ELECCIONES EXTREMEÑAS

Los ecos del 21D: un PP en manos de Vox, un PSOE a la baja y un espejismo de unidad de la izquierda

Las candidatas y los candidatos a las elecciones en Extremadura con los líderes nacionales de sus formaciones detrás

España entra de lleno en un nuevo ciclo electoral. Este jueves por la noche arranca la campaña de las elecciones anticipadas en Extremadura. Pistoletazo de salida para una batalla en las urnas que mira especialmente a las próximas elecciones generales, que están previstas para julio de 2027. A partir de este momento puede pasar de todo en el terreno político.

Las elecciones extremeñas del 21 de diciembre tendrán eco más allá de las provincias de Cáceres y Badajoz. De hecho, los líderes nacionales se van a implicar de lleno en esta contienda que es un primer partido al que seguirán posteriormente Castilla y León (marzo) y Andalucía (junio) con el fondo de un panorama general marcado por la inestabilidad en el Congreso, los casos de corrupción y la posibilidad de una moción de censura que no termina de cuajar en el PP.

Las encuestas ya vaticinan un escenario en el que el PP será primera fuerza, pero sin acercarse a la mayoría absoluta soñada por Alberto Núñez Feijóo y María Guardiola, por lo que pasarán a depender otra vez de Vox, una fuerza al alza en los estudios demoscópicos. El PSOE, en cambio, se prepara para dejar de ser la opción más votada en la comunidad y llevarse un primer golpe en las urnas, en tanto que las izquierdas tienen cierto repunte con una coalición formada por IU y Podemos, con Sumar apoyando desde fuera. 

Este es el reparto de escaños que vaticina en estos momentos el CIS: Partido Popular (25-29), PSOE (19-22), Vox (10-12) y Unidas por Extremadura (6-7). Actualmente en el reparto en la Asamblea los populares y los socialistas están empatados a 28 asientos, mientras que la ultraderecha cuenta con cinco y las izquierdas están en cuatro parlamentarios.

La estrategia de Génova 13

La presidenta de la comunidad, María Guardiola, adelantó los comicios en busca de una mayoría absoluta que, a tenor de las encuestas, está lejos de conseguir. Apoyada por Génova 13, justificó la decisión de anticipar las elecciones para no tener que prorrogar los presupuestos tras la negativa de Vox a aprobar los nuevos. Una decisión que, en cambio, no han tomado otras autonomías populares en la misma situación como Balears y Cantabria.

El adelanto electoral, en realidad, forma parte de una calculada estrategia del PP para inaugurar un ciclo electoral de victorias autonómicas con el objetivo de desgastar al PSOE y al Gobierno de Sánchez. Pero los conservadores corren ahora mismo, fundamentalmente, un riesgo: el aumento de votos de Vox podría llevar a una mayor dependencia de los de Santiago Abascal.

En Extremadura, el baremo fijado por la dirección nacional del PP es "sumar más que la izquierda junta" y aprovechar la debilidad del PSOE, cuyo candidato, Miguel Ángel Gallardo, está investigado judicialmente por la contratación del hermano de Pedro Sánchez en su etapa al frente de la Diputación de Badajoz. 

Por eso, la estrategia de Guardiola pasa por arañar votos al PSOE y medir sus palabras contra la extrema derecha para no repetir los errores de hace dos años, cuando aseguró que no podía "dejar entrar en el Gobierno a aquellos que niegan la violencia machista, a quienes usan el trazo gordo, a quiénes están deshumanizando a los inmigrantes, y a quienes despliegan una lona y tiran a una papelera la bandera LGTBI" solo unos días antes de pactar con ellos. Un acuerdo al que llegó especialmente presionada por el PP madrileño.

Una estrategia que, sin embargo, no está replicando la dirección nacional del PP y tampoco algunos de sus homólogos como la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, que acusó a la extrema derecha de “trabajar para Sánchez” por la protesta convocada a las puertas de Ferraz. “De qué pino se ha caído la señora Ayuso”, le contestó el líder de Vox en declaraciones a los medios desde Guadalupe (Cáceres). 

Feijóo ha decidido finalmente multiplicar su agenda en Extremadura y se ha llenado de actos los dos primeros días de campaña, con paradas en Don Benito, Almendralejo, Villanueva de la Serena y Mérida. El líder popular tendrá agenda paralela a Guardiola “para peinar más territorio”, según explican en Génova 13.

Vox mide la realidad de su ascenso en las encuestas

Abascal, que está en su mejor momento en las encuestas, ha multiplicado su presencia en Extremadura en las últimas semanas con el mensaje de que “Gallardo y Guardiola tienen que callarse” porque “no tienen ninguna legitimidad”. El objetivo del líder de Vox es equiparar indistintamente a ambos candidatos y presentarse como la única alternativa a las políticas del bipartidismo, además de evidenciar la negativa de Guardiola a pactar con su formación las cuentas públicas, a diferencia de la sintonía que hay con su partido en territorios como la Comunitat Valenciana.

Así, Abascal afirmó este miércoles que ambas formaciones “están detrás de los principales problemas de Extremadura desde hace décadas". "Aquí ya han gobernado durante mucho tiempo los dos partidos que llevan manejando el cotarro los últimos 40 años”. Ese es el mensaje que no deja de explotar el líder de Vox, que también extrapola a nivel nacional. Es más, las críticas a Feijóo están también muy presentes en sus discursos de campaña.

A los ultras no les preocupa el desconocimiento de su candidato extremeño, Óscar Fernández. Según fuentes cercanas a su líder, la potencia de la marca de Vox es, desde hace tiempo, muy estable y está por encima de quién sea su candidato o candidata en las convocatorias autonómicas. La ultraderecha quiere demostrar en estas elecciones la fuerza que le dan las encuestas y su potencia para condicionar al PP en la formación de los gobiernos lejos de la “fórmula Moreno Bonilla” que soñaban Guardiola y Feijóo.

El PSOE cree que la izquierda reaccionará a nivel nacional

El PSOE extremeño encara estas elecciones en sus horas más bajas. Gallardo, elegido dos veces en sendos congresos en el último año y medio, es un candidato especialmente marcado por su imputación por la contratación del hermano del presidente en su etapa al frente de la Diputación de Badajoz en 2017. La Justicia está dirimiendo si cometió delitos de prevaricación administrativa y tráfico de influencias. Él siempre ha defendido su inocencia y ha recordado que esa contratación se hizo cuando Pedro Sánchez no era secretario general del partido. La Audiencia de Badajoz ha fechado el juicio entre el 28 de mayo y el 4 de junio.

A pesar de estas perspectivas, Sánchez también se va a implicar de lleno en la campaña, así como miembros destacados del Gobierno y de Ferraz, según indican fuentes socialistas. El presidente va a estar junto al candidato en el arranque y en el cierre, además tiene prevista una tercera visita a Extremadura durante estas dos semanas.

Los socialistas, como explican fuentes del partido, quieren ondear durante esta campaña la bandera de la transformación de Extremadura a través de los gobiernos de Juan Carlos Rodríguez Ibarra y de Guillermo Fernández Vara, recientemente fallecido. Por eso, Gallardo se va a presentar como el continuador de este legado en defensa de los servicios públicos en un momento en el que La Moncloa y Ferraz quieren dar la batalla ideológica en materias como sanidad, educación y dependencia frente al modelo privatizador de los populares.

En el PSOE señalan oficialmente que salen a ganar y remarcan que cada vez hay más nerviosismo en el PP, que se evidencia, por ejemplo, en la decisión de Guardiola de no participar en el debate que está organizando TVE para el próximo día 18. Para los socialistas, los populares se han metido “en un juego peligroso” porque van a terminar “empeorando” su situación al depender más de Vox a partir de diciembre.

Los socialistas asumen que no será un buen resultado, pero como, señalan fuentes socialistas, hay que verlo como un “tropiezo”. Pero, sobre todo, se fijan en las consecuencias a partir del día después y el impacto que puede tener para el electorado progresista ver un nuevo pacto entre el PP y Vox: “Sería repetir el laboratorio de la Comunitat Valenciana. Si se produce ese acuerdo, España va a reaccionar y el PSOE va a subir”.

La fórmula extremeña de la izquierda

Guardiola hace un guiño a Vox y autoriza a los jefes médicos de la pública a ejercer también en la privada

Guardiola hace un guiño a Vox y autoriza a los jefes médicos de la pública a ejercer también en la privada

A la izquierda del PSOE se presenta Unidas por Extremadura, que ha conseguido la cohesión del espacio en un momento de gran fragmentación a nivel nacional. La papeleta está integrada por Izquierda Unida, Podemos y Alianza Verde, mientras que Movimiento Sumar apoya externamente pero ha logrado incluir a una persona afín como independiente dentro de la lista.

Hay buenas vibraciones en el espacio respecto a un aumento de votos y de representación en la Asamblea. De hecho, hay un interés compartido por todos los partidos de hablar lo menos posible sobre diferencias internas para remar a favor de la candidatura de Irene de Miguel, una ‘número uno’ con gran autonomía política y que levanta un profundo respeto entre todos los actores implicados en la papeleta. Ione Belarra, Antonio Maíllo y los ministros de Sumar se han puesto a total disposición de ella para acompañarla en los actos de partido.

Pero ese armazón extremeño se presenta como un espejismo en otros territorios. Podemos sigue pidiendo a IU que elija entre ellos o Sumar y ya se ha mostrado contrario a una fórmula similar con los de Yolanda Díaz de cara a las elecciones de Castilla y León y de Andalucía. Mientras tanto, Izquierda Unida y el espacio de la vicepresidenta segunda trabajan de manera discreta para armar puentes entre ellos durante estas semanas de cara al próximo ciclo electoral.

Más sobre este tema
stats