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El futuro de la izquierda

IU defiende su modelo de convergencia de la izquierda frente a la ‘vía Podemos’

Cayo Lara y el secretario ejecutivo de Proceso Constituyente y Convergencia de IU, Alberto Garzón, este 22 de septiembre en la sede federal.

Así como Podemos aún no tiene nada claro que quiera (y le convenga) acudir con otros a las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2015, IU sí defiende sin ambages la convergencia como una necesidad de toda la izquierda para ofrecer un "nuevo proyecto de país" y dar "esperanza" a los ciudadanos. Porque lo que cree la federación de Cayo Lara es que "lo único" que "temen" las "élites políticas y económicas" es, precisamente, "la unidad popular", tal y como este lunes remarcó el responsable federal de Proceso Constituyente, el diputado Alberto Garzón

Esa expresión, "unidad popular", la manejan indistintamente IU y Podemos. Pero ambas organizaciones, a tenor de lo que sostienen sus dirigentes, lo conciben de forma algo distinta aún. La primera cree que las izquierdas están obligadas a unirse, a converger en torno a un programa compartido, para derrotar al bipartidismo y llegar a gobernar. Defiende que ese proceso debe ir haciéndose desde la base, y que una buena plataforma de diálogo son los Ganemos, en donde IU se sienta en pie de igualdad con otras formaciones (caso de Equo y representantes de Podemos a título individual) y movimientos sociales. Pero entiende que la configuración de ese frente de alianzas es prioritaria, una "buena noticia para el país".

Podemos, entrentanto, sigue instalado en su debate congresual, y aún no ha decidido qué hacer para afrontar municipales y autonómicas. Su líder, Pablo Iglesias, y promotores del partido como Juan Carlos Monedero, sí han venido reiterando que "el régimen" estaría "encantado" con rivalizar con una "coalición de siglas que pareciera un frente de izquierdas". La "unidad popular", dijo el jefe de Podemos hace una semana en una entrevista en Nueva Tribuna, está "por encima de la unidad de siglas". Iglesias y los suyos también han venido refrendando que su prioridad son las generales, y no tanto las autonómicas y municipales de mayo. Por ese tipo de gestos y palabras, la cúpula de IU se malicia que Podemos no querrá acudir a los comicios de mayo con una lista compartida

Garzón presentó hoy en rueda de prensa, junto al coordinador federal, Cayo Lara, el debate sobre la convergencia que IU lanza de forma definitiva esta semana y que le ocupará dos meses, hasta el 22 de noviembre. El objetivo es tener a IU "a la ofensiva", recalcar su "papel imprescindible" y al tiempo liderar un proceso "totalmente abierto y participativo". 

Tres fases de debate hasta el 22-N

¿Cómo se va a ir avanzando? IU celebra este jueves, 25 de septiembre, en el Colegio de Médicos de Madrid, el acto con el que dará el pistoletazo de salida a la discusión. Entonces se presentarán los "documentos guía" para la deliberación: las líneas fundamentales de la convergencia y los puntos claves del programa de autonómicas y municipales. La federación trasladará esos textos a sus federaciones, a sus bases, a referentes intelectuales, movimientos sociales, organizaciones políticas... Quiere que opinen, que digan qué les parece. Para que el mecanismo de debate sea más flexible, lo canalizará a través de preguntas ("¿Cómo imaginas la convergencia?", "¿Qué modelo de ciudad quieres?"...), para liberarse así del método tradicional y farragoso de enmiendas a un documento base. Aquellos que quieran participar lo podrán hacer a través de las asambleas de IU o bien a través de la web puesta en marcha para este proceso que ha llamado Encuentro Político-Programático (http://www.izquierda-unida.es/encuentro/).

La deliberación en estos dos meses se hará en varias fases, según explicó Garzón. Del 29 de septiembre al 12 de octubre, se discutirá sobre la convergencia, la "construcción de la unidad popular". Del 13 de octubre al 2 de noviembre, se hablará del programa (no un texto largo, sino una treintena de medidas fundamentales que vinculen la confluencia con una alternativa "clara" y sólida"). Y del 3 al 16 de noviembre, se debatirá sobre el momento político. IU está empeñada en que no se perciba su encuentro con una cuestión puramente electoral. Pretende reflexionar sobre todo el ciclo político intenso que se abre a partir de este otoño, y que culmina en las generales de noviembre de 2015. El último acto será el 22 de noviembre, como estaba previsto, en el que se alumbrará una resolución política que sintetice todo el debate acumulado en esos dos vectores: convergencia y programa. Un proyecto que Garzón definió como "ambicioso". Las directrices que salgan dentro de meses serán, a la fuerza, genéricas, porque las perspectivas de articulación de un frente común no son homologables en toda España y, como adelantó el parlamentario, el grado de desarrollo de Ganemos en Madrid no es igual al que se da en Barcelona o en Málaga. 

IU, añadió, pretende dirigirse en este proceso "a todo el mundo". Tanto a las organizaciones sociales y ciudadanas con las que ha venido trabajando en todos estos años de vida como a sujetos políticos nuevos, como Ganemos. Su pretensión es "alimentar el debate", que se "enriquezca" lo más posible. "No tenemos miedo. Los únicos que temen la construcción de la unidad popular son las élites políticas y económicas. Tenemos que ser audaces y atrevidos en nuestra propuesta de debate. Un debate absolutamente amplio para que todo el mundo pueda participar. Y con el que quiera participar, la puerta está abierta", añadió.  

Intención no, "necesidad"

El diputado por Málaga subrayó asimismo que IU, pese a lo que desliza Podemos, tampoco busca una mera "suma de siglas en candidaturas negociadas" en despachos, sino la construcción de candidaturas a través de "métodos participativos como pueden ser las primarias". 

Precisamente este lunes el equipo fundador de Podemos hizo pública su propuesta de principios políticos, y en ella hace un guiño a los Ganemos, aunque siempre que respeten "a rajatabla" los principios de la "nueva política": "Nuestra propuesta es preservar la marca Podemos de las municipales pero poner nuestra capacidad política en juego, apoyando e implicándonos en las iniciativas municipalistas –se llamen Ganemos o de otra forma– que cumplan con los requisitos de la nueva política y las posibilidades de victoria y cambio, con todo nuestro potencial en el territorio y a escala nacional".

"La unidad popular, para nosotros, no es un nombre grandilocuente de lo mismo, ni mucho menos una sopa de siglas o una negociación entre partidos. Las candidaturas que quieran reproducir esas prácticas de la vieja política –se llamen Ganemos o de cualquier otra forma– no son candidaturas a las que ofrecer nuestro trabajo ni nuestro apoyo", reza el documento de Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa y Luis Alegre. Los ponentes rehúyen, de nuevo, las etiquetas izquierda-derecha: "Las candidaturas de unidad popular y ciudadana no buscan ubicarse en la izquierda del tablero sino ocupar la centralidad. Tampoco son candidaturas de activistas y movimientos haciendo política-estética para sí mismos. Son candidaturas de mayorías y hablan ese lenguaje, laico y de ofensiva".

Como en otras ocasiones, la federación de Lara defendió su hoja de ruta "autónoma", coherente con la propia fundación de IU en 1986. Pero entiende que la convergencia es hoy "no una intención, sino una necesidad" para la izquierda. De modo que si se abren esos espacios de confluencia y se encuentran proyectos comunes en el que quepan desde IU, ICV, Anova... o Podemos, "será una buena noticia para el país", no para quienes formen esa alianza, "porque el bipartidismo está en sus horas más bajas" y la "oportunidad de las fuerzas transformadoras es clara". "Sería una irresponsabilidad no aprovechar esa oportunidad", advirtió Garzón. 

No revestir un "éxito" de "fracaso"

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IU quiere enfatizar que no va a ser un obstáculo para la unidad. Y recalca que aquello que hasta hace unos meses era poco menos que un anatema, las primarias abiertas, están ya asumidas. Este tipo de votaciones son una exigencia clara de Podemos, que también puso sobre la mesa en invierno, cuando se hablaba de las elecciones de mayo. Ahora las primarias "no serán un problema", dijo Garzón. Es más, está asumido por los órganos de IU

La operación, para algunos cuadros de la federación, también entraña sus riesgos. Por eso la dirección ha hecho esfuerzos por convencer a los más reticentes de que no se perderá la "identidad" de IU. Lo remarcó Garzón: "No nos vamos a diluir de ninguna forma". Hubo alianza con Anova, Equo y Espazo Ecosocialista en las gallegas de octubre de 2012 y las siglas de Esquerda Unida no se desdibujaron bajo el paraguas común de Alternativa Galega de Esquerda (AGE). 

Lara, a su vez, volvió a sacar pecho de la historia y los resultados de IU, de los que no hay que acomplejarse. Recordó que en las europeas del 25-M la federación triplicó sus resultados de 2009, y contribuyó a abrir una "grieta importante" frente al bipartidismo, que cayó al 49%. "No se puede convertir en un desastre lo que es un éxito", avisó. Lo que sí ocurrió fue la "aparición de otros actores", dijo, en referencia a Podemos, que debutó en los comicios con 1,2 millones de votos y cinco eurodiputados. El coordinador no quiere que ocurra lo que en 1996, cuando el crecimiento de la federación a 21 escaños –su mejor dato desde 1979, cuando la marca era PCE– supo a poco de puertas para adentro, y las disidencias internas acabaron culminando en una ruptura, la de Nueva Izquierda. El líder dijo no ver ahora riesgo de escisión. 

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