Podemos sostiene que no entrará “en el juego” de proponer nombres alternativos a Iglesias tras el “veto” de Sánchez

Pablo Iglesias rechaza convertir el desencuentro entre el PSOE y Unidas Podemos para formar un Gobierno de coalición en una disputa sobre su presencia en el Consejo de Ministros. Así lo señalaron a infoLibre fuentes de la dirección morada después de que el presidente en funciones certificase este jueves su disposición a compartir gobierno con Unidas Podemos siempre y cuando Iglesias “dé un paso atrás” y renuncie a formar parte del Ejecutivo. El líder de UP no entrará “en el juego” de proponer nombres alternativos al suyo, señalaron las mismas fuentes.

La oferta que Sánchez mantiene sobre la mesa es formar un Gobierno de coalición con presencia de militantes de Unidas Podemos consensuados con él a partir de perfiles profesionales adaptados a los ministerios para los que vayan a ser nombrados, lo que en principio excluiría también a muchos de los dirigentes de peso de la formación liderada por Iglesias. En las entrevistas que concedió esta semana, el presidente del Gobierno puso como ejemplo a Teresa Ribera y José Guirao, dos miembros del PSOE que entraron en el Gobierno no por su militancia socialista sino por su perfil profesional.

Fuentes de Podemos citadas por Europa Press mostraron su voluntad de intentar negociar hasta el último momento un Gobierno de coalición pero sólo si Sánchez rectifica y levanta el “veto” a Iglesias. “No habrá avances ni negociación si no se levanta el veto”, señalaron.

A falta de una respuesta del propio Iglesias, fue el responsable de la negociación de pactos de Podemos, Pablo Echenique, el que replicó a Sánchez rechazando su negativa a dar entrada al líder de UP en el Consejo de Ministros. “Es obvio que vetar a Pablo Iglesias es vetarnos a todos. Es vetar a Unidas Podemos, a todos sus dirigentes y a sus 3,7 millones de votantes. Igual que vetar a Pedro Sánchez sería exactamente lo mismo que vetar al PSOE”, escribió en su cuenta de Twitter.

La negativa del candidato socialista a aceptar la presencia de Iglesias en el Gobierno se produjo apenas unas horas antes de que Unidas Podemos confirmase el resultado de la consulta a sus bases, que se cerró con el respaldo del 70% de los participantes a un acuerdo de coalición PSOE-UP “sin vetos”. Fuentes de la formación morada anticiparon el miércoles a infoLibre que la decisión de los militantes les obliga a votar ‘no’ a la investidura de Sanchez tanto en la votación del martes como en la del jueves.

Si UP vota ‘no’, como han anunciado que harán PP, Cs, Vox y Navarra Suma, Sánchez saldrá derrotado de la investidura. Si se abstiene será necesario esperar a conocer el sentido de voto de los partidos minoritarios, entre ellos los independentistas catalanes y vascos y los nacionalistas canarios.

El desencuentro se endurece

Las posibilidades de que los dos partidos retomen las negociaciones y busquen una salida que haga posible la formación de un gobierno de izquierdas se diluyen cada día más. El tono de las declaraciones se endurece por momentos. La número dos de Podemos, Irene Montero, también a través de Twitter, evitó referirse a la cuestión de fondo —el rechazo a Iglesias— pero sí criticó al presidente del Gobierno por afirmar en La Sexta que necesita un vicepresidente “que defienda la democracia” y no alguien como el líder de UP que afirma que en España existen “presos políticos”.

“Hoy el presidente ha llegado a decir que Pablo Iglesias no defiende la democracia. No todo vale, y menos entre fuerzas políticas que aspiran a gobernar juntas y por tanto, a respetarse y entenderse. Sánchez debe rectificar”, reclamó.

En su entrevista en La Sexta, Sánchez quiso sintetizar en tres razones los motivos por los que no quiere que Iglesias forme parte del Consejo de Ministros. En primer lugar, explicó, por sus discrepencias en asuntos de Estado como Cataluña. Desde la afirmación de que en España hay presos políticos a su oposición a aplicar el 155 si los soberanistas vuelven a declarar la independencia. “Necesitamos un Gobierno cohesionado. No me puedo permitir el lujo, ante una crisis de Estado, de tener a un vicepresidente del Gobierno que por lealtad lo único que haga sea mirar para otro lado”, subrayó Sánchez.

El 70% de votantes del PSOE es partidario de que Sánchez incluya en su Gobierno a ministros de Unidas Podemos

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La segunda, añadió, es que “Iglesias no garantiza una responsabilidad en cuanto al comportamiento y las decisiones que se están tomando por parte de integrantes muy significados de su partido”, en referencia a la situación de La Rioja, donde Podemos ha impedido la investidura de la candidata socialista a la Presidencia. Y la tercera, concluyó, es que no puede aceptar tener en el Consejo de Ministros a alguien como Iglesias que dice que quiere estar en el Ejecutivo para vigilarle, porque no se fía de él.

A cuatro días del inicio del debate de investidura, las dificultades para retomar las negociaciones entre el PSOE y Unidas Podemos son mayores que cuando el diálogo se rompió, hace una semana. Fuentes del PSOE aseguran que Sánchez transmitió este jueves a la dirección del partido que la decisión de rechazar a Iglesias es inamovible y que, como no espera que Unidas Podemos acepte esa condición, la hipótesis de que la legislatura concluya en septiembre con la convocatoria de nuevas elecciones gana cada vez más peso.

El candidato socialista subrayó en su entrevista televisiva que un acuerdo para formar un gobierno de coalición entre el PSOE y UP en los términos que ha propuesto —sin Iglesias pero también sin dirigentes que carezcan de un perfil adaptado a los ministerios de los que se deberían ocupar—, será aún más difícil en septiembre, una opinión en la que coincide con los portavoces de Esquerra y del PNV, que esta semana subrayaron la conveniencia de intentar facilitar la investidura cuanto antes porque el escenario político después del verano dificultará la formación de las mayorías necesarias para sacarla adelante.