Congreso del PP

Feijóo bendice los pactos con la extrema derecha para llegar al Gobierno: "No voy a arrinconarlos"

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, interviene en la sesión de clausura del XXI Congreso Nacional de la formación este domingo en Madrid.

Alberto Núñez Feijóo quiere gobernar en solitario porque los gobiernos de coalición, según él, no funcionan. Pero en su discurso de clausura del congreso del PP, en el que la extrema derecha había permanecido al margen, ha dejado claro que Vox será su principal aliado, como ya sucede en seis autonomías del PP, donde hasta el pasado verano Vox estaba dentro del Ejecutivo. "Sus votantes merecen respeto, no estoy dispuesto a arrinconarlos", ha afirmado. "El único gobierno en coalición que ha habido hasta la fecha no ha funcionado y yo no quiero darle a mi país los mismos espectáculos que vemos cada martes en el Consejo de Ministros", dijo, aunque evitó convertir ese deseo en promesa, porque es consciente de que serán las urnas las que decidirán, en todo caso.

La fortaleza de Vox sigue siendo un quebradero de cabeza para Génova, que teme se convierta en un problema mayor en las futuras elecciones generales, se celebren cuando se celebren. Feijóo desea que sean una demostración de fuerza del PP en solitario frente a Sánchez. Aspira a tener "diez millones de votos", según aseguró el propio líder del PP el sábado, pero sabe que todas las encuestas apuntan a que la extrema derecha será clave para llegar a La Moncloa. Y por eso no quiere ahuyentarlos ni establecer ningún tipo de cordón, como sí ha hecho uno de sus socios en Alemania, el canciller Friedrich Merz.

Lo cierto es que aún no había llegado Feijóo a Génova cuando dio su bendición a la decisión de Alfonso Fernández Mañueco, el presidente de Castilla y León, de meter por primera vez a los ultras en un ejecutivo autonómico. El líder del PP mantuvo transitables todos los puentes con Vox, hasta el punto de que no dudó en transformarlos en sólidas alianzas después de las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023 con tal de asegurarse una inmensa cuota de poder que alcanza más de un centenar de ayuntamientos además de los gobiernos autonómicos de la Comunitat Valenciana, Baleares, Murcia, Aragón y Extremadura.

Feijóo, sin embargo, sí aplica ese cordón sanitario contra Sánchez. "Con este PSOE es imposible pactar, con el sanchismo no se puede acordar, lo sé por experiencia", dijo, aunque lo cierto es que ambas formaciones lograron un acuerdo para desbloquear el Consejo General del Poder Judicial. "Eso no significa renunciar para siempre a que este país recupere los consensos en los asuntos que lo requieren", añadió. Más ambiguo se mostró con los pactos con Junts, con el único compromiso de "que fuera de la ley y de la Constitución" no habrá "nada de nada".

Advierte al PP de que no pueden "confiarse" como el 23J: "No cabe el descuido"

El líder del PP está decidido, además, a no repetir los errores que le llevaron a fracasar en las elecciones de 2023. Entonces protagonizó una errática campaña frente al actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y asumió que la victoria estaba hecha al calor de las encuestas. Sin embargo, los conservadores se quedaron a miles de votos y cuatro escaños de obtener la mayoría absoluta, incluso con el apoyo de Vox, de UPN y de Coalición Canaria. Feijóo buscó esos apoyos en el PNV y Junts, pero ambos le dieron un sonoro portazo y se decantaron, en su lugar, por Sánchez.

En su discurso de clausura del congreso, Feijóo ha querido recordar ese episodio ante un auditorio repleto de dirigentes y compromisarios del PP, que han cerrado filas con él. "Permitidme que os recuerde algo obvio. No solo hay que ganar las elecciones, hay que asegurar que ganar sirve para llegar al Gobierno. No va a ser un paseo por el campo, si algo sacamos en claro hace dos años, es que frente al adversario no cabe el descuido ni el exceso de confianza", lanzó.

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La advertencia del conservador fue clara: "No nos confiemos con la sonrisa de las encuestas, tenía que decirlo, la única sonrisa que vale es la de las urnas", añadió. Internamente se criticó mucho la forma de llevar la campaña de Génova, donde se pensó que la inercia de las elecciones autonómicas y municipales de dos meses atrás les acompañaría. Feijóo se permitió el lujo de no acudir al debate a cuatro y de mentir en una entrevista en la televisión pública. En privado, los conservadores se muestran seguros de que la crisis del PSOE les está beneficiando, pero su líder no lo tiene tan claro y "exige hacer las cosas bien hasta el último día".

"El acto fundacional de un nuevo tiempo"

Feijóo, reelegido el sábado como candidato a la presidencia del PP con el 99,2% de los votos, aseguró que este domingo "no acaba nada" sino que "empieza todo": "Este es el acto fundacional de un nuevo tiempo, porque después de casi dos meses de debate intenso entre nosotros, ahora empieza lo importante: convertir nuestro trabajo en esperanza para los españoles", señaló. En el discurso previo al de Feijóo, la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso le dejó claro que el partido es "suyo" y que no dará la batalla interna: "Vamos a estar en todo momento a tu lado", aseguró.

El conservador ha entonado el 'yo acuso' para cargar contra la forma de ejercer política de Sánchez y remarcó que la disputa final será entre el socialista y él. "Le acuso de abandonar la centralidad, y de someter a su partido y a España a las minorías en todo", dijo; también de "olvidar que España es una nación" o de "trocear el Estado, las fronteras, la caja común, la acción exterior y la política migratoria". Feijóo se comprometió a cambiarlo todo, pero antes deberá llegar a La Moncloa y el presidente del Gobierno insiste una y otra vez en que las elecciones serán en 2027, no antes.

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