Alemania

La mayoría de alemanes apoyan un endurecimiento de la política migratoria frente a la postura europeísta de Merkel

La canciller alemana, Angela Merkel, junto al ministro del Interior, Horst Seehofer.

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Un 48,7% de los alemanes ha mostrado su preferencia por la política migratoria del ministro del Interior, Horst Seehofer, más dura que la que defiende la canciller alemana, Angela Merkel, según un estudio de Civey para el diario alemán Die Welt. Informa Europa Press.

Seehofer, líder de la Unión Socialcristiana (CSU) bávara, plantea devolver en la frontera alemana a los refugiados registrados previamente en otros países de la Unión Europea a esos Estados. Merkel se niega a ello y sigue insistiendo en buscar una solución europea.

Ante la pregunta: "¿En quién confía más en política de refugiados, en la canciller Merkel o en el ministro de Interior Seehofer?", un 38,2% respondió con un "claramente Seehofer" y un 10,5% con un "más bien Seehofer". Mientras, Merkel obtuvo un 32,2% de los cuales un 24,4% contestaron con un "claramente Merkel" y un 7,8% con un "más bien Merkel".

En el resto de encuestados, un 17,1% indicó que no confía en ninguna de las dos políticas de refugiados y solo un 1,6% de los alemanes opinó que confía igual en las dos.

La cuestión ha provocado fuertes tensiones entre Merkel y Seehofer y hacen peligrar al Gobierno alemán ante la insistencia de este último de imponer sus planes con o sin apoyo de la mandataria.

"No puedo seguir trabajando con esta mujer"

De hecho, Seehofer ha afirmado este domingo que "no puede seguir trabajando" con la canciller. Ambos han protagonizado un agrio enfrentamiento por sus distintas visiones de la política migratoria. "No puedo seguir trabajando con esta mujer", dijo Seehofer en una reunión celebrada el jueves en Berlín con los otros dos ministros de la CSU –Gerd Mueller y Andreas Scheuer– y el portavoz del partido en el Parlamento, Alexander Dobrindt.

El principal punto de fricción entre Merkel y su ministro de Interior es que este último quiere devolver inmediatamente en la frontera alemana a los refugiados que ya estén registrados en otros países de la UE, algo a lo que se niega la mandataria alemana que sigue apostando por una solución consensuada a nivel europeo para evitar perjudicar a los países periféricos. El ministro ha llegado incluso a amenazar con aplicar sus planes de manera unilateral a partir de este lunes.

La CSU se ve apoyada por la población alemana que, de acuerdo con las últimas encuestas, apoya una política más dura en la cuestión de los refugiados después de que desde 2015 hayan llegado al país cerca de millón y medio de solicitantes de asilo.

"Nadie en la CSU está interesado en derrocar a la canciller, disolver el grupo parlamentario CDU/CSU o disolver la coalición. Queremos lograr por fin una solución sostenible para el rechazo de los refugiados en nuestras fronteras", declaró Seehofer al dominical Bild am Sonntag.

Desde la CSU cierran filas en torno a su líder. "No podemos seguir esperando solamente una solución europea, sino que debemos volver a aplicar también la legislación europea y alemana existente. Esto incluye rechazos en la frontera alemana", ha apuntado Dobrindt en declaraciones al mismo diario al mismo tiempo que reclamó que se subsanen los fallos del sistema para proporcionar protección a quienes realmente la necesitan. "Y rechazar y repatriar a aquellos que no tienen derecho a ayuda", ha apostillado.

"Sólo queremos volver a aplicar la legislación europea", ha insistido el político de Baviera, principal puerta de entrada de los refugiados al país y donde en octubre se celebran elecciones. Herrmann se refiere al Acuerdo de Dublín, por el que los migrantes deben solicitar asilo en el primer país europeo que pisen.

El dilema de la política migratoria

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La política migratoria juega un papel muy importante en Alemania después de que la decisión de Merkel de abrir las fronteras en plena crisis migratoria provocara que solo en 2015 llegaran aproximadamente 900.000 solicitantes de asilo creando una situación sin precedentes en el país.

Desde entonces, han llegado casi medio millón más y el Gobierno alemán se afana por buscar una solución ante el descontento creciente de la población, que quedó reflejado en las pasadas elecciones generales de septiembre, en las que la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) fue tercera fuerza del país gracias a un mensaje xenófobo y antiislamista.

Sin embargo, mientras Merkel reclama una solución consensuada a nivel europeo, Seehofer, que reina en el próspero y conservador estado de Baviera, principal vía de entrada de los solicitantes de asilo, reclama rechazar inmediatamente en la frontera alemana a los refugiados que ya estén registrados en otros países de la UE en base a que, según el Acuerdo de Dublín, deben pedir asilo en el país que pisan por primera vez, algo a lo que se opone Merkel para no sobrecargar a los países del sur de Europa.

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