en que esta dinámica es un "abuso que afecta más a las mujeres".

En términos acumulados, los contratos indefinidos a tiempo completo bajan: alcanzan de enero a septiembre de este ejercicio un total de 2.040.722, lo que señala una disminución de 8.394 (-0,4%) que en igual periodo del año 2024. Por otro lado, los contratos indefinidos a tiempo parcial suben: suponen un total de 1.161.221, registrando un ascenso de 2.468 (0,2%) con relación al mismo periodo del año anterior, según recogen los datos publicados por el SEPE.

Otro ámbito en el que el desempleo sube es en los jóvenes menores de 25 años, aunque aquí se da un fenómeno estacional. El paro de los jóvenes en esta edad asciende en el mes de septiembre en 16.085 personas, un 9% más respecto al mes anterior. "Septiembre es un mes particular en este subgrupo, porque los recién titulados se incorporan al mercado laboral y también porque muchos jóvenes que trabajan en verano dejan de estar empleados en este mes", detalla Ginesta.

Andalucía, Galicia y el Principado de Asturias, donde más sube el paro

El buen comportamiento del mercado laboral depende, en última instancia, del comportamiento de cada sector y de la estacionalidad de los mismos. Este septiembre, según se traduce de los datos que proporciona el Gobierno, la rama educativa, que empieza el curso escolar, aporta 64.000 empleos y la hostelería y el comercio, que despiden a los turistas, pierden 34.500 y 45.500 puestos, respectivamente.

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Pero, ¿qué dice el mapa por regiones? El paro baja en 9 comunidades autónomas y sube en ocho. Donde más desciende es en Cataluña (-5.293), Canarias (-4.842) y Comunidad Valenciana (-2.739) y sube sobre todo en Andalucía (7.116), Galicia (3.394) y Principado de Asturias (1.219). Cádiz es una de las regiones que más sufre el golpe de la estacionalidad: pierde 3.196 trabajadores en hostelería y solo crea 147 en construcción. El principal problema reside en que el peso de los sectores que más vaivenes sufren en su actividad —como los dependientes del turismo— es muy amplio en algunas comunidades, lo que provoca que al cierre de la temporada, los trabajadores contratados por circunstancias de la producción no tengan un sector alternativo al que acudir y engrosen las listas de paro.

Para Ginesta son las regiones con sectores más diversificados las que mejor absorben el golpe de la estacionalidad. "En Barcelona el peso del sector turístico es grande, pero la estacionalidad se ve contrarrestada por los contratos educativos, la construcción y la industria", explica. "Cuando hay actividades muy estacionales, o tienes una economía muy diversificada, o las personas —sobre todo jóvenes, extranjeros y personas sin formación— terminan en el desempleo", concluye el economista. Es lo que ocurre en Andalucía, Asturias o Galicia, regiones donde la hostelería y los servicios son los principales sectores de ocupación y se ven más expuestos en meses como septiembre.

En la misma línea, Pacheco señala que "España tiene ventajas competitivas para reindustrializar el país y cambiar el patrón del turismo, favoreciendo la cantidad y calidad del empleo neto". Para Comisiones Obreras es clave, para evitar estos desfases por comunidades derivados de la estacionalidad, "cambiar el modelo productivo" y crear una estrategia territorial enfocada en el pleno empleo.

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