... En campaña electoral

A las 00.00 del viernes comenzó la campaña electoral. ¿Ah, usted también creía que llevábamos un tiempo ya en ello? Pues no. Oficialmente ha comenzado hace unas horas. Lo de antes era PREcampaña, como los PREliminares del sexo, el orgasmo o el gatillazo están por venir.

Este evento democrático tiene algunas similitudes con los Juegos Olímpicos, que también se celebran cada cuatro años, aunque los deportistas que aspiran a colgarse alguna medalla no paran de entrenar. El período que va de “Juegos a Juegos” es la Olimpiada y hay que recordarlo de vez en cuando, porque a veces confundimos los términos. 

Con las campañas electorales pasa lo mismo. Cuesta diferenciar lo que sucede en los cuatro años de espera de lo que acontece en los quince días que tienen los candidatos para convencer al jurado, que somos nosotros. Aunque en este caso no nos confundimos con la nomenclatura, lo que nos lleva a la confusión es el fondo. Distinguir un discurso de un mitin es tan complicado con la inteligencia natural que dan ganas de acudir a la inteligencia artificial del ChatGPT o preguntar a la ROOMBA, para ver si nos lo aclaran…

Cuesta diferenciar lo que sucede en los cuatro años de espera de lo que acontece en los quince días que tienen los candidatos para convencer al jurado, que somos nosotros

Nosotros en campaña y en Reino Unido de post coronación. Charles y Camila bailaron una coreografía con cetro de San Eduardo, carruaje de oro, orbe, espadas y armillas. Una ceremonia secular que la british population grabó con sus smartphones siglo XXI: 

Y en ese contraste entre dos mundos, antiguo y presente, el equipo Real creó una web con información del evento y lista de canciones en Spotify, la “Coronation Celebration Playlist”. Eso también lo hacen las parejas de novios para sacarnos a menear las lumbares en el banquete. Tengo que entrar en la de Carlos y Camila para ver si la última de su lista es Paquito the chocolatier.

Pero fue otra de las formas de actualizar el ancient show la que me encandiló. Las voces de Charles III y Camila sonaron por la megafonía del metro londinense. Ambos desearon buen finde y buen viaje a los pasajeros y les recordaron la mítica advertencia que identifica al metro de Londres: “And remember, please mind the gap”. 

Lo que en España viene a ser: “Tenga cuidado de no meter el pie entre coche y andén”. Y me dio por pensar qué tal sonarían las megafonías en España con voces de la familia real: las de la reina Letizia sonarían profesionales, ella tiene formación sobrada en locución. Las de Felipe VI irían con gallo. Y las del emérito con comisión, presuntamente. 

¿Y qué tal sonarían en la voz de los políticos? Mejor no les demos ideas, con las ganas que tienen de colocarnos sus mensajes nos perseguirían por todas partes: “Su tabaco, gracias. Que si no fuma, con nuestra turra electoral va a empezar a hacerlo”.  

Es una suerte poder votar, esto es así, pero aguantar la campaña es un acto de sacrificio que debería contar como ejercicio quemagrasa y convalidar los 10.000 pasos diarios recomendados por la OMS.  

Y aquí estamos una vez más, preparados para ver a los aspirantes al medallero hacer su exhibición ante nuestros ojos antes de que metamos el voto en la urna. Recuerde, los ciudadanos somos los que decidimos, como el jurado olímpico, salvando algunas diferencias, por ejemplo que los que compiten en elecciones, en vez de portar la antorcha nos dan la brasa.

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