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"Cortina de humo": el manido recurso del PP contra Sánchez cada vez que un tema le incomoda

portavoz del grupo popular en el congreso, Ester Muñoz, y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en la sesión de control

Tener el control de la agenda política y mediática es el principal objetivo de todos los partidos políticos. Es decir, lograr imponer en la opinión pública qué es importante y, por tanto, qué merece acaparar los primeros minutos de los telediarios, las portadas y las horas de tertulia. Mientras que, por ejemplo, el PP pretende hablar de corrupción al hilo del caso Koldo y de las causas que rodean al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el Ejecutivo busca generar divisiones en el electorado no solo de la derecha, sino del propio PP, con cuestiones como el aborto, Gaza o la emergencia climática, entre otros. Sucede lo mismo con Vox, que busca réditos a través de materias como la inmigración, o con los partidos que componen el bloque de la investidura, que buscan que cale la idea de que el Gobierno no está haciendo lo suficiente en problemáticas como la vivienda.

"En democracia, quien logra fijar los temas de debate tiene media batalla ganada. El Gobierno intenta colocar una agenda social con temas como la economía, empleo, derechos, mientras que la oposición, especialmente PP y Vox, apuesta por una agenda de desgaste centrada en escándalos, corrupción y conflicto institucional", explica Anna López, doctora en Ciencias Políticas y autora de La extrema derecha en Europa (Tirant Editorial, 2025). La experta añade que "Vox ha secuestrado esa agenda de desgaste para llevarla a un terreno identitario con la inmigración, el feminismo o la seguridad y el PP, "al imitar su discurso, no solo pierde el centro político, sino que termina legitimando a la ultraderecha".

Es lo que se suele denominar, en términos periodísticos, la batalla por el relato. "El control de la agenda determina de qué se habla y, por tanto, qué emociones se activan. Si dominan los temas identitarios, gana la derecha radical. Si dominan los temas sociales, gana el Gobierno. No es casualidad que, cada vez que el PP enfrenta dificultades, resurjan discursos incendiarios sobre inmigración o seguridad. Son temas de alto impacto emocional que desplazan cualquier debate de fondo sobre corrupción, gestión pública o reformas estructurales", prosigue la experta. Pero hay asuntos públicos que escapan de esa dicotomía, porque atraviesan fronteras ideológicas y generan reacciones transversales. La acusación de que Israel está cometiendo un genocidio en Gaza es uno de ellos, al igual que el aborto, el cambio climático, la reducción de la jornada laboral o la ampliación de permisos.

Todos estos temas son definidos por el Partido Popular como "cortinas de humo", es decir "maniobras" que lanza el Gobierno para tapar su "corrupción generalizada" y que consiguen desviar el foco sobre otros asuntos que les son más desfavorables. Según López, estas "cortinas de humo" no son solo tácticas, sino "parte de una estrategia más profunda que busca enmarcar la política en un terreno favorable a la oposición, aunque eso signifique normalizar discursos ultras y vaciar de contenido el debate democrático". En los últimos meses el PP ha tachado de "cortina de humo" prácticamente cualquier asunto que el Gobierno o sus socios parlamentarios han tratado de situar en la agenda a través de declaraciones públicas, iniciativas legislativas o propuestas.

El aborto en la Constitución y el registro de objetores

El aborto es un tema profundamente divisivo en el Partido Popular. Y los intentos de Alberto Núñez Feijóo de zanjar las últimas polémicas suscitadas alrededor de la interrupción del embarazo se han encontrado con un obstáculo importante: la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Aunque la dirección nacional del PP acusa a Sánchez de "usar" a las mujeres y el tema del aborto para "tapar" la situación procesal de su esposa, Begoña Gómez, y para "confrontar", lo cierto es que la madrileña se encuentra cómoda en esa "cortina de humo" porque le permite confrontar con el presidente del Gobierno.

Así lo dijo el propio Feijóo en una reciente entrevista en Antena 3, en la que negó que la baronesa del PP estuviera en "rebelión" por no crear el listado de objetores de conciencia y aseguró que todas las comunidades del PP van a cumplir con ese registro. "Es una pena que Sánchez, cada vez que tiene que tapar sus problemas de corrupción y la situación de su mujer, use temas tan delicados para hacer esa cortina de humo", afirmó también el vicesecretario de Hacienda, Vivienda e Infraestructuras del PP, Juan Bravo, después de que el Gobierno propusiera incluir el aborto en la Constitución. "Parece que cuando se le ha acabado el tema de Palestina tiene que sacar otro", añadió.

Palestina: de Eurovisión a la Flotilla

La causa palestina también ha sido utilizada, a ojos del PP, como "cortina de humo" por el Gobierno de Sánchez, pese a que el conflicto ha dado la vuelta al mundo y prácticamente todos los lideres políticos se han posicionado sobre la materia, en algunos casos reconociendo al Estado palestino. Pero para Feijóo todo era una maniobra de distracción de Sánchez, desde la salida de Eurovisión de RTVE a las protestas durante La Vuelta hasta la Flotilla que acabó detenida por Israel hace solo unas semanas. Para Feijóo, todo era una "cortina de humo" y un "juego de trileros" y así se lo espetó a Sánchez en una sesión de control. "¿Imputan a su mujer?: Javier Milei; ¿Encausan a su hermano?: Trump; ¿Su número dos sigue en la cárcel?: Eurovisión. Usted no defiende ninguna causa noble, solo quiere tapar sus vergüenzas", dijo.

A ojos del PP, la Global Sumud Flotilla también fue "una cortina de humo con la que tapar las miserias de su Gobierno": "Sánchez anunció la protección de la flotilla con un buque de la Armada el mismo día que su mujer estaba al borde del banquillo, igual que cuando utilizó la palabra genocidio, reconoció el Estado palestino o alentó las protestas violentas para cargarse la Vuelta a España", dijo Miguel Tellado, número dos de los conservadores. Durante estos dos años el PP ha evidenciado su incomodidad con el conflicto, sin cuestionar ni atacar a Israel y justificando sus acciones en nombre de su derecho a defenderse, pasando de puntillas por los bombardeos dirigidos contra la población civil de Gaza y los iraníes con recurrentes apelaciones a la desescalada y, sobre todo, utilizando todas las oportunidades para criticar al Gobierno de Sánchez.

Los actos en conmemoración de la muerte de Franco

Otra excusa del Gobierno para supuestamente tapar la corrupción es Francisco Franco. En 2025 se cumplen 50 años de la muerte del dictador y el Ejecutivo ha organizado actos para conmemorar el fin de la dictadura y la posterior llegada de la democracia, algo que el PP ha ridiculizado en cada ocasión que ha podido. Después de que el presidente del Gobierno inaugurara el primer acto en el mes de enero, el vicesecretario del PP, Elías Bendodo, afirmó que no había "Franco ni cortina de humo que tape los escándalos que rodean y acechan a Pedro Sánchez". Unas palabras que después ratificó el propio Feijóo.

Dos meses después, en marzo de este año, el PP usó su mayoría absoluta en el Senado para aprobar una moción en la que pidieron cancelar la agenda de actos que conmemoran la muerte del dictador y en la que destacaron el papel "determinante" de Juan Carlos I en la llegada de la democracia a España. El texto del PP calificaba de "absurdo celebrar la democracia mediante la conmemoración del fallecimiento de un dictador" y lo enmarcaba en "un intento claro de manipulación de la opinión pública y de desinformación de las generaciones más jóvenes que no tienen memoria propia de lo sucedido". Para el Ejecutivo es importante recordar quién fue Franco en un momento en el que barómetros tanto públicos como privados destacan que cada vez más jóvenes consideran que un "gobierno autoritario" podía ser "preferible a uno democrático" en determinados momentos.

Los ataques a las sedes del PSOE

Hace solo una semana el PP rechazó una moción presentada por el PSOE en el Senado que condenaba los ataques a las sedes del partido y la calificó, de nuevo, como una "cortina de humo". Según el PP, la iniciativa socialista buscaba desviar la atención de casos de corrupción que afectan al PSOE y a Sánchez. El encargado de defender la posición de los conservadores, Vicente Tirado, argumentó que la moción era una "estratagema" para ocultar comportamientos inmorales dentro del partido socialista e incluso llegó a afirmar que el PSOE buscaba "hacerse la víctima" tras esos ataques.

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En su propuesta, los socialistas denunciaban 241 ataques a 172 sedes durante la legislatura, la mayoría de ellos ocurridos en Madrid, Andalucía y la Comunitat Valenciana, pero el PP justificó su rechazo a la moción alegando que coartaba la libertad de expresión y que el PSOE utilizaba la moción para fines partidistas. "Es una estratagema para blanquear el comportamiento inmoral del sanchismo, que es un peligro para la calidad democrática", llegó a afirmar Tirado, aunque el texto también rechazaba los ataques a sedes de otros partidos, organizaciones sociales, sindicatos y periodistas, entre otros.

El Pacto de Estado por el cambio climático

“Este Gobierno no tiene credibilidad. Lo único que ha hecho es romper los pactos que había en materia de defensa y de asuntos exteriores. Está especializado en construir muros. No tiene ninguna voluntad de hacer ningún pacto de Estado”. Con esta contundencia despachó Feijóo la oferta del Sánchez para que participase en un gran acuerdo en torno a la emergencia climática el pasado mes de agosto. Una iniciativa a la que el Gobierno llamó a todos los partidos, especialistas, científicos y comunidades autónomas, para definir de común acuerdo medidas a corto, medio y largo plazo para que España pueda hacer frente a sus vulnerabilidades en esta materia. Un tema que hace ya casi un año provocó la muerte de 229 personas en València y por el que el pasado verano quedó arrasada una cifra sin precedentes de hectáreas de monte.

Fue la portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz, la que calificó esa iniciativa como "cortina de humo" y afirmó, tras los incendios en Castilla y León, que los pactos de Estado "no sirven para nada" cuando ya ha pasado el fuego. "Es como si en medio de un tsunami se propone un pacto sobre los océanos, no sirve absolutamente para nada", argumentó Muñoz, que acusó al Ejecutivo de Sánchez de "querer polarizar" al proponer dicho pacto.

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