Los Técnicos Superiores Sanitarios convocan una huelga para mejorar su salario y reconocimiento

Una técnico de laboratorio trabaja con pruebas PCR en el Laboratorio de Microbiología del Hospital público Gregorio Marañón.

María Castaño

Desde el pasado 30 de octubre hasta el 4 de noviembre, los Técnicos Superiores Sanitarios (TSS) llevan a cabo una huelga nacional que paraliza una parte esencial de la Sanidad española, con seguimientos que alcanzan entre el 80% y 90% en muchas áreas. Pretenden exigir al Gobierno que les reconozca su nivel formativo real y el sueldo aparejado al mismo, entre otras reivindicaciones.

Este lunes, 3 de noviembre, celebrarán una manifestación nacional en Madrid, como punto álgido de su protesta. Pretenden pasar frente a los tres ministerios "responsables de la situación": Hacienda, Sanidad y Educación.

La huelga está causando la anulación y el retraso de miles de mamografías del cribado de cáncer de mama, sumando una crisis grave a la ya precaria situación de los programas de detección precoz. Además, se están suspendiendo y retrasando miles de pruebas diagnósticas y sanitarias, incluyendo laboratorio, imagen, radioterapia y anatomía patológica, poniendo en riesgo tanto la salud pública como el diagnóstico de numerosos pacientes. En muchos centros se están tirando numerosas muestras y el funcionamiento de los servicios diagnósticos es precario. Como recuerdan los propios profesionales, “sin Técnicos Superiores Sanitarios, la Sanidad no funciona”.

Así lo han trasladado los representantes de las Comisiones por el Grado universitario de los TSS, responsables de realizar las pruebas diagnósticas, los tratamientos radioterápicos, los cribados poblacionales y las técnicas especializadas que permiten detectar, confirmar y tratar enfermedades. "Somos un único país de sociedades avanzadas que para estos profesionales sanitarios tiene una formación totalmente deficiente de dos años, sin la imposibilidad de asimilar todos los avances científicos tecnológicos (...) y tenemos una titulación que no es compatible con ningún sitio del mundo. No se nos admite trabajar en otro sitio por la baja titulación que tenemos", ha afirmado uno de sus portavoces, Francisco Javier Montero.

Pese a que tienen una formación de grado superior, una categoría enmarcada en el grupo funcionarial B, los TSS cobran por debajo de ese nivel. Esto ocurre, a pesar de que "el Ministerio de Sanidad tenga desde 1998 tres informes propios públicos en las que se constatan estas diferencias de formación en comparación con Europa", ha añadido. "No queríamos parar el Sistema Nacional de Salud, porque si paran los laboratorios, paran los servicios de radiología, en definitiva, se paran los hospitales. Hemos estado muchos meses intentando negociar, pero no ha sido posible", ha lamentado otro de los representantes, Juan Carlos Rodríguez.

Los TSS dirigen su huelga también contra el Ministerio de Hacienda, "culpable" de que después de 18 años los TSS sigan "trabajando por amor al arte". Según sus cálculos, deberían estar cobrando como grupo B desde 2008: "Son miles y miles de euros los que se le debe a cada técnico superior, los cuales se sienten continuamente ignorados por el poder ejecutivo", ha censurado Juan Felipe Rodríguez.

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Los especialistas, que no descartan una huelga indefinida, defienden que "no van a esperar más". "Lo único que estamos pidiendo —ha añadido Rodríguez— es que se nos haga caso y que no se nos trate como la escoria de la sanidad". Además, denuncian una falta de calidad de formación en el sector, por lo que tienen que actualizarse continuamente en base a sus propios recursos porque el Ministerio de Educación "no sabe ni conoce" lo que es un técnico superior sanitario y ni las funciones que desempeña.

"Si tú sales de España y le dices a cualquiera que está estudiando radioterapia online, no se lo cree. Pues aquí ocurre. Hay una proliferación de escuelas con formación inadecuada permitida por Educación y las comunidades autónomas", ha criticado, por su parte, Francisco Javier Montero. Crear diplomas de acreditación avanzada, transformar el FP superior en una carrera universitaria y que haya una función como coordinador de los diferentes superiores sanitarios son otras de sus reivindicaciones.

El colectivo insiste en que su lucha no es solo laboral, sino también esencial para la atención sanitaria: llevan décadas exigiendo la equiparación de sus funciones, el reconocimiento de su titulación al Nivel 2 del MECES y el fin de la intrusión laboral. Según los profesionales, el Gobierno y los ministerios implicados han incumplido reiteradamente estos compromisos, lo que ha hecho necesaria la huelga.

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