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Pablo González recibe la primera visita de sus amigos y su entorno espera que se regularicen estos encuentros

El periodista español Pablo González, acusado de espiar para Rusia

Pablo González sigue en prisión dos años y tres meses después de su detención en Polonia. El periodista vasco está a la espera de juicio y de la presentación de alguna prueba contra él. En todo su periodo entre rejas se le ha mantenido en un estado de semincomunicación. Solo ha podido hablar con sus familiares a través de cartas y en dos visitas puntuales con sus abogados, el cónsul español y sus familiares más cercanos.

El tercer encuentro llegó el pasado lunes, 13 de mayo. Pablo González recibió la visita de su esposa, Oihana Goiriena, y de su hijo mayor. A esta cárcel de Radom, en las que se encuentra desde hace 27 meses, también acudieron dos amigos cercanos. Es la primera vez que permiten la comunicación con algún miembro que no forme parte de su círculo familiar. Este avance ha despertado las esperanzas en su entorno, que espera que se regularicen las visitas y González pueda llamar por teléfono a su madre y a sus otros dos hijos con los que todavía no ha hablado.

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Goiriena ha explicado que la visita ha transcurrido con normalidad y ha encontrado a su marido “bien de salud y de buen ánimo” y con la esperanza de que “las autoridades polacas terminen por definir los hechos que se le atribuyen para así poder defenderse”.

González fue detenido el 28 de febrero de 2022 en Rzeszów, una ciudad del sureste de Polonia situada a 100 kilómetros de la frontera con Ucrania, a la que se trasladó para realizar un reportaje sobre los refugiados tras el estallido de la guerra en Ucrania. El periodista, que hasta la fecha de su detención trabajaba como freelance para medios como laSexta, Público o Garacubría desde hacía una década las relaciones del Kremlin con las antiguas repúblicas soviéticas.

Las autoridades polacas le acusan de cometer un delito de espionaje tipificado en el artículo 130 del Código Penal del país, que castiga con penas de uno a diez años de cárcel a quien "esté involucrado en las actividades de inteligencia extranjera contra la República de Polonia".

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