UN AÑO DE LA DANA

La hora 'perdida' de Mazón durante la dana, un año y once versiones después

Mazón en Valencia.

En torno a las 14:00 horas, el president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, daba por concluida su agenda política del 29 de octubre de 2024. Después se iba a comer a El Ventorro, con Maribel Vilaplana, aunque esto tardó meses en conocerse por "por cuestiones de privacidad y confidencialidad", como se dijo desde la Generalitat. Lo que no calculó el president era que, aquella misma tarde, quedaría en entredicho su capacidad para ejercer sus responsabilidades como jefe del Consell.

Aquel 29-O, la dana más devastadora de la historia reciente de Valencia se cobró la vida de 229 personas en la región. En los momentos más críticos, Mazón permaneció desaparecido durante cinco horas. No se le volvió a ver hasta casi el final de la jornada, cuando el número de víctimas mortales ya se contaba por decenas.

Las primeras preguntas apuntaron a la hora exacta en la que el presidente llegó al Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) y al momento en que se activó la alerta a la ciudadanía (20:11 horas), cuando buena parte de los daños ya estaban produciéndose y cuando, según la jueza de Catarroja, Núria Ruiz, ya había muertos. Sin embargo, la sucesión de versiones cambiantes ofrecidas por Mazón solo ha contribuido a erosionar su credibilidad pública. A día de hoy, el relato sobre dónde estuvo mientras los valencianos sufrían las consecuencias de la dana, sigue incompleto. Y casi cada semana se conoce un nuevo detalle que pone en evidencia al jefe del Consell.

Hace diez meses, el presidente calificó de “cansino” que se le siguiera preguntando dónde estaba aquella tarde. Sin embargo, tras once versiones y un año después de la catástrofe, sigue sin aclararse qué hizo entre las 18:45 y las 19:45 horas. Ese intervalo de una hora abarca los 37 minutos —entre las 18:57 y las 19:34— en los que Mazón no realizó ninguna llamada, según consta en el registro telefónico que él mismo entregó a la comisión de la dana en Les Corts Valencianes. Un listado, cabe recordar, sin validez legal, que no se corresponde con una factura y que no precisa la duración de las comunicaciones ni si las llamadas son entrantes o salientes. Tampoco refleja las no atendidas o perdidas.

Las primeras versiones

La cronología de versiones dio comienzo el 4 de noviembre, cuando el equipo de Mazón aseguró que el president había estado trabajando en el Palau de la Generalitat durante la tarde. Según su entorno, era plenamente consciente de lo que ocurría en Valencia y gestionaba la evolución de crisis de la "gota fría", como lo denominó él, desde su despacho.

Sin embargo, apenas un día después, el 5 de noviembre, esa primera versión cayó por su propio peso. Desde Presidencia se admitió que Carlos Mazón había estado en El Ventorro, un restaurante a escasos metros de la sede del Gobierno autonómico, participando en “una comida privada”. No trascendió ni con quién estuvo, ni de qué se habló.

La tercera versión no tardó en llegar. El propio Mazón declaró el 7 de noviembre, ante los medios, que en realidad había asistido a “un almuerzo de trabajo”. No obstante, dicho encuentro no figuraba en su agenda pública, que había quedado despejada a las 14:00 horas.

Por todos los medios, el president se resistía a aclarar quién le acompañó durante la comida y cuánto tiempo permaneció allí.

Maribel Vilaplana y El Ventorro

El 8 de noviembre se reveló la identidad de la persona con la que Mazón había compartido mesa el 29 de octubre: la periodista Maribel Vilaplana. Según el president, en un encuentro para abordar el futuro de la radiotelevisión pública valenciana. Sin embargo, posteriormente se informó de que el verdadero motivo habría sido ofrecerle a Vilaplana la dirección de À Punt, la cadena pública de la Comunitat Valenciana.

Mazón intentó restar importancia a la cita y la describió como “un picoteo rápido”. Un picoteo que, no obstante, se prolongó durante tres horas. Inicialmente previsto hasta las 17:00, se habría extendido, según diversas fuentes, hasta las 18:00 o incluso las 19:00 horas, de ahí la importancia para la jueza de requerir a Vilaplana el tique del aparcamiento en su declaración judicial de este lunes.

Meses después se conocería más detalles del final de esa comida, pero aún quedaba una última versión para el año 2024. El 26 de diciembre, ante las exigencias de hacer pública la factura del almuerzo, la Generalitat Valenciana argumentó que no disponía de ella porque Mazón había asistido “como líder del PP valenciano”, y no en calidad de presidente autonómico. La justificación reavivó las dudas: si acudió como dirigente del Partido Popular, ¿cómo pudo estar ofreciendo la dirección de À Punt, un cargo que debe adjudicarse mediante concurso público y no por designación política?

Ya entrado 2025, Presidencia ofreció la séptima versión. El 7 de febrero explicó que Mazón había llegado al Cecopi “a partir de las 19:00 horas”, una franja que con el tiempo se fue ampliando hasta las 19:30.

Sin embargo, la cronología de los hechos volvió a cambiar el 26 de febrero, cuando el propio Mazón informó a los medios de comunicación de que su llegada al Cecopi, tras la comida, se produjo a las 20:28. Días antes había asegurado que había acudido “a media tarde”. Momento en el que la Generalitat hizo público un vídeo de la entrada del president al edificio de la L'Eliana.

"No entiendo lo del cambio de versión. Evidentemente las 20:28 son después de las siete y media. ¿Cuándo he mentido? Repasen mi comparecencia en Les Corts Valencianes. Siempre he dicho lo mismo, no he cambiado de versión jamás", aseguró públicamente.

Las últimas declaraciones demuestran que Mazón llegó al Cecopi después de que se hubiera activado la alerta hidrológica.

La versión de Vilaplana

El 5 de septiembre de 2025, la voz de Maribel Vilaplana pasó a contar su relato en una carta abierta y remitida a los medios de comunicación. En ella, la periodista lamentaba haber sufrido en los diez meses previos una "presión insoportable", pues se había convertido "en una diana utilizada políticamente y alimentada con insinuaciones machistas", que le había llevado a un ingreso hospitalario y al actual tratamiento psicológico por estrés postraumático.

Afirmó que durante la comida con Mazón no preguntó, ni participó ni conoció en ningún momento el contenido de las llamadas que recibió el president, quien tampoco le trasladó "ninguna inquietud al respecto".

Su carta volvió a poner una nueva versión sobre la mesa, pues aseguró que salió del restaurante entre las 18:30 y las 18:45 horas. Ello conducía a que el almuerzo, “con el objetivo de explorar posibles vías de colaboración profesional”, se alargó casi cuatro horas.

La Generalitat no tardó en reaccionar al comunicado, señalando que se ratificaba así que el presidente valenciano estuvo aquella tarde “pendiente e informado en todo momento de la evolución y gestión de la emergencia desde el mismo momento en que recibió la primera llamada de Salomé Pradas”. 

La décima, pero no la última versión

El 26 de octubre, el entorno del Mazón admitió que su encuentro con Maribel Vilaplana no terminó en la puerta del restaurante El Ventorro. Según las versiones oficiales, desde allí se habría desplazado directamente al Palau para seguir la gestión de la emergencia. Sin embargo, con la dana ya desatada, Mazón aún tuvo tiempo de acompañar a la periodista hasta un aparcamiento cercano al restaurante.

Se trata de un detalle que la periodista no mencionó en ninguna de sus versiones, y que tampoco el jefe del Consell había revelado hasta ahora. Según la información publicada por Levante-EMV, el presidente la acompañó en torno a las 18:45.

¿Qué ocurrió entre las 18:45 y las 19:45?

Cuando parecía que las versiones no podían enredarse más, nuevos testimonios han añadido más dudas al relato. Varios testigos, citados por distintos medios, sitúan la llegada de Carlos Mazón al Palau de la Generalitat cerca de las 20:00 horas. El propio president describió recientemente el recorrido que, según él, hizo desde el restaurante hasta la sede del Ejecutivo autonómico. Sin embargo, ese trayecto, que detalló calle a calle, dura apenas once minutos, no una hora. Por lo tanto, sigue sin esclarecerse dónde estuvo Carlos Mazón desde que se despidió de Maribel Vilaplana (18:45) hasta que fue visto en el Palau (19:45), en ese intervalo de aproximadamente una hora.

El papel de Mazón, la comida del Ventorro y otras claves judiciales de la investigación de la dana

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Fuentes próximas a Pradas revelaron a El País que la exdirigente marcó en dos ocasiones (19:10 y 19:36 horas) el móvil del jefe del Consell sin éxito. La tercera llamada se registró a las 19.43, duró 48 segundos y sí permitió a la exconsejera comunicar con el president. La última conexión telefónica con Pradas con él fue a las 20:10, justo antes del envío de la alerta masiva ES-Alert y duró cerca de un minuto.

Testigos consultados por elDiario.es aportan un dato nuevo: Mazón se habría cambiado de ropa durante esa hora. Por lo tanto, ¿visitó su domicilio antes de dirigirse al Palau?

En ese margen de tiempo, más de 80 personas perdieron la vida.

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