Redes sociales

Así tratan las redes sociales los datos de los menores que las leyes protegen

Un grupo de niñas con sus dispositivos móviles.

154 millones de euros. Esto es lo que le costará a YouTube, propiedad de Alphabet, la matriz de Google, haber estado reuniendo datos de menores sin el consentimiento de sus progenitores y, por tanto, haber violado la ley estadounidense de protección de la privacidad infantil en Internet (COPPA) que especifica que las páginas webs y los servicios online dirigidos a niños deberán informar de sus prácticas y obtener el consentimiento de los padres antes de recopilar información personal de todos los usuarios de menos de 13 años. Se trata de la mayor multa impuesta por el incumplimiento de esta jurisprudencia tras su aprobación en 1998.

No es la primera de este tipo que impone este año la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés): en febrero, anunció una multa de 5,15 millones a TikTok por "infringir la privacidad de los menores" ya que habían estado solicitando una dirección de correo electrónico, un número de teléfono, nombre de usuario, nombre y apellido, una breve biografía y una foto de perfil lo que supone una violación de la legislación. Y la sanción a YouTube no es la más alta que impone este año ya que el pasado mes de julio impuso una sanción de 4.432 millones a Facebook por el escándalo de Cambridge Analytica.

¿Y qué significa para YouTube esta multa? Es "un antes y un después en la forma que tenía de tratar datos personales de menores y, en especial, para tratarlos con fines comerciales", asegura Sergio de Juan-Creix, abogado experto en derecho digital y profesor-colaborador de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), que apunta que esta multa es "significativa" ya que "da idea del volumen de negocio que obtenía con este negocio para asumir tal riesgo".

En un comunicado publicado el mismo día que se conocía esta sentencia, YouTube aseguraba que su "prioridad número uno" es "proteger a los niños y su privacidad" y se defendía explicando que este servicio de vídeos es "un sitio para personas mayores de 13 años". Y esto a pesar de que, según un estudio realizado por el Pew Research Center a principios de 2019, los vídeos dirigidos a niños o en los que participan menores de 13 años son los que reciben más visitas. Asimismo también reconocían que en los últimos años se ha producido "un auge en el contenido familiar y el aumento de dispositivos compartidos" por lo que "la probabilidad de que los niños vean sin supervisión ha aumentado".

Contactado por infoLibre en relación al uso de YouTube por parte de niños, Google se defiende afirmando que "la plataforma no es para ellos". Por esta razón, lanzaron en abril de 2017 la app YouTube Kids como "un entorno dedicado a los niños". Sin embargo, desde ahora y tras esta multa, la plataforma de vídeo de Alphabet tratará los datos de cualquier persona que vea contenido infantil "como si fuera un niño, independientemente de la edad del usuario". Esto significa que, en este tipo de vídeos, se limitará no sólo la recopilación y el uso de datos, sino que también dejarán de publicar anuncios personalizados y eliminarán la posibilidad de dejar comentarios.

La publicidad es uno de los pilares de la sentencia de la FTC ya que llegan a aseguran que este servicio de vídeos ganó "millones usando unos identificadores, popularmente conocidos como cookies, para ofrecer publicidad dirigida a los visitantes de esos canalescookies" ya que "pregonó su popularidad entre los niños ante potenciales clientes". De Juan-Creix explica que "hay mucha opacidad en cómo las redes sociales tratan nuestros datos, no solo de los menores. En particular, por el uso de cookies que permiten el rastreo y generación de perfiles de los usuarios".

¿Es posible esta multa en Europa?

Además de la multa económica y los cambios exigidos para adecuarse a la ley COPPA, YouTube deberá implementar estas medidas a nivel mundial ya que el resto de Gobiernos ha puesto la lupa sobre Google. "La multa impuesta en EEUU es de un importe mayor del que se podría imponer en España y en Europa por un caso así, aunque no se puede ser categórico porque en la UE las multas se pueden fijar con base en un variable sobre el volumen de negocio global", explica Sergio de Juan-Creix. Y es que desde mayo de 2018, el Reglamento Europeo de Protección de Datos (RGPD) establece multas de hasta 20 millones de euros o hasta el 4% del volumen de negocio de la compañía infractora. "No cabe olvidar que, además de las sanciones administrativas, podrían pedirse indemnizaciones por la vía civil y, según la gravedad para los más extremos, que no son el caso de YouTube, incluso sanciones penales", apunta este abogado especializado en derecho digital.

Asimismo, en su artículo 8, asegura que el "tratamiento de los datos personales de un niño se considerará lícito cuando tenga como mínimo 16 años" y en el caso de los menores de esa edad el tratamiento "únicamente se considerará lícito" si el consentimiento lo dio "el titular de la patria potestad o tutela sobre el niño" y "solo en la medida en que se dio o autorizó". Aunque, existe una matización, tal y como explica De Juan-Creix: "el RGPD permite a los Estados Miembros establecer una edad inferior, siempre que no sea inferior a 13 años".

En el caso de España, la nueva Ley de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales (LOPDGDD) de diciembre de 2018, establece que el tratamiento de los datos personales de un menor de edad "únicamente podrá fundarse en su consentimiento cuando sea mayor de 14 años". Para aquellos niños de menor edad, "sólo será lícito"  si consta "el del titular de la patria potestad o tutela, con el alcance que determinen los titulares de la patria potestad o tutela", es decir, que cuenten con el consentimiento de los progenitores. Y toda esta legislación en un país en el que, según una encuesta del INE, el 26% de los menores de 10 años tienen móvil, la cifra aumenta hasta el 70% entre los de 10 y 15, mientras que llega hasta el casi 95% al cumplir los 15.

Asimismo, cabe destacar, que establece una disposición adicional en la que explica que "en el plazo de un año desde la entrada en vigor de esta ley orgánica, el Gobierno remitirá al Congreso de los Diputados un proyecto de ley dirigido específicamente a garantizar los derechos de los menores ante el impacto de Internet". Aunque, tal y como aclara Sergio de Juan-Creix, "el panorama político actual no nos hace ser muy halagüeños sobre que ello tenga lugar en los próximos meses" debido a la incertidumbre ante la formación del nuevo Gobierno y la posibilidad de un adelanto de las elecciones generales el próximo 10 de noviembre.

Edad mínima para estar en redes sociales

Con estas limitaciones legales, casi todas redes sociales establecen como edad mínima los 13 o los 14 años. En el caso de los servicios de Alphabet, en general, la edad mínima es de 13 años (aunque en España la suben hasta los 14). Aunque algunas de sus aplicaciones tienen sus propios requisitos. En YouTube, se puede usar el servicio si se es "mayor de 14 años" o "mayor de 13 años" siempre y cuando los progenitores o el tutor legal hayan dado "su consentimiento a través de Family Link". Esta app permite establecer "ciertas normas básica para guiar" a niños o adolescentes. Para otras apps de la tecnológica estadounidense, como Google Payments, AdSense o Google Ads: los usuarios deben ser mayores de edad.

En el caso del imperio Facebook, tanto la red social como Instagram establecen los 14 años como edad mínima y ambas plataformas recuerdan que, como crear una cuenta con "información falsa" supone "una infracción de nuestras condiciones" pueden eliminarla. Aunque, un estudio reciente de Qustodio asegura que casi la mitad (49%) de los menores españoles de entre 12 y 14 años usa Instagram pese a que la edad mínima para hacerlo es de 14 años. En el caso de WhatsApp, el límite son 13 años, aunque en la UE tras la aplicación del RGPD se debe tener "al menos 16 años de edad (o más, si así lo requiere la legislación de tu país)". Misma diferenciación que hace Tumblr en sus condiciones de servicio.

En el caso de Twitter, Snapchat o Pinterest, también se exigen 13 años. Lo mismo que la app de moda entre los más jóvenes, TikTok que, tras su multa por el uso que hacían de los datos de menores, reconocen a infoLibre que su aplicación sólo es para "mayores de 13 años" y que además incluyen medidas de "age-gating –restricción de acceso por edad– en el momento de registrarse" y una "calificación de 12+" en las tiendas de appsapps, que "permite a los padres simplemente bloquearla en el teléfono de sus hijos mediante controles parentales basados en dispositivos".

¿Cómo funcionan los controles parentales?

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"Tanto el RGPD como la LOPDgdd exigen adoptar todas las medidas razonables teniendo en cuenta el estado de la técnica para verificar que el usuario tiene capacidad suficiente para otorgar su consentimiento para un determinado tratamiento, sobre todo cuando se pretenden realizar tratamientos de datos de menores con fines de mercadotécnica o elaboración de perfiles, tal y como hacía YouTube", afirma Sergio de Juan Creix. Pero, ¿son útiles estos controles parentales, herramientas que permiten a los padres controlar o limitar el contenido a los que los menores pueden acceder en Internet desde sus dispositivos? Y más cuando muchos adultos no tienen presencia en muchas de las redes sociales en auge entre los niños y los adolescentes.

"Hay diferentes criterios, más o menos vulnerables", admite este abogado, que explica que los "más robustos" tendrían que "verificar que son los padres o tutores los que autorizan mediantes sistemas fiables". Sin embargo, este abogado apunta a un problema: encontrar el equilibrio entre fiabilidad y pérdida de eficacia. "Cuanto más complejo es el sistema, más fiable, pero menos atractivo lo que genera una pérdida de usuarios hacia otras plataformas más permisivas y, tal vez, con tratamientos de datos más agresivos", sostiene el también profesor de la UOC.

Considerando que si uno quiere estar en un red social, encontrará la vía para tener presencia a pesar de los controles parentales o de las autoridades, para De Juan-Creix la solución puede pasar por seguir con los menores el camino emprendido con la nueva normativa de pagos a través de Internet. Con el objetivo de promover la transparencia, la innovación y una mayor seguridad en los servicios de pago, ahora exige un "sistema de doble autenticación". ¿Es lo que necesitan los más pequeños de la casa?

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