La comisión de la dana
Camarero y Mompó evitan amparar a Mazón pero defienden sus propias actuaciones el día de la dana
Una semana después de la comparecencia del todavía president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, en la comisión de la dana en el Congreso, este lunes lo hicieron dos de sus principales lugartenientes: la vicepresidenta y portavoz del Consell, Susana Camarero, y el president de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó. Ambos tuvieron que enfrentarse a las preguntas de los grupos parlamentarios sobre lo que hicieron esa jornada del 29 de octubre de 2024 que se saldó con 229 muertes por la riada que arrasó l'Horta Sud valenciana.
La primera en comparecer fue Camarero, que defendió su actuación ese 29-O, aunque reconoció algunos fallos, como el hecho de no cancelar su agenda para acudir a unos premios de la patronal valenciana, lo que provocó que se desconectara de la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi). "Nadie puede decir que lo hicimos todo perfectamente bien, todos tenemos lecciones aprendidas. Hoy, con la información que tengo, obviamente no hubiera ido a esa entrega de premios", confesó la portavoz del Consell. Según su relato, llamó para anularlo pero le dijeron que "estaba convocada" gente de toda la Comunitat Valenciana.
Con todo, la vicepresidenta del Consell aseguró que no "abandonó" sus responsabilidades e insistió en varias ocasiones en que su presencia telemática en el Cecopi fue voluntaria y que estuvo conectada "el tiempo que la agenda" le permitió. La vicepresidenta de Mazón, que ha ejercido de parapeto del president este último año, no se esforzó por defenderlo tanto este lunes como en las ruedas de prensa tras el Consell. Así, admitió que no habló con él en todo el día tras el encuentro del mediodía con los agentes sociales, antes de su comida en El Ventorro, e incluso cuestionó el relato de Mazón al asegurar que en la reunión del equipo de gobierno a primer hora sí se habló de la dana. "Ese día estábamos preocupados desde por la mañana", aseguró.
Lo que quiso dejar muy claro es que ella no tenía responsabilidad en la toma de decisiones aunque esté jerárquicamente por debajo de Mazón. "No había vacante del presidente. No había ausencia, no estaba incomunicado y yo no tenía que ejercer una sustitución del presidente", argumentó cuando le preguntaron por la ley del Consell que especifica que, en ausencia o enfermedad del presidente, es la vicepresidencia primera la que asume sus funciones. "La vicepresidenta no tenía competencias en emergencias y no iba a influir en una decisión operativa que se pudiera tomar en el Cecopi", alegó. "Compruebo que los responsables de las emergencias de la Generalitat y del Estado están haciendo su trabajo. Poco podía aportar yo".
Camarero defiende que "se respondieron todas las llamadas" de la teleasistencia
La portavoz del Consell también trató de justificar las decisiones de la conselleria de Servicios Sociales ese 29-O después de que la jueza de Catarroja, Nuria Ruiz Tobarra, incorporarse a la causa, hace dos semanas, las muertes de 37 personas dependientes que estaban conectadas al servicio de teleasistencia del departamento de Camarero. "Todas las llamadas recibidas fueron atendidas y derivadas. Se atendió a los usuarios, se hicieron llamadas cruzadas con familiares, Policía...se atendió como el servicio está preparado para atender", aseguró, tras remarcar que este servicio es "asistencial" y no "de emergencia".
"¿La teleasistencia sirve para que el presidente felicite cumpleaños o para que puedan individualizadamente avisar a la gente de que hay un riesgo?”, le preguntó el portavoz de Compromís, Alberto Ibáñez. "Sirve para que todas las llamadas que están programadas, donde se dice qué medicación se tiene que tomar y de paso, si es su cumpleaños, felicitarlo. No está para dar avisos de emergencia según los pliegos aprobados en tiempos de Mónica Oltra", se zafó.
Sin citarla expresamente, también se desmarcó de la actuación de la entonces consellera de Interior, Salomé Pradas, como máxima autoridad del Cecopi. "¿Qué tengo que ver yo con el 112?", argumentó cuando le reprocharon el colapso del teléfono de emergencias de la Generalitat. "Ni es un servicio que conozco ni es mi competencia. Obviamente yo no tenía competencias de emergencias. El servicio de teleasistencia no colapsó", argumentó.
Es más, Camarero se esforzó mucho en defenderse a sí misma pero poco al resto de sus compañeros, más allá de algún capote puntual. "No voy a hacer valoraciones de terceros", dijo cuando se le preguntó expresamente por Mazón, Pradas y por el exsecretario de Emergencias, Emilio Argüeso, imputado junto a su antigua jefa por la jueza de Catarroja.
Mompó: "Se tardó mucho en enviar el mensaje"
Tras Camarero fue el turno de Vicent Mompó, uno de los protagonistas del 29-O por su presencia en el Cecopi y sus posteriores versiones sobre lo acontecido. En el programa Salvados de La Sexta, el dirigente del PPCV —que quiere dar la batalla para suceder a Mazón al frente del partido— deslizó que habló con Mazón ese día "sobre el tema de la alerta", pero en sede judicial, donde compareció el pasado mes de julio como testigo, lo negó y desligó al mandatario valenciano de cualquier cuestión relacionada con la gestión del mensaje Es Alert.
Su comparecencia fue menos tensa que la de Camarero y recibió elogios a izquierda y derecha por haber acudido al Cecopi esa jornada pese a que no era miembro. Los portavoces le agradecieron su honestidad después de que admitiera, a preguntas de la diputada de Compromís Àgueda Micó, que la alerta a la población llegó tarde. “Considero que se tardó mucho en enviar el mensaje", admitió Mompó, que en los momentos de mayor tensión del Cecopi pidió que se enviara el mensaje "de una puta vez". Una frase, dijo, fruto del "nerviosismo, impaciencia y ansiedad”. "Usted está reconociendo la incompetencia de su Gobierno", le contestó Micó.
Mompó también admitió este lunes que "no hubo liderazgo político" en el Cecopi y que le “sorprendió” esa ausencia de referentes políticos, que según la ley le correspondía a la exconsellera Salomé Pradas. "La sensación no era que los políticos dirigieran el Cecopi, sino los técnicos, porque era una reunión donde la gente opinaba y consensuaba", trasladó. También aseguró que él no apreció que hubiera "ninguna desconexión" y que el foco siempre estuvo puesto en la presa de Forata y no en el barranco del Poyo.
No sabía desde dónde le llamaba Mazón
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Mompó cruzó varias llamadas con el presidente valenciano esa jornada y aseguró que desconocía desde dónde hablaba Mazón. Contactó con él en dos ocasiones, en llamadas muy breves, de entre 17 y 23 segundos: a las 17.46 y a las 17.48 horas. Así, confirmó que la llamada fue para solicitarle el número de dos alcaldes, el de Cullera, Jordi Mayor (PSPV) y el de Utiel, Ricardo Gabaldón (PP). “Utiel es donde se inicia la cuenca de Forata y Cullera el final, donde iría a parar en caso de rotura", fue la explicación que dio el presidente regional sobre por qué esos números de teléfono en concreto, aunque se sabe por su listado que nunca llamó al de Utiel.
El dirigente provincial dijo que no sabía para qué quería hablar con ellos, supuso que "no sería para hablar de fútbol", aunque según el testimonio de la periodista Maribel Vilaplana, que también deberá comparecer en la comisión, esa fue una de las conversaciones que mantuvieron en El Ventorro. Tampoco aclaró si lo notó preocupado: "No recuerdo esa sensación. Yo lo estaba", dijo.
El representante de EH Bildu, Mikel Otero, también le preguntó por qué Mazón mintió al decir que no tuvo constancia de ninguna víctima mortal hasta las cinco de la mañana, pese a que en su propia intervención tras la riada a las 00.30 horas hablaba de “cuerpos sin vida”. "No sé si mintió o no mintió", contestó. "No sé en qué momento exacto se pudo certificar una muerte, pero a las 11.30 sabía que había un desaparecido", alegó.