Luego nos lamentaremos

Su táctica es siempre la misma: cuando les pillas en un renuncio, en una contradicción (y las hay a miles) o directamente en una mentira su defensa es el ataque. “Mienten”, “manipulan”, “no te dejes engañar”… Y llenan las redes de insultos contra quienes hemos señalado esa mentira, esa contradicción, esa nueva salida de tiesto.

Esta semana tenemos varios ejemplos: uno con las declaraciones del nuevo vicepresidente de Castilla y León, el señor Gallardo. Se dirigió a una diputada con discapacidad de la forma más torpe que se puede dirigir: “Voy a hablarle como si fuera una persona como todas las demás”. Poco antes había hablado de la educación sexual en las escuelas de su comunidad, esas comunidades que su grupo parlamentario quiere eliminar porque empobrecen España pero que no tienen ningún reparo en dirigir si les dan cargo y despacho. Aseguró que a los niños de 6 años se les estaba aleccionando con posturas sexuales, acusó al Gobierno de pervertir a los menores y algunas barbaridades más. Cuando en ese mismo debate alguien le pidió que diera ejemplos, que pusiera nombres a esas escuelas, se desdijo.

Pero aún queda una más: la de las armas. Espinosa de los Monteros acusó a Nadia Calviño de haber mentido: la vicepresidenta afeó en el hemiciclo que la formación de Abascal hubiese apostado por armar a la gente para defenderse y luego se lamentara de lo que ocurría en Estados Unidos, donde tienen un auténtico problema con esto. Espinosa de los Monteros dijo que eso es mentira, pero la hemeroteca está ahí. Y lo que dijo Abascal, en marzo de 2019, lo puede leer cualquiera. Lo publicó en sus redes y lo reiteró luego en una entrevista: “Derecho a la autodefensa, que los españoles honrados puedan tener un arma en su casa para que puedan usarla en situaciones de amenaza real”. Luego Rocío Monasterio y el propio Buxadé lo repitieron en varias ocasiones. Esa necesidad de que, si te entraba alguien en casa, “usaras lo que tuvieras a mano para defenderte, un arma o un palo”.

Es curioso porque este argumento es el mismo que utiliza la poderosa Asociación del Rifle en Estados Unidos para defender la tenencia de armas: “tienes que armarte para protegerte en un mundo peligroso y caótico”. ¿Casualidad?

Así estamos. Asistiendo cómo poco a poco el discurso se va minando de ese tipo de declaraciones que no son nuevas, las hemos visto y escuchado en otros puntos y sabemos perfectamente qué consecuencias tienen

Y así estamos. Asistiendo cómo poco a poco el discurso se va minando de ese tipo de declaraciones que no son nuevas, las hemos visto y escuchado en otros puntos y sabemos perfectamente qué consecuencias tienen. Y lo sorprendente y preocupante es que van ganando espacios, foros, adeptos. Saben dónde decirlo, cómo decirlo. Lo han aprendido de otros, replican los modos y las formas, incluso los lemas. Y saben que hay un caldo de cultivo en el que esto cala: gente que compra esos argumentos, porque necesitan escucharlos. Que alguien llegue y les diga que, como todo está tan mal, todo es tan caótico, no te preocupes porque yo te salvo, tengo la receta para hacerlo. Y así seguimos.

Luego nos lamentaremos. Nos preguntaremos, como en Estados Unidos, cómo hemos podido llegar hasta aquí. Simplemente hay que mirar y escuchar lo que pasa alrededor para encontrar las respuestas. Cada uno es libre de pensar y decir lo que quiera, faltaría más. Pero que después sean coherentes y asuman la responsabilidad de esas palabras y de esos silencios.

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