TECNOLOGÍA
El mal ejemplo de los padres con el móvil duplica las conductas de riesgo de la juventud en internet
Uno de cada diez niños y niñas reconoce que sufrió ciberacoso y uno de cada tres adolescentes violencia digital en la pareja, según el nuevo y detallado estudio sobre el impacto de la tecnología en la infancia, que advierte del aumento de la ansiedad y de la violencia en este ámbito en una generación “hiperconectada".
El informe, elaborado por la Universidad de Santiago de Compostela (USC), el Consejo General de Colegios de Ingeniería Informática, Unicef España y Red.es, surge de una consulta a casi 100.000 niños, niñas y adolescentes de toda España, en la que es la mayor investigación sobre impacto de la tecnología en estas edades que se da a nivel de un Estado. En ella, el uso que los progenitores hacen de los dispositivos también es abordado por el influjo que tiene en el comportamiento posterior de los hijos e hijas: la falta de límites y el mal uso del móvil por parte de los padres duplica las conductas de riesgo entre la juventud.
El informe Infancia, adolescencia y bienestar digital. Una aproximación desde la salud, la convivencia y la responsabilidad social advierte de una juventud e infancia “más consciente de los peligros de Internet” pero que sigue “enfrentándose a graves desafíos emocionales y de convivencia”. Una generación en la que, según el estudio, el 92,5% de adolescentes está conectado a alguna red social y más del 75% participa en tres o más. Ya en los últimos cursos de Primaria, casi el 80% de la juventud está conectada a una de estas redes.
Y acceden a ellas desde su propio dispositivo en la gran mayoría. Porque con diez años, el 41% de los niños y niñas dispone de teléfono móvil, un porcentaje que asciende al 76% con 12 años y a prácticamente todos en la ESO (casi el 93%), siendo la edad media de acceso los 10,8 años.
Además, el 44,3% lleva el móvil al centro educativo a diario y de estos, uno de cada tres suele mirarlo durante las clases. También más del 40% asegura que duerme todos o casi todos los días con el teléfono en la habitación y prácticamente la mitad de estos (47,5%) dice usarlo durante la madrugada.
En cuanto a la actividad, casi un 9% de los chicos y chicas de entre 10 y 20 años dedica más de cinco horas diarias a las redes sociales entre semana, una cifra que se eleva hasta casi el 20% durante el fin de semana. Además, el 5,7% podría desarrollar un uso problemático de las redes sociales, porcentaje que alcanza el 7,7% entre quienes cursan Bachillerato —la etapa más vulnerable— y que es significativamente mayor entre las chicas, lo que evidencia importantes diferencias de género en esta problemática.
Este uso intensivo se asocia a mayor ansiedad, peor calidad de vida y mayor exposición a situaciones de acoso, ciberacoso o control en la pareja a través de medios digitales. “El 25% de los adolescentes declara sufrir acoso escolar, cerca del 10% ciberacoso, y uno de cada tres chicos y chicas con pareja [o que la tuvieron] reconoce vivir control o chantaje a través del móvil o las redes”, destacó Antonio Rial Boubeta, psicólogo social, profesor de Ciencias de la Educación en la USC y director científico de la investigación.
Según el estudio, las conductas más habituales en esta violencia digital en la pareja tienen que ver con el control de sus amistades en las redes sociales (casi el 22% reconoce haberlo sufrido), el uso de los dispositivos digitales para controlar dónde y/o con quién está en cada momento (14,2%) o la revisión no consentida del móvil (casi el 9%).
El estudio destaca que la falta de normas y límites en el uso de la tecnología, junto a un mal ejemplo por parte de las personas adultas, duplica las conductas de riesgo online. Y pone cifras y datos sobre la mesa: el porcentaje de jóvenes que pasa más de cinco horas al día en redes los fines de semana es del 18% entre aquellos cuyos padres no usan el móvil durante las comidas, pero asciende al 24,6% si los padres sí lo emplean en la mesa. Del mismo modo ocurre con el consumo de pornografía (27,5% frente a 34,3%), aceptar desconocidos en redes (31,6% frente a 40,3%), quedar en persona con gente conocida en internet (12,6% frente a 17,9%) o el uso problemático de las redes sociales (4,4% frente a 8,7%).
Es casi una cuarta parte del alumnado consultado la que asegura que sus padres o madres suelen utilizar el móvil para enviar WhatsApp, consultar el correo u otra actividad durante las comidas o cenas familiares. Las personas expertas que participan en la investigación aseguran que los padres “deben dar ejemplo en el buen uso de los dispositivos” porque “favorece la instauración progresiva de una buena higiene digital en el hogar”.
El estudio también afirma que más de la mitad de los progenitores habla habitualmente con los hijos de los riesgos de internet y que el 46% suele poner normas o límites respecto a las horas de uso del móvil, internet o redes sociales. Además, solo tres de cada diez limitan los contenidos que suben.
Aunque los riesgos continúan, aclaran los autores del estudio, sí se observan avances en el uso responsable de internet. Casi el 60% de los jóvenes consultados habló con personas desconocidas en la red y un 25,1% recibió mensajes de carácter sexual, y casi el 9%, presiones para enviar fotos o vídeos de carácter erótico o sexual. Con todo, son datos mejores que los registrados en 2021 en un informe semejante.
Los impulsores de la investigación consideran que la exposición a la pornografía “sigue siendo un reto”. Porque casi el 30% de los y las consultadas dice haberla consumido en alguna ocasión, y en uno de cada tres casos de manera fortuita. El inicio del consumo se sitúa, de media, en los 11,5 años, y el 70% asume que no se habla de sexo en casa.
Según el estudio, casi la mitad de los consultados dice consumir pornografía “para masturbarse”, con diferencias significativas entre chicos (57,5%) y chicas (23%). En el caso de las mujeres, la principal motivación es la “curiosidad” (47,8%).
Desconexión digital
Por otra parte, más de la mitad de los y las jóvenes consultadas aseguran cierta necesidad de desconexión digital y demandan más educación digital, afectiva y emocional, así como acompañamiento adulto y hablar sobre salud mental y relaciones. “Los hábitos de juego y de descanso dependen de cada cual, pero las redes están diseñadas para enganchar”, explicaron Ailin, de 17 años, y Pablo, de 12, miembros del grupo asesor de Unicef España.
El informe fue presentado este martes en un acto clausurado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de Unicef España, Gustavo Suárez Pertierra, junto a expertos y representantes del ámbito tecnológico, educativo y familiar.
El detallado estudio tiene una importante huella, con la participación de la USC, la dirección científica de Antonio Rial, además de una recogida de datos entre noviembre de 2024 y junio de 2025 mediante un cuestionario online alojado en un servidor del Centro de Supercomputación de Galicia.
Respecto a la investigación llevada a cabo en 2021, la muestra prácticamente se duplicó, incorporando respuestas de niños y niñas de 5º y 6º de Primaria.