Abdicación: el debate en el Congreso

El PSOE sufre sólo tres fugas de voto en la Ley de Abdicación del rey

Los diputados de Amaiur salen del pleno antes de la votación de la Ley de Abdicación.

El PSOE sufrió tres fugas en la votación de la Ley de Abdicación del rey a su paso por el Congreso. Dos se esperaban, las de los diputados Guillem García Gasulla y Odón Elorza, aunque las dos se plasmaron de diferente forma. El primero, parlamentario balear, no estaba en el hemiciclo cuando se le llamó. El segundo, exalcalde de San Sebastián, dio la cara y se abstuvo. Pero con lo que no se contaba era con la ausencia de la gallega Paloma Rodríguez

Ayer martes, en la reunión del Grupo Socialista, García Gasulla y Elorza demandaron a la dirección que les dejara votar en conciencia. Pero no hubo permiso. No sólo porque la cúpula se mantuviera en sus trece, sino porque la mayoría de los diputados y senadores que intervinieron dejaron claro que los parlamentarios han de atenerse al cumplimiento de la Constitución, y esta norma era puramente "procedimental", por cuanto la Cámara sólo toma nota de una decisión tomada "libremente" por el rey. Ambos mantuvieron en secreto sus intenciones para el pleno de hoy. 

Gracias a la argucia de Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) y el Mixto, los diputados tenían que retratarse públicamente. No apretando un botón, como suelen hacer, sino responder , no o abstención, al ser llamados por su nombre. Cuando se pidió el sentido del voto a García Gasulla, nadie contestó. Elorza, en cambio, sí estaba en el pleno. Y proclamó su abstención, una alternativa que asumió tras escuchar a sus correligionares en la cita de ayer y tras oír la apuesta, "muy tímida", de Alfredo Pérez Rubalcaba, desde la tribuna, por la reforma constitucional. Algo a lo que aún no se ha comprometido oficialmente el Gobierno, que no ha movido "ni un músculo". Lo importante no es tanto, a su juicio, discutir sobre monarquía o república, sino "tomar iniciativas políticas de fondo para que se aborde" la modificación de la Carta Magna, "sin tabúes ni predeterminaciones". Elorza dijo a los periodistas, a la salida del hemiciclo, que esperaba que su abstención conectase "con miles de socialistas, tanto de base como electores". 

"La salida menos conflictiva"

Un caso especial es el de Paloma Rodríguez. Ella asistió al debate de este miércoles, pero luego faltó en la votación. La parlamentaria explicó a infoLibre que la opinión de su agrupación local, la de Ferrol, "no concordaba" con la del grupo en Madrid. "Mi lealtad estaba dividida. Conjugar las dos sensibilidades era complicado. No pongo en duda la mayoría de mi grupo ni lo que pidió mi agrupación. No quiero ser desleal a ningún órgano de decisión del partido, ni allí [en Galicia] ni aquí. Así que ausentarme me pareció la salida menos conflictiva".

Como contó Rodríguez, los militantes ferrolanos son "profundamente republicanos", y consideraban que era mejor que este debate se pudiera hacer de forma "reposada", promover una reforma constitucional en la que se pudiera cuestionar la Jefatura del Estado. Una posición, no obstante, coincidente con la del líder de los socialistas gallegos, José Ramón Gómez Besteiro. La diputada añadió que la dirección del grupo estaba al tanto de cuál iba a ser su actitud, aunque ayer ella no pudo acudir al encuentro con sus compañeros "por problemas familiares".

Ahora, la cúpula tendrá que decidir qué sanciones impone. Pero su reglamento interno señala que si la ausencia no se justifica convenientemente o se vota en un sentido distinto al acordado, se puede aplicar la máxima multa prevista: 600 euros. Fue la misma que recayó a los diputados del PSC que se apartaron del PSOE hace un año, en una moción sobre el derecho a decidir. "Yo asumo mi responsabilidad política, por supuesto", remachó Rodríguez. También la asumirá Elorza –"No me arrepiento de lo que he votado"–, ya que es una medida "justa" escrita en el reglamento, si bien este también permite, en su artículo 33, el voto en conciencia en debates extraordinarios "como el de hoy". La dirección siempre respondía a este argumento que la abdicación del monarca no es una cuestión de conciencia, sino política. 

Un cuarto parlamentario, el valenciano Federico Buyolo, se había dirigido la semana pasada a la dirección para reclamarle libertad de voto. Ayer no intervino y dijo a la salida de la reunión del grupo que acataba el acuerdo de sus compañeros y diría . Así fue. 

Quienes desde luego apoyaron el texto legal fueron Eduardo Madina y Pedro Sánchez, casi seguros candidatos a la Secretaría General del PSOE. El primero, número dos del grupo, ya dijo ayer que el de hoy no era un debate de "monarquía o república", sino sobre la renuncia de Juan Carlos, por lo que no cabía otra que cumplir la Constitución. El segundo argumentó, en una línea similar, que los diputados socialistas tenían que ser coherentes con la Carta Magna y con lo acordado en la pasada Conferencia Política, donde la discusión sobre la forma política del Estado no prosperó. 

Lòpez i Chamosa: "¡Que se jubile!"

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La ley orgánica salió con holgura. 299 votos a favor (PSOE, PP, UPyD, Foro Asturias y UPN), 19 noes (los de Izquierda Plural, ERC, BNG, Compromís-Equo, Geroa Bai y Nueva Canarias) y 23 abstenciones (CiU, PNV, Coalición Canaria y el socialista Elorza). En total, 341 votos emitidos de un total de 350. Los siete diputados de Amaiur salieron del hemiciclo en el momento de la votación. Y hay que apuntar las ausencias de Guillem García Gasulla y Paloma Rodríguez. Con este resultado, 85,42% de la Cámara a favor, el texto viaja al Senado, donde se aprobará definitivamente el próximo martes, 17 de junio. Dos días más tarde será la proclamación del nuevo jefe del Estado, Felipe VI. 

Durante la votación se produjeron algunas anécdotas. La socialista Isabel Lòpez i Chamosa apostilló su con un "¡Que se jubile!", antes de volver a sentarse en el escaño. "Eso era lo que se votaba hoy, que se jubile el rey. No votábamos monarquía ni república. En cada momento lo suyo, y yo no tengo ningún problema en que se vaya, en que se jubile", comentaba después a los periodistas. Los parlamentarios de Izquierda Plural respondieron al llamamiento con un "¡Por más democracia, nono!", "Por el derecho a decidir" o "Por la República". Los tres de ERC demandaron una república catalana con su no. Y el conservador Juan Manuel Albendea exclamó un "¡Viva el rey!" al dar su voto afirmativo. 

Antes de la votación del proyecto de ley orgánica se rechazaron las cinco enmiendas de totalidad presentadas por Izquierda Plural, ERC, BNG, Compromís-Equo y Geroa Bai. Las enmiendas recibieron sólo 26 votos a favor, 301 en contra y 21 abstenciones. 

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