Sánchez reivindica los “fundamentos sólidos” de la economía española frente al “discurso del miedo” del PP

Moncloa sigue buscando la manera de salvar la distancia que, sobre todo la derecha mediática y política, aseguran que existe entre el presidente del Gobierno y los ciudadanos del común. Este lunes, el equipo de Pedro Sánchez estrenó un nuevo formato que ofreció una oportunidad amable y controlada de insistir en algunos de los asuntos que más le interesa remarcar en este inicio de curso: ampliación de derechos, cambio climático, revalorización de las pensiones o la lucha por la igualdad.

Sánchez recibió en la sede de la Presidencia del Gobierno a 50 ciudadanos cuidadosamente seleccionados de entre los más de 250.000 que en lo que va de legislatura han hecho llegar al presidente sus inquietudes y demandas. Cinco de ellos, una empleada del hogar, una estudiante de bachillerato, una profesora jubilada, un profesor de educación física y una estudiante de Derecho tomaron brevemente la palabra en un acto conducido por la periodista Carme Chaparro.

Un acto “sin intermediarios ni barreras”, destacó el propio Sánchez, pero muy relajado para él después de que todos los presentes pasasen el filtro de la Moncloa. Y en el que repitió en varias ocasiones la expresión “gobernar para la gente”, el lema de la campaña organizada por el PSOE que desde el fin de semana lleva su voz por todo el país para defender la acción del Gobierno y combatir la idea de un presidente aislado de los ciudadanos.

 Sánchez correspondió a sus invitados con un discurso en el que aprovechó para anunciar que el Consejo de Ministros de mañana va a aprobar una norma para garantizar que las empleadas del hogar puedan cobrar el desempleo, poniendo así fin “a una injusticia inaceptable”. Y en el que centró el tiro en denunciar a los poderes económicos que tratan de imponer su voluntad a los poderes democráticos y en defender la buena salud de la economía española a pesar de la incertidumbre derivada de la inflación frente al discurso catastrofista del PP.

“Es muy importante reivindicar la política útil” y “combatir la idea de que se elige a quien gobierna pero no a quien manda”, que hay poderes “que no se presentan a las eleciones pero son los que deciden. Que esta poderes económicos por encima del poder democrático”.

Los “profetas de la catástrofe”

El presidente reconoció en su intervención que ”como país tenemos razones par incertidumbre y la inquietud” por culpa de la situación económica derivada de la invasión rusa de Ucrania, “pero no podemos caer en el miedo, la desconfianza o el desánimo” porque “los fundamentos de nuestra economía son sólidos”. Por esa razón llamó a los ciudadanos españoles a desoír el “discurso del miedo” de los “profetas de la catástrofe”, en referencia al PP y a sus líder, Alberto Núñez Feijóo, con el que mantendrá este martes un debate en el Senado.

“Hay que mirar los datos y saber cuál es la realidad”, pidió a los presentes, para así “poner el foco en el problema, los precios, y el acento en las fortalezas de nuestra economía”. “Crecemos a mayor ritmo” que el resto de los países de la Unión Europea, “hemos cerrado agosto con 400.000 parados menos que hace un año”, “más de 20 millones de cotizantes” a la seguridad social, y se ha triplicado el ritmo de contratación indefinida, enumeró a modo de ejemplo. Políticas que, remarcó, son “compatibles con una consolidación fiscal que está reduciendo el déficit y la deuda mientras la industria “se mantiene buen ritmo” y las exportaciones creen un 26%.

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A pesar de estas cifras, Sánchez trató de huir de la tentación de la autocomplacencia. “Nada más lejos de mi intención que poner paños calientes a una situación muy compleja, de absoluta incertidumbre, porque no sabemos cuánto va a durar esta guerra”. Frente al “discurso del miedo”, sin caer en la “euforia”, hay que evitar el “catastrofismo”, actuar con realismo y confiar “en las fortalezas de España”..

“Tenemos que ser conscientes de las dificultades, pero no dejar de mirar largo plazo con ambición”, lo que según él significa seguir impulsando agenda de modernización, respondiendo a la emergencia climática, a la transformación digital y a demandas de derechos y libertades, sin olvidar de la situación de la clase media y trabajadora y de sus rentas. 

Por eso, recordó, el Gobierno ha adoptado medidas como el incremento de las becas, la bonificación del combustible, los abonos transporte gratuitos, o las ayudas al sector del transporte, de la agricultora o de la industria gasintesiva. “Hay que tener los pies pegados a la realidad y gobernar para la gente y la clase media y trabajadora”, insistió.