Elecciones en Extremadura

Feijóo mete presión a Azcón tras avalar que Guardiola convoque elecciones por no tener presupuestos

Archivo - Foto de archivo del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón.

La excusa son los presupuestos; la mayoría absoluta, el objetivo. Esa es la filosofía detrás del movimiento que hizo el lunes la presidenta conservadora María Guardiola tras anunciar un adelanto electoral para el próximo 21 de diciembre, el primero en la historia de Extremadura. La baronesa del Partido Popular aspira a obtener cinco diputados más que hace dos años y medio, es decir, la mayoría absoluta, que se sitúa en 33 escaños.

Guardiola tiene ahora mismo 28 diputados, los mismos que el PSOE, frente a los cinco de Vox y los cuatro de Podemos. En esos comicios, la entonces candidata del PP fue derrotada por el socialista Guillermo Fernández Vara en número de votos y solo consiguió la presidencia de la Junta gracias a un pacto con la extrema derecha, de la que al principio renegaba, pero a la que finalmente acabó introduciendo en su Gobierno.

El propio líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, pasó de justificar que Vox no entrase en el Ejecutivo extremeño porque el 28M sólo había obtenido el 8% de los votos y cinco diputados —las “matemáticas de Estado”, en expresión del vicesecretario Elías Bendodo— a considerar un “error” la negativa a formar una coalición con la extrema derecha en Extremadura. Guardiola confesó después que le había resultado “doloroso” faltar a su palabra. Pero lo trató de justificar así: "No es tan importante como el futuro de Extremadura".

La extremeña empezó en política de la mano de José Antonio Monago, el que fuera presidente extremeño del PP durante una legislatura, un paréntesis en el reinado socialista, que siempre ha gobernado la región salvo por ese periodo y el que comenzó en 2023. Monago fichó a Guardiola para un cargo intermedio de su Gobierno, de donde pasó a la Concejalía de Hacienda del Ayuntamiento de Cáceres. 

Al liderazgo del PP la llevó Pablo Casado, precisamente porque era ajena a las familias políticas del partido, siendo prácticamente una perfecta desconocida. Feijóo la confirmó en el puesto, convencido de que su perfil podía servir de revulsivo en una comunidad en la que la izquierda había hecho gala históricamente de su fortaleza. Ahora Guardiola busca una mayoría absoluta como las que tienen Isabel Díaz Ayuso en Madrid o Juanma Moreno en Andalucía, pero no será fácil con una extrema derecha disparada en las encuestas.

Génova respalda a Guardiola pero complica el relato a Azcón

El principal argumento esgrimido por la presidenta extremeña para el adelanto electoral es que sin presupuestos no se puede gobernar. Sin embargo, ya lo hizo el pasado año, al igual que otros de sus compañeros en el Partido Popular, que no lograron pactar las cuentas tras la ruptura de Vox el pasado verano. Así, los boletines oficiales de Extremadura, Región de Murcia, Aragón, Castilla y León, Comunitat Valenciana y Balears publicaron, a finales de diciembre de 2024, la orden de prórroga de las cuentas públicas.

El líder del PP aplaudió este martes el movimiento de Guardiola, que anunció la decisión antes incluso de someter el proyecto a votación en la Asamblea regional. A la vez, justificó al aragonés Jorge Azcón por no seguir sus pasos pese a que ni siquiera ha aprobado el techo de gasto autonómico y que el que fuera su socio, Vox, haya anunciado una ruptura. "Tendrá que presentarlos y ver qué ocurre", dijo, en referencia al aragonés, que no ve tan claro ese movimiento como su homóloga extremeña.

Una decisión que no solo avala Feijóo, sino toda su dirección. "Lo que está claro es que cuando aquellos que te han apoyado en una investidura bloquean la posibilidad de gobernar, el camino son las elecciones, dar la voz y la palabra a los ciudadanos para que puedan resolver esta situación y eso es lo que ha hecho Guardiola", justificó este martes la vicesecretaria de Regeneración Institucional del PP, Cuca Gamarra.

Unas palabras con las que buscaba criticar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por la falta de Presupuestos Generales del Estado, pero que también suponen un aviso para el propio Jorge Azcón, que no quiere ir a las urnas por el momento. "Respeto siempre las decisiones que toman otro tipo de comunidades autónomas, pero en Aragón tomamos nuestras propias decisiones", afirmó hace solo unas semanas sobre la posibilidad de convocar elecciones si no consigue aprobar las cuentas el próximo año.

Guardiola adelanta las elecciones en Extremadura al 21 de diciembre tras el 'no' de Vox a sus presupuestos

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En todo caso, aunque el adelanto en Extremadura suponga un mal trago para el barón del PP, logra desviar el foco de otras cuestiones que incomodan más a Génova, como el malestar en Andalucía por los fallos en el cribado de cáncer de mama o como la situación del presidente valenciano, Carlos Mazón, cada vez más acorralado por su negligente gestión y sus mentiras cuando se cumple un año de la dana.

Azcón deberá enfrentarse a Pilar Alegría

Hay otro elemento que juega, además, en contra del presidente de Aragón. Mientras Guardiola quiere aprovechar la debilidad de su principal contendiente, el socialista Miguel Ángel Gallardo, actualmente procesado por el caso del hermano de Pedro Sánchez, la rival de Azcón sería la ministra Pilar Alegría. El barón del PP ya se enfrentó a ella en 2019 por la alcaldía de Zaragoza y el resultado fue una victoria de la socialista que no le valió para alcanzar el bastión de mando por un pacto entre los conservadores y Ciudadanos.

Guardiola quiere aprovecharse además de que la federación socialista ha vivido varias guerras en los últimos años con motivo de la sucesión de Guillermo Fernández Vara, recientemente fallecido, y de que Gallardo no es un cargo con un perfil político potente. El PP aragonés, por su parte, todavía no ha calibrado el efecto que tendría el aterrizaje de Alegría como candidata en un territorio donde las aguas socialistas están más calmadas.

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