La
ultraderecha europea se ha reunido este sábado en la plaza de la Catedral de la ciudad italiana de Milán en un acto de cierre de campaña con vistas a las
inminentes elecciones europeas del 26 de mayo con la presencia de cabezas visibles como
Matteo Salvini y
Marine Le Pen. En total han sido once partidos los que han participado en el acto. Una de las ausencia ha sido Vox: el partido liderado por Santiago Abascal anunció el viernes su decisión de no acudir a este acto conjunto.
Salvini ha sido el encargado de ejercer de anfitrión con el respaldo que le da ser uno de los pocos dirigentes de extrema derecha que ha logrado acceder al poder y ha sido el primero en subir al escenario ante un auditorio entusiasmado. Entre el público destacaban las banderas con el
carroccio, símbolo de la Liga, el partido del también ministro de Interior del país transalpino, y
banderas azules con las palabras "Primero Italia" impresas.
"Este es un día excepcional y les doy las gracias por estar aquí para
cambiar la historia con nosotros", ha afirmado. "En esta plaza no hay fascistas ni racistas. La diferencia está entre quienes hablan del futuro y quienes hablan del pasado porque no tienen ni idea del futuro.
No es ultraderecha, sino sentido común", ha reclamado. Así, ha reivindicado la "
Europa originaria" parafraseando a "uno de los hombres más grandes de la historia de la Humanidad: San
Juan Pablo II", nacido un 18 de mayo, un hombre que "habló de la vocación de solidaridad de Europa desde el Atlántico hasta los Urales, de naciones, de pueblos, de unidad en la diferencia y no hablaba de Turquía en Europa". "Habló de orgullo", ha remachado.
En ese sentido, ha asegurado que "los extremistas son los que han gobernado Europa durante veinte años". "Europa ha sido traicionada por las elites y por los poderosos que
han ocupado a Europa en nombre de la
economía y del dios del dinero y la
inmigración sin control", ha argumentado.
También ha reivindicado la política de
puertos cerrados del Gobierno italiano en rechazo de la inmigración irregular. "La política de este gobierno es acabar con los muertos en el Mediterráneo con orgullo y caridad cristiana", ha subrayado mientras citaba también al papa Francisco –silvado por la audiencia– en su defensa de "menos muertos en el Mediterráneo". En cambio ha reivindicado al papa Benedicto XVI y sus críticas a quienes "negaron las raíces judeo-cristianas" de Europa. "
No podemos aceptar lo diferente si olvidamos quiénes somos", ha recalcado.
El
principal respaldo de Salvini en este acto ha sido la líder ultraderechista francesa, Marine Le Pen. "Hoy estamos aquí para decir basta a esta Europa, a esta oligarquía que nos gobierna a través de la disolución de nuestras naciones", ha afirmado Le Pen. "Basta a una Europa que insufla en nuestros países los
vientos nefastos de la globalización que sólo genera esclavos y parados", ha remachado.
Le Pen ha recordado además que hace cinco años estaban "aislados", pero a día de hoy "finalmente estaremos en
posición de cambiar esta Europa" con vistas a que los partidos afines sean la tercera fuerza política en el Parlamento Europeo, lejos del octavo lugar que ocupan actualmente.
La ausencia de Vox
También han participado el eurodiputado por
Alternativa para Alemania (AfD) George Meuthen; el eslovaco Boris Kollar, líder del partido
Somos Familia; Jaak Madison, vicepresidente del
Partido Popular Conservador de Estonia; Veselin Mareshki, vicepresidente del Parlamento búlgaro y miembro de
Volia (Poder) o Geert Wilders del
holandés Partido por la Libertad.
Una de las ausencias de la ultraderecha europea ha sido Vox.
El partido de
Santiago Abascal intenta con este último movimiento alejarse de Salvini y Le Pen a la espera de la recomposición de la Eurocámara. Vox ha rechazado en varias ocasiones aclarar en qué grupo parlamentario europeo se integrará una vez llegados al Parlamento Europeo
tras el 26M, ya que cree que el resultado de las elecciones provocará una recomposición completa de las alianzas entre los partidos y ya decidirá en función de su resultado electoral.
Vox se muestra
más próximo al grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos en el que se integra, por ejemplo, el partido polaco Ley Justicia. Sin embargo, el problema es la presencia en este grupo de los nacionalistas flamencos de la Nueva Alianza Flamenca (N-VA), que han manifestado su simpatía por el independentismo catalán.
Discursos para engaña bobos. No dicen nada, no aclaran nada porque si hablan claro nadie les votaría, hay que desenmascarar a estos ultras, explicar que hay detrás para que no les vote nadie.
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